Entorno

La huelga general en Bangladesh pone en jaque el aprovisionamiento textil

Modaes

6 mar 2013 - 17:26

Bangladesh vive una oleada de huelgas y manifestaciones que pueden poner en riesgo el aprovisionamiento textil a escala internacional. Los ciudadanos del país encadenan un mes de protestas por la sentencia a muerte dictada contra el líder del partido islamista, Delwar Hossain Sayeedi, declarado culpable de llevar a cabo crímenes de guerra durante el conflicto que llevó al país a la independencia, hace más de cuarenta años.

 

Las manifestaciones, que empezaron en febrero con el inicio del juicio a Sayeedi, han ido acentuado su violencia, hasta el punto que ya se han cobrado cerca de sesenta víctimas en los enfrentamientos con las fuerzas del orden. Esta semana, las protestas se han endurecido y han derivado en huelgas. Como medida de presión, el partido islamista ha llamado a la huelga general, según informa la BBC.

 

Ante las amenazas de un parón en la producción, el Gobierno de Bangladesh se ha apresurado en asegurar que los cierres puntuales que se están sucediendo actualmente no están afectando a la actividad industrial habitual.

 

Por su parte, diferentes patronales del textil del país, como la asociación de fabricantes y exportadores de prendas (Bgmea, en sus siglas en inglés) y la agrupación de productores y exportadores de punto (Bkmea, en sus siglas en inglés), así como la federación de cámaras de comercio de Bangladesh, han expresado a las autoridades su preocupación por las consecuencias de las manifestaciones y las huelgas.

 

El presidente de Bgmea, Shafiul Islam, ha asegurado que las empresas de moda que se aprovisionan en Bangladesh han amenazado con cancelar los pedidos que no se sirvan a tiempo, según Just-Style. De hecho, la asociación empresarial ya se ha quejado de los retrasos en los envíos que está provocando la huelga, así como de los problemas que están teniendo las fábricas para recibir de India o China sus pedidos de tejidos.

 

Negociación de las medidas de seguridad

 El clima de protesta que vive Bangladesh tiene lugar en pleno proceso de negociación entre el Gobierno y la industria textil del país para mejorar la seguridad de las fábricas del sector y las condiciones laborales de sus trabajadores.

 

Las autoridades del país, el segundo exportador mundial de prendas, han cedido a las presiones institucionales de Estados Unidos y la Unión Europa, así como de los principales grupos de distribución de moda, para activar medidas que eviten nuevas tragedias en la industria.