Entorno

La moda, ante el fin de una era: unión, sostenibilidad y formación, la receta de las patronales

Representantes de las patronales del sector se dieron ayer cita en Madrid con motivo de una nueva edición de 10 Years, 10 Topics.

Iria P. Gestal

26 sep 2019 - 04:54

La moda, ante el fin de una era: unión, sostenibilidad y formación, la receta de las patronales

 

 

Una tormenta perfecta ha cogido a las compañías de moda con el pie cambiado. Con el sector en transformación, el consumo de ropa en descenso y la amenaza de una recesión en el horizonte, la industria y la distribución se enfrentan a un cambio de dimensiones titánicas con poco pulmón. En este contexto, las patronales y asociaciones de la moda en España reivindican la necesidad de crear “un relato” común para poner en valor el sector tanto de cara a los consumidores como a las instituciones.

 

Representantes de las mayores organizaciones del sector en España se dieron cita ayer en Madrid en el marco de la última edición de 10 Years, 10 Topics, un ciclo de encuentros organizado mensualmente con motivo del décimo aniversario de Modaes.es.

 

En esta ocasión, el encuentro coincidió con la presentación de la última edición de Informe económico de la moda en España, elaborado por Modaes.es junto con el Centro de Información Textil y de la Confección (Cityc) y con el apoyo de Moddo.

 

 

 

 

El informe revela que el peso de la moda sobre el conjunto del Producto Interior Bruto (PIB) de España se redujo una décima en el último año, hasta representar el 2,8% del total, aunque continúa estando por encima del aporte del sector primario.

 

Los participantes en el encuentro coincidieron en que, aunque los datos no pueden aislarse del contexto global de desaceleración, el negocio de la moda se encuentra ante un problema estructural mucho más desafiante.

 

“Lo que nos viene es un terremoto de igual o similar magnitud al que supuso la entrada de China en la OMC en 2005”, sentenció Manuel Díaz, vicepresidente del Consejo Intertextil Español (CIE). “Se disfrazará de crisis coyuntural, pero si miramos los cimientos, sólo hay arena porque estamos ante un cambio de modelo definitivo”, opinó. 

 

 

 

 

El mensaje fue suscrito por gran parte de los participantes, que hicieron hincapié en el papel que tendrá la sostenibilidad en el nuevo modelo de la moda y en la necesidad de mostrar un frente unido.

 

“El Fashion Pact nos va a caer a todos”, resumió Joan Canals, presidente de la Agrupación Española del Género de Punto (Aegp). “Vamos a pasar de un escenario en que lo que prima es la producción por la producción, el low cost, a otro donde seguramente no se van a hacer tantas prendas, pero serán mejores, con más durabilidad”, opinó el empresario.

 

Una de las barreras para afrontar esta transformación es, según los empresarios, el tamaño. “El gran problema es el tamaño”, sostuvo David García, secretario general del clúster catalán de la moda Modacc. “Estamos ante un cambio de modelo, pero la mayoría de empresas son familiares y no están dispuestas a acelerar esta transformación”, coincidió Javier Oñate, director general del Centro Tecnológico del Calzado de La Rioja (Ctcr).

 

 

 

 

La tiranía del precio fue otro de los asuntos recurrentes en la mesa. En este aspecto, Josep Moré, presidente de Texfor, recordó que en el último año han subido los precios del personal, de la energía, de los tintes y de los productos químicos. “Estamos trabajando con márgenes irrisorios”, opinó. “Si desde las empresas de distribución se mirara un poco más aquí, la industria respiraría”, afirmó.

 

El problema se extiende también a las empresas de distribución. Eduardo Zamácola, al frente de la Asociación Empresarial del Comercio Textil, Complementos y Piel (Acotex), apuntó que “el gran problema es la rentabilidad: cómo hacemos que nuestros negocios sobrevivan”. “Tenemos que apostar por crear marca y, aunque la sosteniblidad está en boca de todos, todavía son pocos los consumidores que lo valoran: la gente sigue buscando el chollo”, opinó.

 

En la misma línea, José Monzonis, presidente de la Federación de Industrias del Calzado Español (Fice), recordó que el sector se enfrenta a este escenario con los márgenes a la baja. “La absoluta imposición del precio en Europa nos hace recurrir a otros mercados no europeos, y eso supone también más costes; la única opción para seguir avanzando es ganar tamaño”, opinó.

 

Ahí entra también el rol de las patronales: unir fuerzas para compensar el hándicap del tamaño. “La competitividad del sector tiene que ver con tener una estrategia global como empresa, pero las pymes no tienen tanta capacidad; para eso estamos las asociaciones, para hacer tejido entre las pequeñas empresas”, apostilló.

 

 

 

Un relato común

Sin embargo, no sólo el tejido empresarial de la moda está atomizado: también lo está el asociativo. En este sentido, los asistentes al encuentro apostaron por una necesidad de una mayor unidad entre las patronales y una mayor implicación por parte de la administración.

 

“Debemos elaborar un relato común para que el mensaje de los operadores sea uniforme; con la apuesta por la sostenibilidad, seguramente tendrán que subir los precios, y esto hay que explicarlo”, sostuvo Félix Bellido, presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Marroquinería (Asefma). “Va a ser determinante, muchas empresas tendrán que cerrar”, aseguró.

 

Manuel Díaz también insistió en la necesidad de ejercer como lobby ante las administraciones, aunque otros participantes opinaron que también el Gobierno debe mover ficha. “Yo le pediría que se implique en la problemática del sector”, opinó Canals. “En otros países hay un cierto tutelaje, aquí se nos reúne cada seis meses sólo para hablar de los Premios Nacionales de la Moda, la Administración pasa de nosotros todo lo que puede”.

 

 

 

Marta Castells, por su parte, apostilló que sí se trabajó de manera conjunta para elaborar la Agenda de la Industria, aunque el proyecto todavía no ha salido adelante porque el Gobierno está en funciones.

 

Los empresarios también reclamaron una mayor agilidad en materia formativa, otro aspecto clave para el sector. “No puede ser que el Sepe lleve cinco años con un documento sobre la especialidad de patronaje por ordenador y todavía no esté publicado en el BOE”, reclamó Carmen Torres, secretaria general de Modaespaña. “Llevamos cinco años sin poder formar a patronistas, y cuando se publique, ya no sirve”, sentenció.

 

“Hay que agilizar todos los procedimientos –coincidió Marián Cano, presidenta ejecutiva de la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado (Ateval)-; si en el País Vasco se puede modificar un certificado de profesionalidad en seis meses, estamos en desventaja”.

 

Otras de las peticiones que se trasladaron al Gobierno fue una mayor regulación: “que las empresas paguen por la huella de carbono –propuso Javier Morillo, presidente de la Asociación Industrial Textil de Proceso Algodonero (Aitpa)-; si Amazon decide traer una prenda en avión desde Bangladesh, que pague impuestos”.

 

¿Y a las grandes empresas? Modesto Lomba, al frente de la Asociación Creadores de Moda de España (Acme), pidió a grupos como Inditex que “lideren el movimiento sostenible”. “Se nos está empujando hacia una nueva etapa en el sector de la moda, con una mayor presión sobre el impacto medioambiental”, subrayó.