Entorno

El Sudeste Asiático, a la zaga de China: Camboya, Myanmar y Filipinas, las economías que más crecerán en 2018

Tras elevar un 6,8% su Producto Interior Bruto (PIB) en 2017, el gigante asiático lo hará a un ritmo menor este año, del 6,4%, por debajo de otros cuatro países de la región. 

Lorenzo Molina

12 ene 2018 - 04:50

El Sudeste Asiático, a la zaga de China: Camboya, Myanmar y Filipinas, las economías que más crecerán en 2018

 

 

El Sudeste Asiático, motor de desarrollo del continente. Las economías de Camboya, Myanmar, Filipinas, Laos y Vietnam serán las que más crecerán en 2018, y dejarán atrás a China, que lo hará a un ritmo inferior.

 

Mientras que el gigante de la región elevará su Producto Interior Bruto (PIB) un 6,4% este año, cuatro décimas menos que en 2017, sus vecinos del sur lo incrementarán a ritmos que oscilan entre el 6,5% y el 6,9%, según la última edición del Informe sobre las perspectivas económicas mundiales, elaborado por el Banco Mundial.

 

Para el conjunto del este de Asia y el Pacífico, el organismo prevé que el PIB aumente un 6,2% en 2018, dos décimas por debajo de la estimación para 2017. El próximo año, la economía de la región avanzará un 6,1%. La desaceleración se debe a la ralentización estructural del desarrollo en China, que sobrepasa el repunte cíclico de la economía en el resto del continente asiático.

 

Sin embargo, el informe hace hincapié en la fragilidad de las previsiones, que pueden verse afectadas por numerosos riesgos. Entre ellos, el Banco Mundial destaca el aumento de las tensiones geopolítica en el continente, un endurecimiento de las condiciones globales de financiación, el aumento del proteccionismo o un desaceleración mayor de lo esperado en las economías avanzadas, incluida China.

 

 

 

 

El organismo espera que el crecimiento en el país, presidido por Xi Jinping, pierda fuelle por la desaceleración del aumento del crédito. Tras crecer un 6,8% en 2017 y un 6,4% en 2018, según las estimaciones, el PIB chino se incrementará con una tasa media del 6,2% en 2019 y 2020. Asimismo, el Banco Mundial sostiene que la clase política del país no favorecerá el desarrollo, dado que la política monetaria continúa siendo estricta y la fiscal se vuelve menos acomodaticia.

 

En cambio, el desarrollo económico en el resto de Asia proyecta un aumento del 5,3% del PIB en 2018, liderado por el sector privado, así como el repunte continuado de la inversión y las exportaciones de commodities. Se espera que el crecimiento se mantenga a este nivel hasta 2020.

 

Camboya liderará el crecimiento económico en Asia en 2018. El PIB del país crecerá un 6,9% este año, una décima más que en 2017. El segundo lugar del ránking lo ocuparán Myanmar y Filipinas, cuyas economías se elevarán un 6,7%, respectivamente. La medalla de bronce recaerá en Laos, que crecerá un 6,6%.

 

 

 

 

Vietnam también elevará su PIB a un ritmo superior al de china en 2018. La economía del país asiático aumentará un 6,5%, una décima por encima del pronóstico del Banco Mundial para China.

 

 

El Sudeste Asiático, ‘hub’ productivo de la moda internacional

Camboya, Vietnam o Myanmar están apuntalando su desarrollo económico acelerando su transformación industrial. Las economías del Sudeste Asiático están calcando la estrategia de China para lograr su rápido ascenso apoyándose en sus bajos costes productivos para atraer inversión en industrias intensivas en mano de obra, como la confección de prendas de vestir y el calzado.

 

Vietnam, que fue uno de los epicentros fabriles del calzado deportivo, ha derivado su actividad hacia el textil, captando parte de la producción que ha salido de China en busca de costes productivos más bajos. Se estima que operan un millar de empresas en la piel y el calzado en el territorio, mientras que el sector textil y de la confección suma unas 3.800 compañías.

 

Myanmar es otro de los mercados asiáticos en boga para el aprovisionamiento textil. En 2016, el país asiático exportó a la Unión Europea casi el doble de prendas de vestir que el año anterior. En total, el 44,7% de las exportaciones del sector tuvieron como destino la Unión Europea, según datos de Naciones Unidas.

 

 

 

 

Camboya, por su parte, cuenta con un gran atractivo para el aprovisionamiento global de moda frente a otros de sus vecinos: la industria camboyana está incluida en el sistema generalizado de preferencias (GSP, por sus siglas en inglés), que le da libre acceso al mercado europeo, además de mantener un trato favorable en las aduanas estadounidenses y japonesas.

 

Por otra parte, Malasia también se ha hecho un hueco en el aprovisionamiento textil a escala global. El país ha atraído inversiones como la de Daiyin Textil, uno de los gigantes chinos de la confección, que invirtió en 2016 500 millones de ringgits (110 millones de euros) en ampliar su capacidad productiva en el país.