Entorno

En juego, la recuperación: ¿pueden los rebrotes frenar la V?

A pesar de que la tasa de desempleo registre máximos históricos, el banco de inversión Morgan Stanley desvincula su correlación a la caída del consumo.

C. Juárez

30 jun 2020 - 04:51

En juego, la recuperación: ¿pueden los rebrotes frenar la V?

 

 

“No”. Así de contundente se muestra Morgan Stanley ante la que, asegura, es la pregunta que más le formulan los inversores: ¿puede un rebrote quebrar la recuperación en V? Para la entidad, pese a que potencias como Estados Unidos no han superado la peor fase de la pandemia, la amenaza de un rebrote o que ya se hayan superado los diez millones de contagiados en el mundo, la actividad económica se recuperará en doce meses.  

 

Morgan Stanley reconoce que la paralización de la desescalada en algunas regiones de Estados Unidos probablemente conducirá a una pérdida de la actividad económica en esas áreas, pero se compensará con el avance en otras regiones del país.

 

El banco de inversión afirma que es poco probable que el distanciamiento social ejerza de lastre para el consumo ya que los consumidores se han adaptado a la nueva situación y aunque no gastan en categorías como viajes o restauración, se desvía a otros segmentos. Para Morgan Stanley, “el gasto total en consumo es el esperado”.

 

 

 

 

La entidad señala que la mayoría de las veinte economías más importantes del mundo ya han alcanzado los mayores niveles de movilidad sin que haya rebrotes severos. En particular, Morgan Stanley pone el énfasis en la región del noreste del globo, cuyo avance económico tirará del resto. El banco reconoce que aunque hasta que la vacuna no esté disponible en todo el mundo los países responderán de diferente manera, en general la actividad económica global “está mejorando”.

 

Además, la entidad subraya que el progreso en la búsqueda de un tratamiento es “alentador” y hay garantías de éxito. Tras consultar con varios especialistas, Morgan Stanley afirma que se aprobará una vacuna de emergencia durante el próximo otoño, que llegará a toda la población durante el primer trimestre de 2021 y conseguirá que la población sea inmune al virus el próximo verano.

 

En cuanto a la preocupación e incertidumbre sobre el desempleo, y su impacto en el consumo, Morgan Stanley afirma que la correlación no es del todo directa. Durante la crisis financiera de 2008, el consumo en Estados Unidos se recuperó a niveles precios a la crisis a pesar de que la tasa de desempleo se mantenía en máximos.

 

En paralelo, el gasto de los consumidores de la zona euro tras la crisis financiera de 2008 también se recuperó a pesar de que la tasa de desempleo continuaba rondando el 10%. Además, Morgan Stanley destaca que la situación de los hogares era menos precaria en esta crisis comparada con otras anteriores.

 

 

 

 

Los hogares con ingresos medios y altos, que representan la mayor parte del consumo, han sido los menos castigados por la pandemia, mientras que los hogares más pobres han recibido prestaciones por desempleo por valor de sus ingresos habituales.

 

Por otro lado, Morgan Stanley pone en valor el estímulo político de los gobiernos. El banco de inversión cree que los mandatarios han redescubierto y activado políticas fiscales “sin dudarlo”, en parte porque la crisis ha sido provocada por un factor exógeno y comenzó como una crisis sanitaria.

 

Morgan Stanley espera que en Estados Unidos se inyecte un billón de dólares adicionales como estimulo fiscal. Para la entidad, los inversores no deben olvidarse de que las políticas económicas y fiscales son clave para respaldar la recuperación.

 

El banco de inversión no duda en que habrá una segunda ola del coronavirus en otoño, pero confía en que la sanidad estará mejor preparada para hacerle frente y que las medidas de distanciamiento social y la contención de la movilidad garantizará que el rebrote no sea tan dañino y que la economía global pueda sostener una recuperación en V.