La producción textil acelera su caída en febrero y cierra su peor mes desde junio

Casi un año después del estallido de la pandemia, la industria de la moda no levanta cabeza. El Índice de Producción Industrial (IPI) del textil ha cerrado febrero con un descenso del 9,4%, lo que supone su peor resultado desde junio de 2020. La confección y el calzado, por su parte, han moderado el descenso respecto a los meses anteriores pero continúan siendo los sectores más golpeados de la industria de la moda. Este es el último mes que no estará condicionado por las bajas bases comparables de la pandemia.

El textil se recuperó relativamente rápido del golpe del Covid- 19 gracias a la explosión de la demanda de mascarillas y otros equipos de protección individual (EPIs). El IPI del sector remontó ya en julio y se mantuvo al alza cada mes hasta el pasado enero, cuando retrocedió un 4,9%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

En cambio, la curva de la confección se ha mantenido en tasas negativas cada mes salvo uno, septiembre, cuando rebotó un ligero 3,2% en relación al mismo mes del año anterior. En febrero, el IPI de la confección se ha desplomado un 16,9%, frente al descenso del 33,6% anotado en enero.

El cuero y el calzado continúa arrojando los datos más negativos. El sector, que no ha podido beneficiarse de la demanda de artículos médicos y que se ha visto particularmente impactado por el teletrabajo y la ausencia de ocasiones sociales, encadena ya un año de caídas a doble dígito.

En febrero, la producción se hundió un 27%, frente al 34,4% del mes anterior. Aunque aguda, la caída fue la menor desde el pasado agosto. Al impacto de la pandemia, el calzado suma ahora la amenaza de una potencial subida de aranceles en las exportaciones a Estados Unidos, que desde el sector califican de “inasumible”.  

El IPI general dibuja una curva similar a la del textil en el arranque de este año, con una caída del 7% en enero y un descenso más moderado, del 3,5% en febrero en relación al mismo mes del año anterior.

Por grupos más concretos de actividad, la fabricación de calzado fue de nuevo la que peor evolucionó dentro de la industria de la moda, con un desplome del 27,7%. La fabricación de cuero y marroquinería fue la segunda peor del mes, con una caída del 25,5%.

En cambio, sólo dos sectores esquivaron los descensos: la confección de prendas de vestir de punto, con un rebote del 9,3%, y la preparación e hilado de fibras textiles, con un alza del 5,6%.