La Autoridad Catalana de Competencia ataca las restricciones al libre comercio

La Autoridad Catalana de la Competencia (Acco), un organismo independiente adscrito a la Generalitat catalana, ha emitido un informe que ataca con dureza la normativa comercial autonómica, una de las más restrictivas del Estado con respecto a horarios comerciales y a la implantación de nuevos establecimientos de gran formato.

Según el estudio, que analiza la regulación autonómica de los últimos quince años, la normativa introduce restricciones “injustificadas” a la competencia que no cumplen con sus supuestos objetivos: proteger al comercio tradicional (al sector formado por los conocidos como botiguers, tenderos en catalán) frente a los grandes grupos de distribución.

Muy al contrario, el informe sostiene que las “barreras de entrada” introducidas por la normativa y las restricciones a la libertad de horarios han supuesto un freno a la modernización y la especialización de los comercios tradicionales y, además, han desviado fuera de Cataluña inversiones empresariales. Al restringirse la entrada de centros comerciales, el pequeño comercio tampoco ha contado con lo que la Acco define como unos “polos de atracción” para la clientela.

Según la Acco, los tenderos gozan de unas rentas “no justificadas por razones de mercado”, ya que, al contar con un bien “escaso” como son las licencias comerciales, se ha favorecido una fuerte “especulación” en el momento de su transmisión. El estudio apunta que los consumidores son “los grandes perjudicados” por esta política comercial restrictiva, que ha generado también efectivos negativos sobre los precios, según recoge la agencia Efe.

Equivalente autonómico a la Comisión Nacional de la Competencia, la Acco tiene como misión promover la competencia en el ámbito autonómico y tiene potestad sancionadora ante actividades económicas que se ejercen principalmente en Cataluña. Más allá de su tarea ejecutiva, la Acco realiza informes y estudios no vinculantes sobre aspectos regulatorios y de mercado.