Entorno

Japón: el renacer de un gigante para la industria del lujo

Sarah García

10 jun 2013 - 04:23

Japón ha vuelto. El país asiático, que ha pasado más de una década sumido en una importante recesión y una posterior fase de crecimiento moderado, vuelve a contar con el apoyo de los principales operadores internacionales del lujo, que ven como los consumidores nipones compran de nuevo y, en consecuencia, elevan su facturación en el mercado y vuelven al crecimiento que habían obtenido años atrás.

 

La economía del país nipón, que se sitúa entre las ocho primeras del mundo, creció en 2012 un 2%, frente al retroceso del 0,6% del conjunto de la zona euro, según las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI). Para los próximos dos años, la institución económica prevé un crecimiento para el país del 1,6%, en 2013, y del 1,4%, en 2014. En el caso de la zona euro, la previsión del FMI es del -0,3% para 2013 y del 1,1% en 2014.

 

Esta diferencia de previsiones refleja una situación actual muy distinta a la que se dio hasta el año pasado. Japón pasó de ser un país por el que apostar a ser una opción que no se contemplaba y que quedaba eclipsada por el emergente asiático por excelencia: China. A la complicada situación interna de Japón se sumó el desastre medioambiental ocurrido en 2011, que hizo que muchos operadores internacionales tuvieran que cerrar tiendas y replantearse su estrategia allí.

 

Ahora, impulsados por un impacto en el cambio de divisas favorable, provocado por una nueva política económica del recién nombrado ejecutivo del país, los precios de las principales compañías del sector del lujo han descendido. Esto ha elevado las ventas y ha repercutido positivamente en las cuentas de resultados de grupos como LVMH, Kering (antiguo PPR) o Richemont.

 

Compañías como Harry Winston, Tiffany o la misma LVMH ya han anunciado que elevarán precios en Europa para compensar las diferencias de precios y mitigar el descenso de ventas en el continente. En el caso del gigante francés del lujo, el incremento puede llegar al 12%.

 

En el primer trimestre de su actual ejercicio, la empresa liderada por Bernard Arnault ha registrado un incremento del 12% en su facturación en Japón. El país nipón copa el 8% de la cifra de negocio total de LMVH, que en cifras del ejercicio 2012 se traduce en 2.248 millones de euros.

 

La división de lujo de Kering, tercer operador mundial del lujo y principal rival de LVMH junto al grupo suizo Richemont, concluyó los tres primeros meses de su ejercicio actual con un incremento del 10% en Japón, país del que la compañía obtiene el 12% de sus ventas. En el caso de Hermès, que cuenta con una fuerte presencia en el mercado asiático, su cifra de negocio en el país nipón se incrementó un 7% en el primer trimestre.

 

Además del incremento en volumen de ventas, las principales compañías del sector están llevando a cabo una importante apuesta por el mercado japonés, como es el caso de Louis Vuitton, con colaboraciones como la que realizó con la artista local Yayoi Kusama o la que todavía mantiene con Takashi Murakami, o Loewe, que también ha apostado por el país con colaboraciones como la que ha anunciado recientemente con Junya Watanabe.

 

Aunque las principales compañías de la industria del lujo vuelvan a apostar por Japón y el consumo haya recuperado la senda del crecimiento, datos como los proporcionados por Bain & Co frenan ese nuevo entusiasmo por el mercado nipón.

 

La consultora prevé un crecimiento del mercado de los bienes de lujo en Japón del 5% en 2013, que se traduce en 21.000 millones de euros, frente a los 20.000 registrados en 2012. Este leve incremento se debe al importante descenso del consumo extranjero en Japón, que se sitúa entre el 30% y el 40% menos, frente al incremento del 5% y el 10% del consumo doméstico.

 

Este impacto negativo del turismo será una de las principales tendencias que definirán el mercado de los bienes de lujo en Japón en 2013, junto a otras como la devaluación del yen (que será del 16% en comparación con el 2012). Bain & Co también incluye en estas tendencias a la lucha de las enseñas de lujo para captar y fidelizar a un consumidor japonés con hábitos de compra variables, sobre todo en el caso de las generaciones jóvenes.

 

De cara al año que viene, el ejecutivo nipón ha confirmado su intención de incrementar los impuestos que se aplican a los bienes de lujo, así como de elevar el precio de las materias primas. Esa presión añadida por el Gobierno, liderado por Shinzo Abe, empujará a operadores internacionales a reajustar y valorar un posible cambio en su estructura de precios.