Entorno

La guerra comercial de Trump pone en jaque a los 180.000 millones del textil europeo

El freno de los intercambios comerciales de Estados Unidos con algunos de los mayores productores mundiales del sector podría redireccionar gran parte de estos volúmenes al mercado europeo.

S. Riera

10 jul 2019 - 04:57

La guerra comercial de Trump amenaza los 180.000 millones del textil europeo

 

 

El textil europeo, amenazado de nuevo por la política proteccionista de Donald Trump. Los ingresos de 178.000 millones de euros que generan al año las cerca de 171.000 empresas del sector textil y confección de Europa vuelven a estar en jaque, esta vez por las consecuencias de la estrategia comercial del Gobierno de Estados Unidos, ya sea frenando los flujos comerciales con algunos de los mayores hubs productivos del textil como de manera directa, como con el pulso que mantienen Washington y Bruselas.

 

Escalada de la competencia y caída de los precios. Estas podrían ser las primeras consecuencias de la entrada del textil y la confección en la batalla comercial entre Estados Unidos y China. Y es que el mercado europeo es el mejor posicionado para que el gigante asiático redireccione sus flujos comerciales que hasta ahora tenían como destino el territorio estadounidense.

 

Todo indica que las nuevas tasas arancelarias con las que la Administración Trump penaliza las importaciones de artículos textiles procedentes de China les restarán competitividad en el suelo estadounidense. Ante este escenario, expertos vinculados a la industria europea del textil advierten que parte de esta mercancía que tenía como destino Estados Unidos termine finalmente en los países de la Unión Europea.

 

 

 

 

A pesar de que el textil europeo todavía no ha notado estas consecuencias, sí está atento a lo pudiera suceder, porque ve el mercado europeo como el mejor posicionado para que China se deshaga de los stocks que expulsa Estados Unidos. Sin embargo, esta misma situación puede producirse también con otros dos de los mayores productores textiles del planeta: India y Turquía, a los que el Gobierno de Washington ha sacado del programa del Sistema Generalizado de Preferencias (GSP, por sus siglas en inglés).

 

En una misma semana, el Ejecutivo estadounidense quitó primero a Turquía este estatus el pasado 28 de mayo. Después lo rescindió a India. Este estatus, con el que también trabaja la Unión Europea, se otorga a aquellas economías en vías de desarrollo para apoyarles en su despegue comercial con ventajas arancelarias. Una vez se considera que estos países han alcanzado determinados estándares de economía desarrollada, pierden el estatus y empiezan a operar bajo los mismos criterios que el resto de países.

 

 

Tensión bilateral

Por otro lado, las relaciones bilaterales entre Washington y Bruselas tampoco atraviesan su mejor momento. Después de que el Parlamento Europeo pusiera trabas a la forma en que Estados Unidos y la Comisión Europea planteaban reanudar las negociaciones para el tratado de libre comercio, las conversaciones han vuelto a congelarse.

 

Pero además, la tensión entre ambas administraciones ha subido de tono por el enfrentamiento por la política de subvenciones en la industria aeronáutica. Estados Unidos fue el primero en denunciar a la Unión Europea ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por una presunta distorsión del mercado aeronáutico por las ayudas que otorga a Airbus. Poco después, Bruselas respondió con la misma moneda.

 

 

 

 

Sin embargo, en este pulso, Estados Unidos juega con ventaja. El Gobierno de Trump planteó ya un listado de aranceles a importaciones europeas, algunos de los cuales afectan al textil, para compensar la política de ayudas a Airbus. En el caso de que la OMC falle a favor de Estados Unidos, tardará en torno a seis meses en hacer lo propio con la Unión Europa. Se prevé que la decisión con respecto a la denuncia de Washington sea en septiembre.

 

Las patronales europeas del textil y la confección (Euratex), la de la gran distribución (Ebca) y la estadounidense de la moda y el calzado (Aafa) presentaron ante Bruselas y Washington una declaración conjunta mostrando su desacuerdo en que el resto de sectores económicos deban pagar la disputa en la política en el ámbito aeronáutico.

 

En este sentido, el listado preliminar que presentó Estados Unidos incluía subidas arancelarias a las importaciones europeas de algunos hilados, textiles para el hogar, ciertas prendas de vestir y algunos artículos de viaje. El listado de la Unión Europea incluía algodón virgen y usado.