Entorno

La moda recula en Rusia

P. Riaño/ C. Pareja/ S. García

14 nov 2014 - 04:50

Un mercado de más de 33.000 millones de euros. Crecimiento desbocado en cinco años. Compradores amantes de las marcas y de la moda de gama alta. Estas cualidades podrían atribuirse a un mercado atractivo para la moda internacional, como era hasta ahora Rusia. Sin embargo, la inestabilidad política está empezando a hacer mella en las empresas del sector. Si esta semana la británica New Look anunciaba su salida de Rusia como consecuencia del conflicto político con Ucrania, compañías españolas como Luxenter o Alba Conde detectan ya cambios de tendencia. La gran distribución española se mantiene, de momento, fiel al país.

 

Según datos de la European Fashion and Textile Export Council (Eftec), la distribución de moda y accesorios en Rusia alcanzó en 2012 un volumen de 33.000 millones de euros y debía situarse en 50.000 millones en 2015, siguiendo con el boom que registró el sector entre 2003 y 2008, cuando pasó de 3.000 millones a 38.200 millones de euros.

 

Pero el conflicto entre la Unión Europea y Rusia iniciado el pasado octubre por la anexión de la provincia ucraniana de Crimea ha hecho que las expectativas se enfríen. Sectores como el lujo se han visto duramente afectados por la caída del gasto en Rusia, pero también por el descenso del consumo de los turistas rusos en todo el mundo. De hecho, el comercio mundial de artículos de lujo finalizará 2014 con un crecimiento de sólo el 2%, el menor aumento registrado desde 2009, según datos de Bain & Co. Las revueltas sociales en Hong Kong, el conflicto político en Rusia y la caída del gasto en China por primera vez han provocado una ralentización del sector.

 

“La situación en Rusia impacta de diferentes modos en diferentes países y canales”, señala Javier Gala, vicepresidente de la firma de joyería Carrera y Carrera. “Las ventas en Ucrania han desaparecido del mismo modo que Ucrania como país está en una situación crítica”, explica el ejecutivo, que añade que “las zonas costeras del Mediterráneo han sufrido la caída en el turismo ruso a lo largo de 2014, siendo la devaluación del rublo una de las cusas fundamentales”.

 

La devaluación del rublo es también la causa de que empresas españolas estén viendo cancelados o pospuestos sus planes de expansión en el país. Luxenter es una de ellas. La empresa tenía previsto desembarcar en el país de la mano de un socio local, pero el proyecto se ha paralizado. “Bajó el rublo, bajaron las ventas y los socios del país decidieron posponer el proyecto con Luxenter”, sostiene Alfonso Escribano, director de exportación de Luxenter.

 

La empresa, especializada en joyería, no desembarcará finalmente en Rusia, pese a que tenía dos proyectos avanzados. “No salían los números y decidieron pararlo: hicieron un plan de negocio con unas aspiraciones de ventas que luego no se cumplían”, añade el ejecutivo. La devaluación del rublo ha encarecido las importaciones, lastrando la competitividad de las empresas extranjeras que operan en el país.

 

Ese también es el caso de Aristocrazy, firma de joyería propiedad del grupo Suárez. La compañía ha tenido que retrasar la apertura de su primer punto de venta "fundamentalmente por falta de una localización adecuada para la marca y porque el socio no se encuentra en un momento de total comodidad por la devaluacion del rublo", subraya Juan Suárez, director ejecutivo y miembro de la tercera generación de la familia Suárez.

 

La gallega Alba Conde mantiene sus operaciones en el país, aunque desde la empresa reconocen que se trata de una “situación complicada”. La devaluación del rublo ha hecho que los costes de entrada en el país se hayan disparado, de manera que las prendas de las marcas de gama media alta entran en el mercado ruso prácticamente como artículos de lujo. Así, los comercios multimarca están empezando a sustituir estas marcas por productos más económicos.

