La industria española de la moda mide el golpe del Covid-19: desplome de la producción y el comercio

La industria española de la moda comienza a poner cifras al año más duro de su historia. Las estadísticas provisionales de actividad, empleo, producción, exportaciones y comercio apuntan a un fuerte golpe y revelan históricas caídas durante los meses de confinamiento pero también en los meses posteriores, alejando, al menos por ahora, la posibilidad de una recuperación en V.

Los datos han sido recopilados en la última edición del Informe Económico de la Moda en España, elaborado por Modaes.es con la colaboración del Centro de Información Textil y de la Confección (Cityc) y de Accenture.

El empleo, por ejemplo, comenzó ya el año a la baja. El número de afiliados a la Seguridad Social en el textil, la confección y el cuero y el calzado anotó descensos de casi el 3% en enero y febrero y otro 6,7% en marzo, para desplomarse a doble dígito en abril, mayo y junio, los meses más duros del confinamiento en España.

En julio, el primer mes completo sin restricciones a la actividad en España, el descenso interanual se situó en el 9,3%. En agosto se moderó hasta el 6%, pero en septiembre ha vuelto a acelerarse hasta el 6,6% en relación al mismo mes del año anterior.

Similar ha sido la curva dibujada por la actividad industrial. Tanto la producción como la cifra de negocios de los tres subsectores de la industria de la moda llegó a desplomarse casi un 80% en abril, cuando la actividad industrial fue suspendida durante dos semanas, salvo en aquellas empresas que adaptaron su actividad para producir equipos de protección individual (EPIs).

Desde entonces, el sector continúa registrando descensos a doble dígito. Sólo el textil ha logrado encarar ya la recuperación, con subidas en julio y agosto tanto en el Índice de Producción Industrial (IPI) como en el Índice de Cifra de Negocios (ICN).

Con todo, el incremento se debe a que gran parte de las fábricas que paraban durante un mes en verano han optado por continuar operativas este año después del parón provocado por el estado de alarma.

En la confección, el IPI ha llegado a caer cerca del 80% y no ha dejado de ir a la baja en los últimos meses con datos disponibles, con caídas del 29,6% en junio y del 23,9% en julio. Los resultados son similares en la industria del cuero y el calzado.

Incluso las exportaciones, una de las principales vías de escape del sector español de la

moda durante la anterior crisis económica, han ofrecido una larga lista de datos negativos

en los últimos meses, con caídas a doble dígito motivadas por la contracción de la demanda

internacional y el freno al comercio global.

El dato más preocupante es, sin embargo, el de la evolución de las ventas del comercio de

moda. De enero a septiembre, la facturación del comercio textil, de complementos y piel ha caído un 34% en relación el mismo periodo del año anterior, a pesar de que el Índice de

Comercio al por Menor (ICM) general ha moderado con fuerza sus caídas en los últimos

meses.