La Ocde mejora sus previsiones para España pero alerta de la “falta de empleo de calidad”

Balance agridulce para la economía española. La Organización para la Cooperación del Desarrollo Económico (Ocde), ha alabado la recuperación del país y ha elevado sus prevsiiones de crecimiento para la economía española, pero realiza también una llamada de atención: la pobreza ha crecido en España por “la falta de empleo de calidad”.

El organismo dirigido por Ángel Gurría estima que España crecerá un 2,5% este año, dos puntos porcentuales más que la previsión que la Ocde realizó en su anterior informe, publicado el pasado noviembre. De cara a 2018, en cambio, el organismo augura que la economía se ralentizará y crezca un 2,2%.

El organismo estima que, en los próximos años, España continúe creciendo en torno al 2% gracias a la reforma laboral, la política monetaria del Banco Central Europeo, el bajo precio del petróleo y una leve expansión fiscal, pero todavía queda mucho por hacer.

A juicio de la Oce, la política fiscal debe contemplar “una reducción gradual de la deuda pública y el sistema tributario debe ser más eficiente (abolir exenciones en el Irpf y tipos reducidos de IVA, y subir los impuestos medioambientales)”.

“España disfruta de una sólida recuperación económica”, ha desatacado la Ocde en un estudio que se presentó hoy en Madrid. Sin embargo, destaca que “el desempleo sigue situándose en niveles muy altos, sobre todo entre los jóvenes y los parados de larga duración”.

El organismo llama a poner en marcha “políticas más acertadas” para reducir la pobreza y mejorar la calidad del empleo

Además, el organismo destaca que “la pobreza también ha aumentado, debido principalmente a la falta de empleo de calidad que proporcione suficientes horas de trabajo y unos ingresos adecuados”.

Las recomendaciones de la Ocde están en la línea de las realizadas hace unas semanas por Bruselas: España debe mejorar su mercado laboral. “Es fundamental que España consiga incorporar a un mayor número de personas al mercado de trabajo –reclama el informe-; pero también debe centrarse en la calidad del empleo para asegurarse de que las ventajas del crecimiento se comparten en mayor medida entre la población”.

En este sentido, la Ocde llama la atención con la elevada temporalidad del mercado laboral español, el elevado nivel de paro entre los jóvenes y los trabajadores con baja cualificación y el desempleo de larga duración. “Estos factores corren el riesgo de afianzar las desigualdades, incidiendo negativamente en el crecimiento futuro y en la cohesión social”, añade.

Esta situación ocasiona, además, “baja productividad”, que se suma a una “baja innovación empresarial y unas barreras de entrada para quienes quieran crear y hacer crecer una empresa”. Para poner fin al problema, la Ocde propone mejorar la calidad del empleo a través de una mejor cualificación y “adoptar políticas más acertadas para reducir la pobreza”, como las políticas de transferencia o las ayudas públicas que, critica, “son escasas” para las familias.

En los últimos ocho años, la pobreza relativa en España ha pasado del 14% al 16%, lo que supone que casi dos de cada diez españoles viven con menos de la mitad de la renta mediana disponible del conjunto de la población. Si bien este indicador se sitúa en línea con la media de la Ocde, no es así en el caso del índice de Gini, que se sitúa ahora por encima de la media.