Entorno

La ONU insta a la moda a examinar su cadena de valor tras el escándalo de Xinjiang

Al menos 150 compañías chinas e internacionales están relacionadas con las denuncias de abusos y esclavismo contra los trabajadores de las fábricas en la región, según ha concluido un grupo de trabajo de las Naciones Unidas. 

Modaes

31 mar 2021 - 11:32

La ONU insta a la moda a examinar su cadena de valor tras el escándalo de Xinjiang

 

 

La ONU exige a la moda que revise su cadena de valor por el escándalo de Xinjiang. Un grupo de trabajo de las Naciones Unidas ha concluido que al menos 150 compañías, tanto chinas como extranjeras, están relacionadas con “serias alegaciones de abusos de los derechos humanos contra trabajadores de la minoría uigur”.

 

Los uigures han sido forzados a trabajar en industrias intensivas en mano de obra poco cualificada como la agricultura, el textil, la confección, la automoción y los sectores tecnológicos”, ha asegurado Dante Pesce, miembro del grupo de trabajo de la ONU.

 

Las empresas no deben hacer la vista gorda y deben llevar a cabo una diligencia debida para identificar, prevenir, mitigar y rendir cuentas de los abusos contra los derechos humanos causados, contribuidos o directamente relacionados con sus operaciones, productos o servicios en Xinjiang y en otras provincias chinas”, ha señalado Surya Deva, vicepresidente del grupo de trabajo de Naciones Unidas.

 

El experto ha añadido que el Gobierno chino debe “crear un entorno propicio” para que todas las empresas que operan en la región cumplan con las normas internacionales. Desde la ONU se han puesto en contacto con las autoridades de trece países en los que algunas de las compañías señaladas tienen su sede para que las insten a respetar los derechos humanos en sus operaciones.

 

 

 

 

Muchas de las empresas y fábricas implicadas en las denuncias de trabajos forzados en Xinjiang forman parte de las cadenas de suministro de marcas mundiales, como Nike o H&M. Ante esto, los consumidores del país están boicoteando a los operadores en sus tiendas.  Además, algunos caseros del gigante sueco H&M han cerrado seis de sus tiendas en el país.

 

Las denuncias apuntan a que el Gobierno de Pekín somete a trabajos forzados a la minoría musulmana uigur en la región de Xinjiang, un importante polo de aprovisionamiento de algodón. El pasado enero, Estados Unidos prohibió las importaciones de algodón de Xinjiang basándose en “información que indica razonablemente el uso de trabajos de detenidos o personas en prisión y de trabajo forzoso”, así como a otras violaciones de derechos humanos.

 

La región copa el 20% de la producción mundial de algodón. Una parte termina en fábricas textiles y de confección chinas, por lo que para las empresas de moda que se aprovisionan en el país a menudo es difícil rastrear el origen de la materia prima.

 

La Organización de las Naciones Unidas ha reclamado en varias ocasiones a China que libere a los uigures de estos campos, que pueden acoger, según las estimaciones de la entidad, “entre decenas de miles y un millón de personas”.