Entorno

La moda francesa se prepara para el golpe: anticipa una caída de hasta el 25% en 2020

Las previsiones del Institut Français de la Mode contemplan tres escenarios. En el más optimista, el descenso de las ventas llegaría al 17% este año.

I. P. G.

27 jul 2020 - 04:57

La moda francesa se prepara para el golpe: anticipa una caída de hasta el 25% en 2020

 

 

El corazón europeo de la moda también pone cifras al golpe del coronavirus. Tras los duros meses de cierre del comercio, la moda francesa prevé concluir este año con una caída de las ventas de hasta el 25%, según las estimaciones del Institut Français de la Mode (IFM).

 

Según los últimos datos disponibles, recogidos por el IFM a partir de un panel de comercios de moda en Francia, las ventas de moda en el país se hundieron un 53% en marzo en relación al mismo mes del año anterior.

 

Marzo fue un mes casi inhábil para el sector, ya que las tiendas se cerraron el 17 de marzo para contener el avance de la pandemia del coronavirus. El IFM subraya que las tiendas que distribuyen principalmente alimentación, como Monoprix o los supermercados, continuaron operativos, los consumidores “priorizaron las compras de necesidad”. Ni siquiera el canal online logró salvar el comercio de moda en el país, con una caída media del 17%.

 

 

 

 

En el cierre del primer trimestre, el comercio de moda en Francia acumulaba un descenso del 16,8% respecto al mismo periodo de 2019. Las ventas en tiendas físicas registraron una caída del 18,7%, mientras que el comercio electrónico retrocedió un 6%.

 

“Para los próximos meses, las incertidumbres son numerosas”, destaca el IFM. “No podemos descartar hoy un cambio en el comportamiento de los consumidores”, añade la entidad, que anticipa un retorno del consumo “progresivo”.

 

El instituto trabaja con tres escenarios para el cierre de este año. El más optimista contempla una caída del 17%, teniendo en cuenta que el consumo fuera volviendo a la normalidad hacia finales de año y que el segundo semestre se cerrase en niveles comparables a los de 2019.

 

En el segundo escenario, el que el IFM considera más probable, las ventas caerían un 5% en la segunda mitad del año y se cerraría el ejercicio con una caída del 20%. Por último, el pronóstico más pesimista contempla un descenso de hasta el 25%, teniendo en cuenta una bajada del 10% en el segundo semestre.

 

 

 

 

Sucesión de concursos

Francia declaró el cierre del comercio el 17 de marzo, tres días después de que en España se decretase el estado de alarma. Las tiendas comenzaron a abrir sus puertas a mediados de mayo y, aunque las imágenes de las colas en tiendas de cadenas como Zara se hicieron virales en Internet, la afluencia en general fue moderada.

 

El cierre del comercio ha sido la gota que ha colmado el vaso para varios retailers franceses que se enfrentaron a la crisis del coronavirus ya en una débil posición. Es el caso, por ejemplo, de Camaïeu, que entró en concurso de acreedores en mayo.

 

El Gobierno está buscando un comprador para la cadena de moda, que cuenta con 3.900 empleados y más de 800 tiendas en todo el mundo. La empresa, que en 2019 pasó a manos de sus acreedores, acumula una deuda de 250 millones de euros.

 

 

 

 

También terminó en los juzgados Naf Naf. La compañía estaba en manos del grupo chino La Chapelle y fue rescatada del concurso por la empresa turca Sy International, uno de sus principales proveedores.

 

Otro grupo que ha cambiado de manos durante este periodo ha sido Orchestra-Prémaman. La compañía se había acogido al proceso de salvaguarda (similar al preconcurso de acreedores en España) el pasado septiembre y fue rescatada por su fundador, Pierre Mestre.

El grupo de moda infantil Kidiliz, por su parte, incorporó en julio a Patrick Puy, presidente de Vivarte, para acelerar su reestructuración, con la vista puesta en entrar en concurso de acreedores.

 

Ni siquiera los gigantes han resistido a la crisis. Celio, una de las mayores compañías de moda masculina del país, se acogió en junio al proceso de salvaguarda para preservar su tesorería tras el cierre forzado del comercio.