Entorno

España: optimista frente a las expectativas pero menos dispuesta que Europa a comprar

El país se mantiene como uno de los tres mercados europeos pesimistas en lo que se refiere a su disposición al gasto, según el último Clima de Consumo Europeo elaborado por Gfk.

Iria P. Gestal

19 jul 2017 - 04:51

España: optimista frente a las expectativas pero menos dispuesta que Europa a comprar

 

 

La economía, los salarios y la situación de los hogares mejorarán, pero los españoles siguen sin estar dispuestos a rascarse el bolsillo. Esta es la conclusión que se desprende del último Clima de Consumo Europeo, elaborado por Gfk, que revela que, aunque España continúa siendo uno de los países más optimistas en lo que se refiere al escenario macroeconómico, la mejora de la economía todavía no es suficiente para que los consumidores estén de nuevo dispuestos a comprar.

 

Pese a la incertidumbre que plantea el Brexit, los atentados terroristas, la llegada y acogimiento de refugiados o la expectación política ante las pasadas elecciones en Francia y las próximas en Alemania, en Europa impera el optimismo.

 

En doce de los dieciséis países estudiados por Gfk, las expectativas económicas están en valores positivos, lo que significa que el porcentaje de entrevistados optimistas es superior al de los pesimistas.

 

 

 

 

Además, en ocho de ellos han mejorado las expectativas frente al trimestre anterior. Es el caso de España, que cerró el trimestre con el indicador en 25 puntos sobre cien, dos puntos más que el periodo anterior.

 

El país que ha liderado la subida y el que además muestra un mayor optimismo es Francia, donde el efecto Macron ha impulsado el indicador hasta los 49 puntos, 28 puntos más que a cierre del trimestre anterior.

 

Otro país que mantuvo la tendencia alcista fue Alemania, que marcó el valor más alto de los últimos tres años tras incrementarse el indicador en 23 puntos, hasta 41 puntos. En cambio, tanto Italia como Reino Unido se mantuvieron en la parte baja de la tabla, y en descenso, con 56 y 21 puntos negativos, respectivamente.

 

España, en cambio, se mantiene entre los cinco países más optimistas de Europa. Gfk atribuye esta percepción a las buenas perspectivas macroeconómicas: el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB), que se ha vuelto a revisar al alza; las exportaciones, que han crecido al ratio más alto en diez años, y el descenso de la tasa de desempleo.

 

 

 

 

La tendencia se repite en las expectativas de ingresos. De los dieciséis países estudiados, únicamente cuatro están en valores negativos: Reino Unido, Bélgica, Italia y Grecia. En los otros doce, la población espera mejorar sus rentas en los próximos meses.

 

Tanto Francia como Alemania rompieron su tendencia bajista con subidas en el segundo trimestre, debido principalmente a los buenos pronósticos para el mercado de trabajo. También España cerró el trimestre al alza, con una subida de tres puntos con respecto a los tres primeros meses del año.

 

Sin embargo, el ascenso es todavía insuficiente para alcanzar niveles anteriores de crecimiento como los 16 puntos positivos de diciembre de 2016 o los 31 puntos de 2015. Aunque España lideró la reducción del paro en términos interanuales en Europa, también volvió a ser el segundo país de la Unión Europea por número de desempleados, sólo superado por Grecia.

 

Pero el indicador en el que hay una mayor diferencia de España con respecto al resto de países del continente es la disposición a comprar. A pesar de que el indicador mejoró en dos puntos, España continúa siendo uno de los tres países en negativo, manteniendo así la contención en los gastos que impera desde marzo de 2011.

 

Según Gfk, el esperado incremento de los precios en los próximos meses y las tímidas subidas salariales que se están produciendo no auguran un aumento de las compras a corto plazo. “Vemos que la salud económica y política del país presenta un comportamiento ascendente y, al mismo tiempo, las actuales condiciones de empleo, salarios y la creciente inflación impiden que los proyectos en los hogares cristalicen”, apunta la empresa de estudios de mercado. “Sólo si se producen mejoras importantes en estos aspectos veremos un verdadero repunte el consumo en el país”, añade.