Entorno

El textil gallego se sube a la ola de los ‘fab lab’ de la mano de la Xunta

La moda es uno de los sectores económicos a los que se ha invitado a participar en este proyecto de industria colaborativa, que plantea que las empresas compartan ciertos procesos de la cadena de valor.

Silvia Riera

15 mar 2019 - 04:57

El textil gallego se sube a la ola de los ‘fab lab’ de la mano de la Xunta

 

 

El textil gallego se sube al tren de los fab labs. La moda es uno de los sectores económicos a los que se ha invitado a sumarse a este proyecto de industria colaborativa impulsado por la Xunta de Galicia. Este tipo de iniciativas, que han arrancado con fuerza en todo el mundo para dar apoyo a empresas de tamaño pequeño y mediano, plantea que las compañías compartan ciertos procesos de la cadena de valor.

 

Los fab labs nacen a principios de este siglo en el marco del Massachusetts Institute of Technology (MIT) con miras a empoderar comunidades a partir de una tecnología de base. La fórmula se propagó desde entonces como la pólvora por todo el mundo, también en España.

 

En Galicia, el Gobierno autonómico destinará una partida presupuestaria de trece millones de euros durante los próximos tres años para desarrollar su propio fab lab que de servicio a la industria de la región. El proyecto, que se gestiona desde el Instituto Galego de Promoción Económica (Igape) es multisectorial y el textil es uno de los sectores en los que quiere hacer hincapié.

 

Se trata de una infraestructura de uso compartido para hacer aquello que las empresas, por sí solas, realizan de manera ineficiente, ya sea por tamaño o por falta de especialización”, explica el director general del Igape, Juan Cividanes. “El objetivo es que las compañías compartan ciertos procesos que, de hacerlo por separado y de manera interna, les resultaría muy costoso”, señala.

 

 

 

 

La Xunta está trabajando ahora de la mano de Cointega, la patronal gallega del sector, para empezar a definir proyectos que se ajusten a las necesidades actuales de las empresas. “El objetivo del Igape es el de dar apoyo desde arriba y no píldoras para cada una de las compañías”, asegura Cividanes.

 

Con este proyecto se inicia también una nueva etapa en el sector textil gallego, que en los últimos años ha sufrido una nueva oleada de cierres y ajustes. El grueso de la industria en el territorio se compone de marcas de raíz familiar, de tamaño pequeño y mediado, que han sobrevivido apoyándose en una marca.

 

Entre 2008 y 2017, Galicia continuó cerrando empresas del textil y la confección. Hace una década, el territorio gallego contaba con 1.685 compañías en este sector mientras que en 2017 eran 1.200. El año pasado, por primera vez, el número se incrementó, sumando cinco nuevas sociedades, según los últimos datos del Directorio Central de Empresas (Dirce) publicados por el Instituto Nacional de Estadística.

 

El 60% de las empresas gallegas del textil y la confección son sin asalariados y el 39% tiene menos de cien empleados. Sólo un 1% del tejido empresarial del sector en Galicia tiene una plantilla por encima del centenar de trabajadores.