Entorno

La industria textil contiene la euforia y empieza el año con mal pie tras un 2015 de récord

Iria P. Gestal

28 mar 2016 - 04:57

El suflé de la recuperación se desinfla en el textil. Después de cerrar el año pasado con los mejores resultados desde el comienzo de la crisis, la industria de la moda ha arrancado 2016 con una sensación agridulce. Si bien los indicadores se mantienen al alza, el sector ha sufrido un frenazo en los dos primeros meses del año que contrasta con los datos de los últimos dos ejercicios, en los que la moda ha encadenado subidas de actividad y facturación cada vez más elevadas.

 

La facturación del sector textil comenzó 2016 con un alza de sólo el 2% en enero, lo que supuso el aumento más moderado de los últimos nueve meses. La desaceleración comenzó ya en diciembre cuando, después de alcanzar un pico del 10,3% en noviembre, el sector engrosó su cifra de negocio sólo un 7,3%.

 

Después de cerrar el año pasado con los mejores resultados desde el comienzo de la crisis, la industria de la moda ha arrancado 2016 con una sensación agridulce

 

En la confección, la evolución del Índice de Cifra de Negocio (ICN) también fue peor en enero que la registrada en los últimos meses del año. El sector contrajo su facturación un 1,5% en enero, tras elevarse un 5% en noviembre y un 7,1% en diciembre.

 

Por su parte, la producción textil sí logró mantener el ritmo, con una subida del 5,4% en enero, igual que el alza marcada en el mes anterior. En cambio, el Índice de Precios Industriales (IPI) del sector también moderó el ascenso en enero y febrero. Tras elevarse un 0,4% en octubre y noviembre, los precios de la industria textil comenzaron a moderar su crecimiento en diciembre, con un aumento del 0,2%, nivel de inflación que se mantuvo en enero y febrero.

 

Lo mismo ocurrió en la industria de la confección, que en noviembre registró una subida del 0,9%, en diciembre moderó su ascenso hasta el 0,5% y tanto en enero como en febrero creció sólo un 0,4%.

 

Por su parte, la desaceleración se reflejó también en los datos de empleo, que contuvo en los dos primeros meses del año las subidas que venía registrando durante 2015. En enero, el empleo en los tres sectores que componen la industria de la moda se elevó un 3%, por debajo del aumento registrado en el conjunto de sectores de la economía española, que se situó en el 3,2%.

 

Según datos de la Seguridad Social, el número de puestos de trabajo en el textil, la confección y el cuero y el calzado se situó en el primer mes del año en 137.821 personas, 4.045 más que en enero de 2015 y prácticamente las mismas que con las que cerró el año anterior. En febrero, el aumento interanual se mantuvo en el 3,1%, de nuevo por debajo de las alzas registradas en los meses anteriores y en línea (no por encima, como ocurrió durante 2015) con el crecimiento general del empleo.

 

 

El comercio, también a la baja

Si la industria ha comenzado el año con un ritmo mucho más moderado que el año anterior, en el caso del comercio la evolución ha sido, en algunos casos, directamente negativa. Según el Indicador del Comercio de Moda, elaborado a partir de datos de Acotex, el sector comenzó el año con una contracción de las ventas del 5,3% en enero, lo que supuso la primera caída desde agosto de 2014 y la más elevada desde mayo de 2013.

 

El número de puestos de trabajo en el textil, la confección y el cuero y el calzado se situó en el primer mes del año en 137.821 personas, 4.045 más que en enero de 2015

 

El descenso se produce, además, después de que el indicador encadenase dieciséis meses al alza hasta diciembre, la mejor racha en casi una década, y cerrase 2015 con un despegue del 5,10%.

 

En febrero, las ventas del comercio minorista de moda volvieron a contraerse, con un descenso del 0,7%, lo que supuso la primera vez desde finales de 2013 que el índice encadenaba dos meses en negativo.

 

Aunque la mayoría de las empresas señalan a la climatología y la incertidumbre política como dos posibles causantes del descenso de las ventas al comienzo de este año, otro motivo podría situarse también en la pérdida de confianza del consumidor, en particular en lo que se refiere a las expectativas.

 

Después de cerrar el mejor año de la serie histórica, el Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) se situó en enero en 99,1 puntos, lo que supuso su nivel más bajo en un año. En febrero, la confianza de los españoles volvió a contraerse, hasta 95,2 puntos, lo que supuso un descenso de 3,9 puntos respecto al mes anterior. En lo que va de año, el ICC ha perdido un 11% y se encuentra ya por debajo del nivel que marcaba en enero de 2005, el año que se toma de base para el índice.