Entorno

Gary Adams (US Cotton Trust Protocol): “Requiere inversión, pero volumen y sostenibilidad pueden ir de la mano”

El ejecutivo capitanea el US Cotton Trust Protocol, una herramienta para medir la sostenibilidad del algodón fabricado en Estados Unidos. 

R. C. / I. P. G.

19 oct 2020 - 04:34

Gary Adams es presidente National Cotton Council of America, la mayor organización del sector en Estados Unidos desde 2016. Este año, el ejecutivo ha capitaneado el lanzamiento del US Cotton Trust Protocol, una herramienta para medir la sostenibilidad del algodón producido en Estados Unidos. El proyecto ha impulsado este mismo mes un estudio sobre la sostenibilidad en el negocio de la moda, y los resultados son agridulces: es estratégica para el sector, pero es más cara. Gary Adams: (US Cotton Trust Protocol): “Las marcas tienen que mirar más allá de los muros impuestos por la pandemia”

 

Pregunta: Dice en el estudio que el consumidor es uno de los principales motores de la sostenibilidad. ¿Le importan también las materias primas?

Respuesta: Para saber más sobre de dónde provienen los materiales que se encuentran en el producto final se debe demandar más transparencia, ya no es algo que dependa únicamente de la marca. Pero también es interesante que hemos visto en la encuesta cómo saben que los consumidores están concediendo cada vez más importancia a la sostenibilidad, pero continúan siendo reticentes en gastarse más dinero en productos sostenibles.

 

P.: Pero usted dijo que el algodón sostenible no tiene que ser necesariamente más caro que el algodón normal…

R.: Esto abarca a toda la cadena de valor, y aunque para el granjero no es más caro, acceder a una materia prima sostenible a veces sí lo es. Dicho esto, sobre el precio final de un producto en tienda el coste real de los materiales tiene un porcentaje muy pequeño. El coste de la sostenibilidad está repartido durante toda la cadena de valor.  

 

P.: La encuesta dice que cuando hay una crisis económica, los consumidores parecen tener menos interés en la sostenibilidad y también tienen menos dinero. ¿Es un buen momento para invertir en sostenibilidad?

R.: Aunque ha habido una crisis en la cadena de producción de la industria de la moda, sigue habiendo un foco de atención en la sostenibilidad. No es una inversión de algo que quieras hacer para hoy, aunque los consumidores estén menos dispuestos a pagar y hayan cambiado los hábitos de consumo, pero las marcas están mirando al futuro y se están dando cuenta de que tienen que mirar más allá de los muros impuestos por la pandemia.

 

 

 

 

P.: Los consumidores están demandando más transparencia por parte de las marcas. ¿Deberían las marcas formarles sobre las materias primas que utilizan?

R.: Es importante enseñarles más sobre las materias primas, pero para eso necesitan la información. Eso es una oportunidad para el US Cotton Trust Protocol, porque recolectamos información de los productores de algodón y el objetivo del programa es ser capaces de poner la información y los datos de forma que sea útil para las marcas y los minoristas y que puedan sacar información de ahí.

 

P.: ¿Falta regulación?

R.: Una de las preguntas en la encuesta se centró en las políticas que crea el gobierno y, sorprendentemente, el 61% de los encuestados creyó que sería necesario que hubiese más leyes para regular la sostenibilidad. A los retailers les preocupaba que las leyes tengan más consistencia y que los estándares estén alineados.

 

P.: Si la moda va hacia la circularidad, ¿llegará un momento en que no hará falta producir más algodón?

R.: Obviamente en algunas áreas el reciclaje es fundamental, y la circularidad va a tener un papel en eso. No sé si en algún momento llegaremos a un punto en el que no necesitemos producir más algodón. Pero nos tenemos que centrar en sacar el máximo partido de los productos que tenemos. Aun cuando intentamos reciclar materiales es complicado que tengan la misma calidad que tenía en un inicio y emplearlo para otras prendas.

 

P.: Si terminamos teniendo una tecnología que permita reciclar algodón en masa, ¿deberían cobrar más los granjeros por ese algodón que va a tener una vida más larga?

R.: Será el propio mercado quien decida el valor de eso. Es complicado decir dónde los consumidores pondrán el valor de algo así.

 

P.: Las marcas de lujo en Europa están tomando el control de sus proveedores. ¿Cree que podríamos ver a las empresas comprando campos de algodón?

R.: No sé si vamos a ver eso como una práctica generalizada, no creo que las empresas estén en ese punto ahora mismo. Sería una inversión demasiado grande y se trata más de que las empresas busquen un punto de equilibrio para colaborar con las cadenas de producción. No creo que las marcas tengan interés en empezar a ser sus propios productores de fibras.  

 

 

 

 

P.: ¿Echa de menos más colaboración por parte de las cadenas de producción?

R.: Hay un gran aumento de la transparencia en las cadenas de producción. Son las propias marcas las que quieren saber todo sobre la cadena de producción, el impacto medioambiental, el impacto social, etc. Veo, más bien, una oportunidad de colaboración y coordinación entre ambos lados.

 

P.: Dentro de la industria de la moda, ¿qué sector cree que está más interesado en eso y quién está haciendo más por esto?

R.: No sé si se puede definir en un único sector, hay marcas que lo han incorporado y que se están posicionando como líderes, como H&M o Nike, que está incorporando mucho la sostenibilidad.

 

P.: Habla de grandes compañías. ¿Pueden volumen y sostenibilidad ir de la mano?

R.: Sí. Requiere inversión y más coordinación, pero que volumen y sostenibilidad pueden ir de la mano. Muchas marcas están buscando llevar a cabo este cambio, es un reto, pero quieren apostar por ello.

 

P.: ¿Qué espera de la industria de aquí a diez años?

R.:  Ahora mismo, con la situación que hay, es difícil hacerse una idea sobre qué puede pasar. En mi opinión el foco en la sostenibilidad seguirá al alza. No sabría anticipar la cantidad de avances que vamos a tener gracias a la tecnología que ayudarán al reciclaje. Son áreas que se desarrollarán mucho.