 

Pablo Conde, responsable de exportación de Alba Conde, señala que el consumidor también ha cambiado. “Antes compraban mucho, pero ahora lo piensan mucho más, lo mismo que sucedió en España cuando comenzó la crisis económica”, señala el ejecutivo de la marca, que mantiene sus planes para abrir una franquicia en el país, pero la próxima campaña.

 

Alba Conde volverá a asistir a la feria CPM Moscú en busca de oportunidades en el país, aunque el directivo señala que empresas españolas e italianas han decidido no acudir. La última edición de CPM, que tuvo lugar el pasado septiembre, perdió un 15% de expositores.

 

“Existe preocupación en nuestros socios en el país por si van a aparecer restricciones o bloqueo de importaciones”, dice Diego García, director general de Uno de 50. Al mismo tiempo, el directivo señala que la compañía está satisfecha con el mercado ruso. “Llevamos muy poco tiempo, abrimos la primera tienda a mediados de agosto, hemos abierto dos más y ahora planeamos abrir una cuarta de aquí a final de año”, añade.

 

Los datos macroeconómicos no reflejan, todavía, la inestabilidad del mercado ruso para la moda española. Hasta agosto, España ha incrementado las ventas de moda al mercado ruso un 4,5%, respecto a los ocho primeros meses del año anterior, hasta 287 millones de euros. En este mismo periodo en 2013, las exportaciones del sector alcanzaron 274,6 millones de euros, según datos del Icex, que la próxima semana dará a conocer la evolución de las exportaciones en septiembre.

 

En Europa, sí que comienzan a percibirse signos de empeoramiento. Entre enero y agosto de 2014, las exportaciones europeas de moda al mercado ruso han caído un 8,3% respecto al mismo periodo del año anterior, hasta 5.497,8 millones de euros, mientras que las ventas del sector a Ucrania han retrocedido un 21,2%, hasta 1.112,2 millones de euros, según datos de Eurostacom.

 

La gran distribución se mantiene firme en Rusia, si bien algunos operadores han comenzado a deshacer posiciones. El grupo británico New Look, por ejemplo, ha anunciado el cierre de sus veinte tiendas en Rusia y Ucrania, pese a que Rusia ha sido uno de los ejes clave de su expansión durante los últimos dos años.

 

La compañía española Cortefiel también está apostando fuerte por Rusia y, de momento, seguirá haciéndolo. Según han explicado a Modaes.es fuentes de la empresa, “Grupo Cortefiel sigue apostando por la expansión de sus marcas en Rusia y está prevista la apertura de nuevas tiendas a principios de 2015”. En marzo de 2013, Cortefiel tomó el control de sus operaciones en el mercado ruso, donde opera desde 2003 con Women’secret y Springfield.

 

Como Cortefiel, Desigual también mantiene su desarrollo en Rusia, aunque con una presencia menor. Cortefiel cuenta con una red de 75 tiendas propias (33 de Springfield y 42 de Women’secret), mientras Desigual posee sólo ocho franquicias y presencia en el canal multimarca. La semana pasada, Desigual lanzó su tienda online en Rusia, “un mercado en el que se está trabajando”, según la compañía.

 

La catalana Mango, por su parte, asegura que por el momento no se ha visto afectada por el cambio de políticas comerciales. “Continuamos con la misma previsión de crecimiento, y nuestro plan es finalizar 2014 con 37 nuevas tiendas en este mercado”, explican desde Mango. El grupo cuenta con 170 establecimientos en el país.

 

Inditex cuenta con 418 establecimientos (seis más que a principios de agosto), 78 de los cuales corresponden a Zara, setenta a Pull & Bear, 35 a Massimo Dutti, 75 a Bershka, setenta a Stradivarius, 55 a Oysho, 28 a Zara Home y ocho a Uterque. Desde el pasado 1 de agosto, el gigante de la distribución de moda cuenta además con otros tres establecimientos de Lefties, dos en Moscú y un tercero en San Petersburgo.