Entorno

Italia: el populismo y la inestabilidad amenazan en las urnas a un polo clave para la moda

El próximo 4 de marzo, el país celebrará elecciones generales. Las encuestas auguran una victoria del Partido Demócrata de Matteo Renzi, pero insuficiente para gobernar.

S. Riera / I. P. Gestal

26 feb 2018 - 04:53

Italia: el populismo y la inestabilidad amenazan en las urnas a un polo clave para la moda

 

 

Italia regresa a las urnas. El país celebrará elecciones generales el próximo 4 de marzo y, por ahora, las encuestas auguran que será difícil formar gobierno. Se prevé una victoria del Partido Demócrata de Matteo Renzi, pero insuficiente para gobernar, lo que obligaría a trazar una gran alianza al estilo alemán. Un escenario de incertidumbre como el de cuatro años atrás podría volver a poner en stand by la gobernabilidad un mercado estratégico para el negocio de la moda, que en 2016 generó ventas por 51.000 millones de euros.

 

La crisis, la migración y una nueva ley electoral que dificulta los pactos sobrevuelan estos comicios que abren un escenario similar al de 2013. Hay encuestas que señalan que el 45% de los electores aún no sabe a quién votar, otras aúpan al Movimiento Cinco Estrellas, ya sin el humorista Beppe Grillo. También está en este cóctel el Forza Italia de Silvio Berlusconi.

 

Igual que ocurrió en Austria, Francia o Alemania, existe también el temor a un viraje hacia la ultraderecha y los populismos ante la dificultad del país por dejar atrás de una manera clara la crisis económica y abordar la llegada masiva de migrantes en los últimos años.

 

 

 

 

De las mayores economías de la zona euro, la italiana es la que avanza a menor velocidad. Los últimos datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) marcaron un alza del Producto Interior Bruto (PIB) del 1,6% para 2017. No obstante, las previsiones de esta institución para el país transalpino para 2018 y 2019 son de avances más débiles, del 1,4% en 2018 y del 1,1% en 2019.

 

La situación económica en Italia es compleja, con una tasa de desempleo de en torno al 11%, que alcanza el 34% entre los jóvenes, y una deuda pública de 2,25 billones de euros, el equivalente al 131,6% del PIB. Desde la Comisión Europea se prevé que la economía italiana continúe apoyándose en el repunte cíclico global y en el aumento de su demanda interna para consolidar su crecimiento.

 

No obstante, las previsiones económicas de Bruselas están trazadas sobre un escenario sin cambios políticos en Italia. Un giro brusco del país hacia opciones populistas podría hacer tambalear la cuarta economía de la Unión Europea, que deberá también encauzar el crecimiento en plena retirada de la política de estímulos.

 

 

 

 

Italia es el tercer mercado de consumo de moda en Europa, por detrás de Reino Unido y Alemania. En 2016, las ventas de artículos de moda en el país ascendieron a 51.144 millones de euros, según un estudio de EAE Business School elaborado a partir de datos de Eurostat. Las previsiones para 2017 situaban la facturación del sector en 51.420 millones de euros y, para 2020, en 52.252 millones de euros.

 

En 2017, el comercio de moda en Italia marcó una evolución irregular, con fuertes subidas y descensos, cerrando el año en plano, según datos del Istituto Nazionale di Stadistica (Istat). En el caso del calzado y los artículos de piel y viaje, las ventas descendieron en diciembre un 0,3% respecto al mismo mes del año anterior. El conjunto del comercio en Italia redujo también las ventas un 0,3% en el último mes del año.

 

 

 

 

Polo clave para la moda

Italia es el tercer mayor exportador del mundo de textil y confección, con una cuota de mercado del 5,1% en 2016, según los últimos datos disponibles del Global Trade Atlas recogidos por el Osservatorio económico del Ministerio de Economía italiano.

 

El país se encuentra por detrás de China, rey indiscutible del comercio global de moda con una cuota del 41,9%, y de India, que copa un 5,4% del tráfico de mercancías del sector. 

En 2016, el último año completo del que hay datos disponibles, las ventas al extranjero de textil y confección italiana ascendieron a 29.430 millones de euros, de los cuales 19.564 millones eran de prendas de vestir y 9.866 millones de euros de textiles.

