Entorno

La moda europea tiembla ante la cuarta ola del coronavirus

El aumento de los contagios ha provocado medidas de confinamiento en Italia y Francia, mientras Alemania se ve obligada a extender las medidas actuales hasta el mes de abril.

Christian De Angelis

22 mar 2021 - 04:56

La moda europea tiembla ante la cuarta ola del coronavirus

 

 

Las principales economías europeas se preparan para la cuarta ola de contagios del Covid-19 y ponen en marcha una batería de medidas ya conocidas para hacer frente a la propagación de la enfermedad y el colapso de los sistemas sanitarios. La moda, que todavía no ha salido del pozo un año después del estallido de la pandemia, se enfrenta a las consecuencias de las restricciones a la movilidad y la apertura de comercios con el recuerdo reciente de una tercera ola más negativa para el consumo que la segunda y con un cliente más agotado tras un año de pandemia.

 

En España, la enfermedad empieza a coger fuerza de nuevo tras una larga tendencia a la baja: a la espera de los posibles efectos del Puente de San José y la cercana Semana Santa, los contagios en la última semana han subido en las provincias de Badajoz, Ciudad Real, Palencia, Cuenca, Valladolid, Segovia, Santa Cruz de Tenerife, Gipuzkoa, Álava, Guadalajara, Almería, Huelva, Lugo, Cantabria, Bizkaia y Zamora por encima del 10%.

 

El peor escenario es el de Cáceres, donde los casos han subido un 166% en la última semana. Además, como ocurre en la mayoría de los países europeos, la cepa británica (más contagiosa) es la dominante en los nuevos casos en España, donde el Gobierno y las comunidades ya han acordado prohibir la movilidad entre autonomías (pero con libertad dentro de cada región).

 

En la Unión Europea, las tres olas han tenido un efecto notorio en la evolución del comercio minorista, aunque ni la segunda ni la tercera han tenido ni de lejos el efecto devastador de la primera, cuando las ventas se hundieron a ritmos del 6,3% en marzo, del 17,6% en abril y del 2,6% en mayo.

 

 

 

 

Sin embargo, los efectos de la tercera ola hacen que la incipiente cuarta ola preocupe más: tras provocar que el comercio minorista se resintiera sólo un 1,5% en noviembre en la Unión Europea (con descensos que llegaron al 2,2% en la zona euro y al 6,3% en España), la tercera ola causó en enero un desplome interanual de las ventas del 4,8% (5,9% en la zona euro y 8,5% en España).

 

En el caso de España, la relajación de las restricciones y la confianza de los consumidores (particularmente ante la expectativa de llegada de las vacunas) no han permitido que las ventas minoristas suban en ningún momento desde febrero de 2020. En la moda, el resultado es aún más dramático, con caídas ininterrumpidas de más del 20% mes a mes desde el estallido de la pandemia. Los últimos resultados del Indicador del Comercio de Moda, elaborados a partir datos de la Asociación Empresarial del Comercio Textil, Comercios y Piel (Acotex), señalan que enero fue el peor mes desde mayo del año pasado, con un descenso de las ventas del 53,2%.

 

 

 

 

 

Oleada de restricciones

Ante el repunte de contagios, Francia ya ha confinado París y otras 16 regiones de alrededor de la capital (que suman un tercio de la población del país), donde los datos son particularmente negativos. El confinamiento en Francia es menos restrictivo que los anteriores, pero incluye el cierre de comercios no esenciales y permite salidas sin limitaciones a espacios exteriores. El Gobierno francés obliga a los ciudadanos a descargarse en sus móviles una declaración jurada para justificar las salidas, en un procedimiento mucho más complejo que en el pasado.

 

Italia es otro de los países que ha puesto en marcha medidas, después de que el viernes registrara 25.735 casos nuevos de coronavirus. Desde hoy y hasta el 6 de abril, las regiones donde el número semanal de contagios supere los 250 por 100.000 habitantes pasarán a ser consideradas rojas. La clasificación afecta a regiones como la Lombardía y el Lacio, e implica el cierre de escuelas, liceos y universidades, así como de bares, cafeterías y restaurantes, excepto para llevar.

 

En el caso de Alemania, la subida de los casos llega en un plena desescalada y ha provocado que el Ejecutivo de Angela Merkel planee, por ahora, extender el confinamiento vigente actualmente durante todo el mes de abril.