Entorno

‘Flagships’ disponibles y salarios a la baja: el Covid ajusta los costes de la internacionalización

Con disponibilidades del 25% en Regent Street o Campos Elíseos y salarios a la baja en buena parte del mundo, la moda tiene ahora más oportunidades para expandirse a menor coste, pero que pocas empresas pueden aprovechar.

C. De Angelis

31 may 2021 - 04:48

‘Flagships’ disponibles y salarios a la baja: el Covid ajusta los costes de la internacionalización

 

La moda, una de las industrias más globalizadas del mundo, se enfrenta al reto de redefinir los ejes de su internacionalización tras la crisis el Covid-19. La pandemia, que ha cambiado el tablero de juego, obliga al sector a redibujar sus estrategias. De la mano de Adyen, Modaes.es analiza las claves de la nueva mirada internacional, con mercados al alza y a la baja, un auge de la localidad, la búsqueda de menos riesgo y, sobre todo, la explosión del online, en el centro.

 

 

A río revuelto, ganancia de pescadores. Pero en el sector global de la moda no parece haber hoy por hoy muchos pescadores. La crisis del Covid-19 ha hecho florecer cientos de oportunidades para cualquier director de expansión que, en otra época, habría dado con joyas a precios nunca vistos en algunas de las plazas más atractivas para el retail a escala global, con rentas y salarios medios que, en general, van a la baja en todo el mundo.

 

La situación económica del sector hace que, por el momento, estas oportunidades sigan latentes, pero cuando la expansión vuelva a ser un mantra la moda se encontrará con un panorama de costes de implantación más ajustados en casi todos los sentidos.

 

Más allá de los locales y variables como el salario medio, que afecta lógicamente a los costes de implantación de cada país, los aranceles y la burocracia son determinantes a la hora de presupuestar el desembarco en un nuevo mercado. Ahora, además, los costes del márketing online en cada mercado o los términos de los acuerdos con pure players o marketplaces locales ganan importancia en los cálculos de los costes de implantación.

 

 

Más locales y a mejor precio


Tras un periodo en el que las restricciones a la actividad comercial marcaban los tiempos del retail, uno de los grandes cambios respecto al escenario prepandemia está en la disponibilidad y la renta de los locales en las principales calles y centros comerciales del mundo, donde los procesos de ajuste en su red de cientos de empresas de distribución han vaciado locales aptos para grandes flagships.

 

La paralización de los planes de expansión y la disponibilidad de locales en high street ha hecho desaparecer los mandatos de búsqueda de locales comercial en los que grandes retailers encargaban pacientemente a una consultora inmobiliaria que estuvieran atentos a la aparición de oportunidades en las mejores calles de las ciudades más atractivas para el retail.

 

La consultora inmobiliaria Cushman&Wakefield no ha actualizado con datos de 2020 su informe Main Street Across the World, en el que recoge anualmente la renta media de los locales en las calles más deseada del mundo para los retailers. Sin embargo, consultoras de todo el mundo van danto estimaciones de la disponibilidad creciente de locales en plazas top y las rentas a la baja, empezando por la Quinta Avenida de Nueva York.

 

 

 

 

En el cuarto trimestre de 2020, las rentas de la avenida neoyorkina entre las calles 42 y la 49 de cayeron un 20%, según datos de la propia Cushman&Wakefield, que sitúa en el 32% el desplome acumulado por los alquileres en esa vía desde 2018.

 

En Causeway Bay, la zona más cara de Hong Kong para abrir un local comercial, la desaparición de turistas y las medidas de distancia social han reducido un 11% las rentas de los locales comerciales desde sus máximos a mediados de 2019, según datos del Gobierno de la región administrativa especial de China.

 

La pandemia también ha disparado la disponibilidad y reducido las rentas en vías como Regent Street, donde el número de locales vacíos llega ya al 25%, o los Campos Elíseos de París, con los mismos niveles de disponibilidad.

