Entorno

Gigantes de la moda se unen para exigir el ‘salario mínimo vital’ en los nuevos polos productivos

S. Riera

8 abr 2015 - 04:53

Los gigantes de la moda y los sindicatos amplían su colaboración. La española Inditex y la alemana Chibo se han comprometido con el sindicato IndustriAll para llevar la reivindicación de un salario mínimo vital (que permita vivir a una familia con dignidad) a países como Camboya, Indonesia, Vietnam y Etiopía. Otros dos de los grandes grupos del sector a nivel global, H&M y Gap, podrían sumarse a la iniciativa en breve.

 

Por ahora, Inditex y Chibo han firmado un memorándum de intenciones con IndustriAll para concretar los parámetros de una futura negociación colectiva en Camboya. Según el sindicato global, las negociaciones con H&M y Gap para sumarse a la iniciativa están en una fase muy avanzada. Con este pacto, las grandes compañías del sector reafirman su compromiso para presionar a sus proveedores para que se sienten a negociar con los representantes de los trabajadores un convenio sectorial.

 

“Sólo el planteamiento en sí es revolucionario, tanto por la implicación de las grandes multinacionales como por plantear una negociación colectiva en un país como Camboya”, explica Isidor Boix, coordinador de IndustriAll. “En estos países, la negociación colectiva sólo existe en la teoría, pero no en la práctica”, señala.

 

Boix recuerda que la tragedia del derrumbe del Rana Plaza en Bangladesh, en el que fallecieron más de un millar de personas, ha supuesto el inicio de una nueva etapa en la responsabilidad social corporativa. “Cuestiones como la del salario mínimo vital están planteadas desde hace tiempo, pero su impacto sobre la opinión pública occidental es actual”, apunta el representante sindical, que reconoce que ahora la disponibilidad de las grandes compañías occidentales es mucho mayor por la presión social.

 

IndustriAll ha impulsado el memorándum después de que a finales de 2014 un total de catorce multinacionales de la moda se comprometieran a asumir un incremento salarial en los precios de los productos que compran en este país asiático. Según la organización sindical, la negociación de un convenio sectorial es la única vía para que las buenas intenciones se traduzcan en mejoras en las condiciones de trabajo.

 

Pero los planes de los grandes de la moda y de IndustriAll pasan por llevar el memorándum más allá de Camboya. El objetivo de ambas partes es que sirva de plantilla para otros de los nuevos polos productivos del textil, como Indonesia, Vietnam y Etiopía. Por ahora, el proyecto está en una fase inicial. Las siguientes reuniones están previstas para finales de abril, primero con las principales marcas del sector y después con los grandes proveedores de cada uno de los países.

 

El primer país donde se desarrollará el memorándum para una posterior negociación colectiva será Camboya, un país en el que a principios de 2014 fallecieron cinco personas en un enfrentamiento con la policía a raíz de unas protestas por un incremento salarial. En septiembre, las protestas de los trabajadores volvieron a ganar intensidad y el Ejecutivo del país se vio obligado a desplegar el ejército para apaciguar la situación.

 

Aquel episodio fue el detonante para que algunos de los mayores distribuidores de moda, como Inditex, H&M, Primark o C&A, realizaran un comunicado conjunto para pedir al Gobierno y a la patronal de la industria textil del país un aumento del salario mínimo.

 

La presión de las multinacionales hizo ceder a la administración local, que en noviembre elevó el salario mínimo un 28%, hasta 128 dólares mensuales, lejos de los 140 dólares al mes que exigían los trabajadores. Con esta alza, el salario mínimo se situaba por encima del umbral de la pobreza, que el mismo Gobierno de Camboya estableció en 120 dólares.