Entorno

Globalización ‘made in China’: nueva ruta de la seda para la nueva industria de la moda

Frente a la tendencia proteccionista, Pekín presenta un plan para crear alianzas comerciales con más de sesenta países y dinamizar su economía y la de los países de su entorno en busca de estabilidad y nuevos mercados.

Silvia Riera

16 may 2017 - 04:58

 

Del histórico comercio de la seda a las nuevas rutas del aprovisionamiento de la moda. China da el último espaldarazo a la Nueva Ruta de la Seda, su siguiente macro plan para dinamizar su economía y extender su área de influencia. Algunos de los más de sesenta países que aborda el paso de los nuevos trayectos comerciales trazados por Pekín son territorios estratégicos para la cadena de valor del textil, como Pakistán, Egipto, Turquía o Etiopía.

 

Tras ejecutar una revolución industrial en tiempo récord y sentar las bases para modernizar la economía y derivarla hacia los servicios, el Gobierno de Pekín busca ahora desarrollar regiones aún pobres del país y ganar influencia en el Asia Central. Apoyándose en este trayecto comercial histórico, el gigante asiático busca ahora dinamizar nuevas regiones, buscar nuevos aliados y abrir nuevos mercados.

 

Los jefes de Estado y Gobierno de 29 países, entre ellos Mariano Rajoy, y representantes de casi un centenar de países atienden desde ayer en Pekín a la presentación oficial de la Ruta de la Seda, un macroproyecto de interés económico, cultural y social en el que China ha estado trabajando los últimos dos años.

 

 

 

 

 

 

En su comparecencia en el Foro Internacional sobre la Nueva Ruta de la Seda, el presidente de China, Xi Jinping, ha explicado que destinará 113.000 millones de dólares (103.000 millones de euros) para impulsar la construcción de infraestructuras, como carreteras, puertos o trenes de alta velocidad.

 

El plan implica 68 territorios más allá de China y entre las iniciativas pautadas se encuentran el tren que debe unir Madrid con la localidad china de Yiwu o un corredor entre China y Pakistán. El propósito es extender rutas comerciales entre China y Europa, que atraviesen Asia Central,  Oriente Medio y África. El Gobierno de Pekín ha trazado en este sentido trayectos intercontinentales, pero también marítimos, a través del canal de Suez.

 

No obstante, el macroproyecto comercial chino está aún en una fase incipiente y queda aún por concretar iniciativas. A medida que se avance en este sentido, los expertos señalan que irán observándose las ventajas económicas que reales y concretas que arroja el plan.

 

Con motivo del encuentro, el presidente español se ha reunido con su homólogo chino, quien que subrayado que en los últimos años se ha profundizado y ampliado la cooperación bilateral entre ambos países, pero ha señalado que podrían ampliarse a ámbitos como la agricultura, la biomedicina o la aeronáutica.

 

Pese que la industria textil ya no está entre las estratégicas del Gobierno chino, ésta continúa siendo de lejos la principal proveedora de la moda en España. En 2016, las importaciones españolas de artículos de moda procedentes de China ascendieron a 5.778,1 millones de euros. Por otro lado, China ha ido ganando posiciones como mercado de destino de las exportaciones españolas de moda, que en los últimos cinco años se han disparado un 66%, hasta 552,3 millones de euros.