 

La elevada vacancy y la caída de rentas de las principales calles se ha producido también de forma generalizada en centros comerciales y calles secundarias de las grandes ciudades del panorama internacional, pero también en ciudades de segundo nivel afectadas igualmente por la pandemia y los cierres. Sólo Inditex, H&M y Gap reducirán sus redes globales de distribución con hasta 1.400 cierres netos.

 

 

 

 

Descenso en el tráfico peatonal y congelación del turismo internacional son junto a los cierres y la caída de la demanda los principales causantes del descenso de las rentas en las calles comerciales del mundo, mientras el resto de costes de implantación (ligados a aspectos impositivos, salariales o arancelarios) apenas han sufrido cambios desde el estallido de la pandemia.

 

La última edición del informe de Cushman&Wakefield, con datos de 2019, situaba a Causeway Bay como la calle con las rentas al retail más altas del mundo, con 25.965 euros por metro cuadrado y año, seguida por la Quinta Avenida, con 21.295 euros, la londinense New Bond Street (16.222 euros), Campos Elíseos (13.992 euros), la milanesa Via Montenapoleone (13.700 euros) y la tokiota Ginza (11.938 euros).

 

 

Salarios a la baja


La Organización Mundial del Trabajo (OMT) apunta en su último informe sobre la evolución de los salarios que la crisis sanitaria se produjo tras un periodo de cuatro años de subidas del salario medio global en torno al 1,6% y el 2,2%. Sin embargo, el Covid-19 provocó un cambio general en el mercado laboral mundial que tuvo como principal consecuencia que el equivalente a 345 millones de puestos de trabajo a jornada completa fueran eliminados en el tercer trimestre de 2020.

 

Además, la organización apunta que las primeras estadísticas recibidas sobre la evolución de los salarios en 2020 indican que “cerca de dos terceras partes de los países muestran salarios a la baja o subidas medias más lentas, mientras que en otros los salarios se elevaron inesperadamente, sobre todo reflejando un efecto de composición debido a la pérdida de trabajos con salarios más bajos”.

 

Los datos disponibles prepandemia indican por otro lado caso una gran dispersión entre países en el concepto de salario mínimo, que muchos estados, como es el caso de Italia, directamente no aplican. Suiza lidera el ránking, con un salario medio mensual de 3.800 dólares al cambio, seguido de Luxemburgo (2.339 dólares), Australia (2.230 dólares), Irlanda (1.854 dólares) y Países Bajos (1.831 dólares).

 

Los salarios mínimos también superan los 1.500 dólares al mes en Bélgica, Alemania, Reino Unido, Francia y Nueva Zelanda, y van de 1.000 a 1.500 dólares al mes en países como Corea del Sur, Israel, Canadá, Japón, Estados Unidos o España. 

 

 

Aranceles y burocracia


Aranceles, burocracia y fiscalidad son otros aspectos determinantes a la hora de establecer los costes de implantación en un nuevo mercado, en un momento en que se da una gran proliferación en el mundo de nuevas tasas al comercio electrónico.

 

Precisamente es la respuesta de Estados Unidos a la llamada tasa Google en Europa, con la imposición de aranceles del 25% a productos como el calzado, la marroquinería o los sombreros, uno de los grandes cambios de los últimos meses, que mantiene la amenaza de una guerra comercial global que había avivado el expresidente estadounidense Donald Trump.

 

Otro cambio de escenario relevante es el de Reino Unido, que tras el periodo transitorio acordado en el marco del Brexit es desde el 1 de enero un país tercero respecto de la Unión Europea, con mayores costes de tramitación para las remesas de productos a ese país.

 

The Heritage Foundation clasifica a los diferentes países del mundo por varios indicadores que denomina de libertad económica, siendo uno de los más significativos el de la presión fiscal. Frente a los ganadores de este ránking, es decir, los países que aplican una menor presión fiscal (Bahréin y Emiratos Árabes Unidos), los marcados como peores fiscalmente para las empresas son los nórdicos Suecia y Dinamarca, seguidos de Chad, Austria, Bélgica, Cuba, Francia, Países Bajos, Noruega e Italia.