Entorno

La industria de la moda confirma su ralentización y ‘flaquea’ en los primeros nueve meses

Los principales índices del sector han ido descendiendo con el trascurso de los meses, además de que las exportaciones de textil, confección y calzado se han ralentizado entre enero y septiembre de 2018.

Jaime Cevallos

4 dic 2018 - 04:47

La industria de la moda confirma su ralentización y ‘flaquea’ en los primeros nueve meses

 

 

La industria textil flaquea después de tres años de bonanza. El sector ha reducido su velocidad en los nueve primeros meses del año, en medio de una desaceleración generalizada de la economía española y de un entorno mundial complicado, debido, sobre todo, a la aplicación de medidas proteccionistas que están poniendo en jaque el comercio internacional.

 

Entre enero y septiembre, los principales indicadores relacionados con la facturación, ventas, precios y empleo se han ido enfriando con el devenir de los meses, llegando a situarse por debajo de los registros marcados por la economía española.

 

Tras marcar un inicio vigoroso en 2018, el sector vio cómo su cifra de negocio fue menguando, llegando a caer un 8,4% en septiembre, en contraposición con lo que sucedió con el conjunto de las industrias españolas, donde se registró un crecimiento promedio de 3%.

 

 

 

 

En concreto, el textil arrancó el año con un prometedor crecimiento de 7,6% en enero, pero dos meses más tarde su facturación retrocedió un 7,1%. Sin embargo, volvió a recuperarse en abril, cuando marcó el máximo del año al crecer un 10,6%.

 

La confección también fue una víctima del entorno complicado, ya que mantuvo su facturación en negativo durante siete meses, siendo abril y julio los más dulces para este subsector, ya que en esos meses anotó unos crecimientos de 10,6% y 6,7%, respectivamente.

 

En cambio, el calzado registró un mejor comportamiento, ya que su facturación fue al alza durante seis meses, destacando su evolución en abril, cuando su crecimiento se situó en 21,6%. Sin embargo, este subsector también ha padecido los embates relacionados con la desaceleración económica, y en enero y marzo marcó un descenso de 7,1%.

 

 

 

 

Por su parte, la producción industrial del textil arrancó 2018 encadenando dos meses en positivo, con incrementos de 8,2% y 4,6%. Estos valores estuvieron por encima de la media de toda la industria española, donde las alzas sólo fueron de 3,3% y 2,8%, respectivamente.

 

A partir de marzo, cuando comenzaron a dejarse ver los primeros nubarrones en la economía española, la producción industrial del sector comenzó a dar síntomas de debilidad, registrando un descenso de 7,3%. Desde entonces, se han mantenido por debajo del índice general y ha entrado en una especie de subibaja, hasta cerrar septiembre con una caída de 10,7%. De hecho, la caída del noveno mes del año ha sido la más acusada desde agosto de 2013.

 

En este contexto, los precios industriales del textil han ido subiendo de una manera moderada, plasmando su mayor pico en abril, con un alza de 0,4%. En la confección fue donde más llegaron a encarecerse los precios, ya que este subsector empezó el año con un incremento de 0,9%, para luego ir descendiendo de manera paulatina hasta cerrar septiembre con una caída de 0,3%.

 

 

 

 

En cambio, el cuero y calzado, que es el subsector más inflacionista de la moda, mantuvo un ritmo uniforme de crecimiento en los primeros nueve meses del año, moviéndose entre el repunte de 0,5% registrado en enero hasta el 0,4% en septiembre. El pico lo marcó en junio, con un alza interanual de precios industriales del 0,8%.

 

La creación de empleo baja una marcha

El empleo en el sector de la moda también se ha debilitado a lo largo del año, yendo en línea con las tendencias que se han registrado en los índices de producción industrial y de cifra de negocio del sector en el transcurso de los primeros nueve meses del año.

 

Tras crecer a ritmos del 3% en 2015 y gran parte de 2016, la cifra de afiliados de la industria de la moda en España a la Seguridad Social alcanzó la cifra de 137.193 personas en septiembre, lo que representa un incremento de sólo 0,8%, el menor en lo que va del año.

 

La cifra de afiliados comenzó a bajar desde mayo, cuando se produjo un aumento de 2,2%, hasta 141.785 afiliados. Un mes después, el número llegó a 145.208. La cifra más baja se marcó en agosto, cuando el empleo en la moda española contabilizó 134.156 trabajadores.

 

 

 

 

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El ritmo de las exportaciones españolas también reflejó una clara ralentización, tras una subida de casi 10% en el año anterior. En 2018, las ventas al exterior de textil, confección, calzado y curtido registraron crecimientos más moderados.

 

Entre enero y septiembre de 2018, el sector registró unas ventas al exterior de 15.597,2 millones de euros, lo que representa un crecimiento de 1,5% respecto al mismo periodo de 2017.  En los primeros nueve meses del año anterior, las exportaciones llegaron a crecer un 8% respecto al anterior ejercicio.

 

El frenazo de la facturación en el exterior puede tener su origen en una caída de los precios de exportación del textil, porque en este año descendieron durante siete meses consecutivos. Los precios empezaron con una caída interanual del 0,7% en enero hasta llegar a julio con un retroceso de 0,6%. En agosto y septiembre el Índice de Precios de Exportación (Iprix) registró un repunte del 0,2%.

 

La confección también encadenó seis meses con sus precios de exportación a la baja, con descensos que han oscilado desde el 1,9% contabilizado en el primer mes del año hasta la caída de 0,3% de junio. Desde julio, el precio de la confección española en el exterior se ha recuperado.

 

En esa misma línea, los precios de exportación del cuero y la confección cerraron seis meses en negativo y en uno, concretamente agosto, mostraron una evolución plana. De hecho, los precios en el exterior del calzado sólo se elevaron en mayo y en septiembre, gracias a ligeros repuntes de 0,1% y 0,3%, respectivamente.