Entorno

Falsos mitos de la producción en proximidad

Tribuna: María Pedrals

15 abr 2013 - 04:42

“En China nunca van a tener los conocimientos técnicos que tenemos en España, sólo saben copiar”. “Si Inditex y Mango hubiesen fabricado todo en España, el sector textil no hubiera desaparecido”. “No metamos a Inditex y Mango en el saco del sector textil, sólo son empresas de distribución”…

 

¿Les suenan estas afirmaciones? Si llevan en el sector de la moda en España más de 5 ó 10 años, seguro que sí. En realidad, se trata de una selección de comentarios recopilados en entrevistas y reuniones de trabajo con empresas del sector textil  en los últimos años. Durante mucho tiempo se ha considerado que el mal del sector textil tradicional en España ha sido China, pero también Inditex y Mango, sin olvidarnos de H&M, Benetton o todo el resto de grandes retailers de moda. Falsos mitos. Si bien es verdad que si los grandes grupos de moda españoles hubieran fabricado todo lo que vendían en España la situación del sector sería muy distinta, lo más seguro es que tampoco habrían sido capaces de desarrollar el modelo de negocio que les permitió crecer. Y la realidad es que los grandes grupos españoles no sólo han posicionado el país en el mapa de la moda internacional,  sino que también han tenido algunos efectos positivos en el sector. Por un lado, han generado talento especializado en ámbitos clave como la logística o la gestión del retail. Por otro lado, la necesidad de controlar los procesos de aprovisionamiento tanto local como internacional ha fomentado el desarrollo de empresas especializadas en gestión de la producción y del diseño textil, que son las que en buena parte están facilitando la existencia de cierta industria a nivel local.

 

El auge de China, el poder de los grandes distribuidores… la industria productiva textil se centraba en unos debates que enmascaraban dificultades menos evidentes pero mucho más importantes (capacidades comerciales, integración al canal, diseño diferencial, etc). En consecuencia, con los años hemos acabado considerando los primeros como falsos mitos. 

 

Si se hablaba de estrategias de futuro, la problemática se repetía. Varios ejemplos:

 

• “El gobierno debería invertir en la marca España para que se reconozca la calidad de nuestros productos a nivel internacional” “¿Qué podemos hacer el sector para hacer frente a la competencia, para situarnos a nivel internacional? Reforzar la marca España” Es el gran proyecto, el gran ideal, que se reclamaba (y aún se reclama ahora) en cualquier sector de tipo industrial. Falso mito. Si pudiéramos calcular el retorno de la inversión de recursos públicos en marcas (nacionales, regionales ¡o locales!) seguramente obtendríamos resultados decepcionantes. Y es que ¿cómo podemos pretender invertir en marca, cuando los que mejor pueden conseguir el efecto marca país son la suma de las propias empresas? Custo Barcelona, Loewe, Desigual y, por supuesto, Zara, Cortefiel, Adolfo Domínguez o Mango, han contribuido mucho más a posicionar España en el mundo de la moda que cualquier campaña gubernamental.

 

• “Para salir de la crisis, el sector textil debe invertir en innovación y desarrollo de textiles técnicos”. La diversificación es una muy buena estrategia para reducir la dependencia de un único mercado y para generar productos de mayor valor añadido en base a un conocimiento con cierta base común. Pero innovar en textil técnico ¿para qué mercado? ¿Automoción, aeronáutica, hospitalario, protección laboral, geotecnia…? Cada uno de estos mercados comporta unos clientes y unos criterios de compra claramente distintos. Por lo tanto, las barreras tanto de desarrollo de producto como comerciales pueden ser también muy dispares. ¿En qué mercado centrarse? ¿Llegaremos al mismo volumen de producción? Tendré que invertir en I+D, ¿podré hacerlo? ¿Y con qué retorno?”. Demasiadas preguntas sin respuestas claras, y un espacio en su mayor parte al alcance sólo de empresas que ya de origen compiten en estos mercados. Falso mito.

 

• “Tenemos que centrar los esfuerzos en los diseñadores emergentes, sólo la creatividad salvará el sector”. El sector moda sin capacidades creativas no existiría, pero el apoyo a creadores y diseñadores emergentes debe respaldarse también fomentando la interrelación con la industria y capacitando los creadores en términos empresariales y estratégicos. La creatividad es muy importante, pero sólo conseguiremos impacto en el conjunto del sector si la apoyamos en línea a acciones de desarrollo y refuerzo empresarial.

