La facturación de la confección se hunde un 17,7% en Europa en 2020

La industria europea de la moda pone cifras al peor año de su historia reciente. En 2020, la facturación de la industria textil en la Unión Europea se contrajo un 9,3%, mientras que la de la confección anotó un desplome del 17,5%, según datos de la patronal europea Euratex. 

A mediados de año, las caídas interanuales de la producción llegaron a superar el 50%. Ya en el último trimestre de 2020 se registró una ligera recuperación en la industria textil, que rebotó un 1,6% respecto al mismo periodo año anterior. El sector de la confección, en cambio, anotó un descenso del 6,8%.

Las exportaciones de textil y confección de la Unión Europea retrocedieron un 13,6% el año pasado. Las importaciones, sin embargo, aumentaron un 5,5% gracias al aumento de la demanda de equipos de protección individual (EPIs), particularmente mascarillas. Las compras de este tipo de artículos a China pasaron de mil millones de euros en 2019 a 20.000 millones de euros en 2020.

Las ventas a Estados Unidos fueron las que más se resintieron entre los principales destinos extracomunitarios, con un descenso del 18,8%. Le siguieron Rusia, con un descenso del 14,1%, y Reino Unido, con un descenso del 12,7%. Los cinco mayores proveedores del continente también redujeron sus ventas a la Unión Europea salvo China, que las elevó un 46,9%. 

Euratex destaca los problemas en la cadena de suministro como una de las grandes amenazas para la recuperación del sector 

“Las compañías europeas de textil y confección han mostrado una gran resiliencia y flexibilidad durante la pandemia”, ha apuntado Dirk Vantyghem, director general de Euratex. Con todo, el ejecutivo ha subrayado que el sector se enfrenta todavía a “grandes desafíos” y que debe crear “un marco para apoyar a estas compañías en su proceso de transición”.

Aunque el indicador de confianza empresarial en Europa remontó tanto en el textil como en la confección en marzo, Euratex precisa que estos signos de recuperación pueden verse contrarrestados por las disrupciones en la cadena de valor: el aumento de los precios de las materias primas y los costes de transporte y las “disrupciones políticas” en países como China o Myanmar.

La industria textil y de la confección de la Unión Europea cuenta con cerca de 160.000 empresas que emplean a un millón y medio millones de trabajadores y generan anualmente más de 60.000 millones de euros de exportaciones.