 

 

 

 

Durante la última década, el país transalpino ha incrementado cada año sus exportaciones salvo en 2008, cuando retrocedieron un 3%, y 2009, cuando se desplomaron un 19,7%. Pese a los retrocesos, la moda ha mantenido su papel dominante en el comercio exterior italiano, copando en torno a un 7% de las exportaciones del país cada año.

 

En 2017, las exportaciones italianas de moda superarán previsiblemente los 30.000 millones de euros. Sólo entre enero y octubre, las ventas ascendieron a 25.450 millones de euros, frente a los 24.560 millones del mismo periodo del año anterior.

 

Europa es el principal destino de las ventas extranjeras de moda italiana, copando más de la mitad de sus exportaciones, con 11.158 millones de euros en 2016. Por países, Alemania es su principal cliente, seguido de Francia y, en tercer lugar, Estados Unidos, con 2.080 millones de euros de exportaciones en 2016. Reino Unido, España, Hong Kong, Suiza, China y Rusia ocupan el resto del top ten, del que en el último año ha caído Japón.

 

 

 

 

Italia ha construido una potente imagen de marca país en torno al made in Italy, que en parte se apoya en la industria textil y del calzado. El sector está entre los estratégicos para la economía del país, junto al químico, automovilístico o al gastronómico.

 

A lo largo y ancho de su territorio se asientan los principales núcleos productivos de la industria italiana del textil y del calzado. La región de Como continúa siendo uno de los pilares del sector, en el que se concentra gran parte de la hilatura y tejeduría del país; Marcas, en calzado; Nápoles en sastrería, o Prato, en punto tricot.

 

Sobre esta última es donde más se ha puesto el foco en los últimos años, sobre todo tras un incendio en un taller de confección en 2014 en el que fallecieron siete personas y que desveló la transformación de esta región hasta convertirse en uno de los polos de la confección low cost en Europa, con miles de talleres regentados por ciudadanos de origen chino, la mayoría de ellos clandestinos. Durante dos años, las administraciones locales han trabajado para regularlos.

 

 

 

 

Italia es también un polo de aprovisionamiento clave para el calzado. Según las previsiones de Confindustria Moda para Assocalzaturifici, las exportaciones del sector cerrarán 2017 con un alza del 3,5%, hasta 9.196 millones de euros.

 

Entre enero y octubre, las exportaciones italianas de calzado ascendieron en valor a 7.778,6 millones de euros y, en volumen, a 180,6 millones de pares, marcando avances del 3,3% y del 1,5%, respecto al mismo periodo del año anterior.

 

Los países europeos continúan siendo los principales mercados del calzado italiano, no obstante, en el top ten de sus principales destinos persisten Estados Unidos, Rusia y Hong Kong.

 

 

 

 

China, Francia y España, ‘top 3’ de proveedores de moda de Italia

La moda italiana también se aprovisiona fuera, y el país importa marcas extranjeras para satisfacer su dinámico mercado local. En 2016, las compras de moda al extranjero alcanzaron 20.548 millones de euros, de los cuales 13.694 millones de euros eran prendas de vestir y 6.854 millones de euros, textiles. En total, el sector copa el 5,6% del total de compras de mercancías del país. Por su parte, las compras de calzado culminarán 2017 en torno a 4.671,32 millones de euros, un 0,6% menos que el año anterior.

 

La lista de proveedores del sector es una combinación de mercados cercanos con polos lejanos de aprovisionamiento, principalmente asiáticos. El grueso de la moda que importa Italia procede de China, Francia y España, con 4.310 millones, 1.480 millones y 1.305 millones de euros de importaciones en 2016, respectivamente. Le siguen Bangladesh, Alemania, Turquía,  Rumanía, India, Bélgica y Túnez.

 

La moda española, por su parte, ha ido abriéndose camino en el terreno del made in ItalyInditex llegó al país en 2002 con una apertura de Zara en Milán. Puerta con puerta con Prada, Versace o Armani, la primera tienda de la enseña estrella del grupo gallego recibió una media de 5.000 compradores al día durante las dos primeras semanas. Dieciséis años después, la empresa suma 400 tiendas en el país, una cuarta parte de ellas son Zara.

 

Mango, por su parte, cuenta con unos ochenta puntos de venta en el mercado italiano; Desigual, con cerca de un centenar, además de una fuerte expansión a través de una red de establecimientos multimarca además de corners en los grandes almacenes Coin. Uno de 50, Callaghan o Liwe Española son algunas de las empresas que han puesto Italia en su punto de mira.