 

Deberíamos hacer un análisis en profundidad para identificar qué falsos mitos están limitando actualmente el avance del sector. Quizás el retorno de la producción de China es uno de ellos. Como estudiamos hace un par de años, hay oportunidades muy concretas de retorno de la producción para determinados tipos de prendas, ligados a determinados tipos de pedidos, pero no tanto a nivel local, sino a nivel mediterráneo y, en cualquier caso, en proporción muy reducida al volumen tan importante que, como muestran las estadísticas, se continuará fabricando en China. La razón es que China es el único país que en la actualidad puede ofrecer capacidades productivas importantes y la presencia de todas las piezas de la cadena productiva textil.

 

Podríamos confeccionar una lista aún más larga de falsos mitos (¿se acuerdan de “El canal online nunca  va a funcionar porque la gente necesita probarse la ropa y el calzado antes de comprar”?) pero lo que nos interesa subrayar en este artículo es la necesidad de enterrar por fin el falso mito que seguramente ha hecho más daño al sector: “La industria textil está en crisis”. Sí, parece que es un sector que ha estado en crisis por lo menos los últimos 30 años. Han cerrado muchas empresas, se ha perdido mucha ocupación, pero… ¿Y Desigual? ¿Y Bimba y Lola? ¿Y Shana? ¿E Inside? ¿Y Pronovias?... Por no hablar de empresas de calzado y complementos como Camper, Pretty Ballerinas, Munich, Mary Paz, Tous o Misako.

 

Para pedir apoyo de los agentes de entorno e instituciones hemos acabado “vendiendo” muy mal el sector. Una buena parte de la propia industria y representantes sectoriales ha vendido la idea que el textil estaba en crisis, cuando lo que estaba en crisis eran las estrategias tradicionales, las estrategias del pasado, no el sector. Debemos dejar de centrar la causa de todos los males en agentes externos, y pasemos a analizar qué es aquello que podemos hacer mejor nosotros. ¿Por qué se han dedicado tantos recursos al desarrollo de textiles técnicos cuando lo que necesitaba el sector era invertir en marca, en el control del canal, en profesionales capacitados para la gestión del retail, la logística y el aprovisionamiento global? 

 

Tenemos tradición y experiencia industrial en textil, calzado y piel. Tenemos, además de  la líder mundial en distribución de moda, una lista larga de empresas con marcas fuertes que están superando la situación actual con nota y, algunas de ellas, creciendo por niveles muy por encima del mercado. Tenemos ejemplos también de talento creativo exitoso, y no me refiero al emergente, que lo es desde hace 20 años (y ya no debería tener derecho a este adjetivo) sino a verdaderas empresas que, en base a creadores, han sabido definir una estrategia de crecimiento en el mercado y desarrollar un modelo de negocio sólido en el tiempo. Esto no son falsos mitos, sino nuestra realidad, y debemos sacar provecho de ella.

¿Cómo? Trabajando juntos, de una vez por todas y hacerlo por retos. Olvidémonos de la clave geográfica local o la clave industria productiva vs diseñador vs distribución. Debemos orientarnos a los retos estratégicos que marca el sector. Algunos ejemplos: capitalizar el conocimiento del consumidor que ofrecen el retail propio y los canales y redes online. Definir nuevas estrategias de control del canal. Tener perfiles profesionales preparados para los cambios en el negocio (retail, online, conocimiento de los consumidores, logística, aprovisionamiento global, etc). Y, un ámbito demasiado olvidado, diferenciarse a partir de invertir en selección, formación y gestión de carrera de los responsables de venta en retail. Las empresas dedican muchos recursos a las ubicaciones más premium de sus tiendas, pero olvidamos que seguramente es aún más importante la motivación y la preparación de  las personas que están vendiendo su producto.

 

Que Inditex, Mango, Cortefiel o Adolfo Domínguez tengan origen español no es casualidad. En este país hay una historia y un expertise que debemos aprovechar para garantizar su crecimiento a futuro. No volvamos a dejar el futuro en manos de falsos mitos.

 

María Pedrals es consultora de Cluster Development