Entorno

El textil portugués vive una segunda juventud

25 oct 2011 - 00:00

Joan Faus. Oporto (Enviado Especial).- La reapertura de fábricas que cerraron hace años es el mejor ejemplo del buen momento que vive actualmente el sector textil portugués. Como el resto de Europa, Portugal sufrió en primera persona los efectos de la globalización, que desplazaron la producción textil hacia países más competitivos, como China, Turquía o Marruecos. Sin embargo, una suma de factores está permitiendo a Portugal remontar el vuelo y atraer cada vez a más firmas de moda.

Grupos como Benetton, Burberry, Carolina Herrera, H&M (con su línea COS) o Inditex (con Massimo Dutti) han instalado en los últimos años centros de confección de prendas en Portugal, especialmente en los alrededores de Oporto, en el norte del país. “La producción textil está creciendo en torno al 15%, una tendencia positiva empezó en 2010 y ahora se mantiene”, explica Filipa Marques, del Centro de Inteligencia Textil (Cenit), a Modaes en el marco de la reciente Semana de la Moda de Portugal.

 

Marques atribuye esta tendencia a distintos factores, como la gestión del algodón. “La demanda china hizo que subiera el precio del algodón, pero Portugal tenía stock y pudo mantener el precio bajo”, aseguró. También influye la mejor calidad del textil portugués con relación al chino y la flexibilidad productiva. “En el contexto actual de crisis es muy importante elaborar series pequeñas y responder rápidamente a las demandas de la firma”, sostiene.

 

En la misma línea se expresa Manuel Texeira, presidente de la comisión ejecutiva de la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE), el principal organizador de la Semana de la Moda, que finalizó el pasado domingo en Oporto.

 

“Portugal se ha sabido adaptar desde hace cinco años a los cambios del negocio textil –sostiene Texeira-; las grandes marcas demandan pequeñas cantidades de stock en muy poco margen de tiempo; gracias a su ubicación geográfica, Portugal las puede producir más rápido que China, con mayor calidad y a buenos precios”.

El buen momento del sector textil se está haciendo notar también en las exportaciones portuguesas, que crecieron un 11,8% en los primeros siete meses de 2011 con relación al mismo periodo del año anterior.

 

A finales de 2010, la industria textil portuguesa contaba con cerca de 7.000 empresas, unos 150.000 empleados y generaba un volumen de negocios de 6,3 millones de euros, de los cuales un 59% procedían de las exportaciones.

 

Pese a estas “señales positivas”, el responsable de la ANJE admite que el consumo interno está cayendo en Portugal como consecuencia de la crisis económica y que el país debe potenciar su propia industria.

 

“Necesitamos más marcas y más grupos de distribución portugueses y depender menos de la producción para otros”, apunta el directivo, que pone como ejemplo de esta transformación la firma Salsa Jeans, cuyo centro de producción está cerca de Oporto.

 

La enseña se encuentra en plena expansión en España, donde cuenta con una veintena de establecimientos monomarca. Texeira asegura, además, que la moda portuguesa está incrementando sus ventas en Latinoamérica, especialmente en Brasil, y en Oriente Medio.

 

El diseñador Antonio Simões, director creativo de la firma Dielmar, también considera que el proceso de transformación de la moda portuguesa debería “haber empezado antes”. “El sector está creciendo, hay buenas marcas y diseñadores; la calidad es muy buena pero también hay mucha competencia, para ser conocido hay que moverse mucho”, considera el creador, que presentó su colección en la Semana de la Moda de Oporto