Entorno

El nuevo Gobierno chino insiste en la necesidad de abandonar el modelo productivo ‘low cost’

Modaes

18 mar 2013 - 15:37

China se reafirma en el cambio de modelo económico. El nuevo primer ministro chino, Li Keqiang, aseguró en su primera comparecencia ante los medios que el país no tiene otra alternativa que impulsar reformas económicas para asegurar su futuro. Li explicó que el objetivo del país es mantener el crecimiento del 7,5% anual hasta 2020, un porcentaje que requiere un giro hacia una industria de valor añadido y un incremento de la demanda interna.

 

Li, que habló ayer en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín, también hizo hincapié en la necesidad de tomar medidas contra la contaminación, así como en mejorar el sistema sanitario y reducir las desigualdades sociales.

 

El primer ministro aseguró que uno de los grandes retos a los que se enfrenta el nuevo Gobierno liderado por Xi Jinping es el de promover un crecimiento sostenible. “Este Gobierno mostrará una determinación aún mayor para resolver y tomar más medidas contundentes para limpiar esta contaminación”, afirmó Li.

 

El nuevo dirigente chino ha subrayado que se establecerá un calendario y un plan de actuación, cuyas medidas se harán públicas para que la población y los medios de comunicación puedan supervisarlas. Li se ha comprometido también a eliminar de manera progresiva instalaciones productivas que hayan quedado obsoletas.

 

Li Keqiang fue elegido formalmente el pasado viernes en el Congreso Nacional del Partido Comunista Chino, en el proceso de renovación de la cúpula de poder del gigante asiático, que se lleva a cabo cada diez años. De 57 años, Li fue uno de los hombres fuertes del anterior presidente, Hu Jintao.

 

La comparecencia de Li tiene lugar después del discurso del nuevo presidente Xi Jinping, que fue elegido formalmente un día antes, en el marco del mismo Congreso. En su parlamento, Xi ya apuntó que las nuevas claves económicas del país pasan por la innovación científica y tecnológica.

 

El máximo dirigente del Partido Comunista Chino se comprometió además a que el desarrollo económico del país tenga una repercusión directa en la ciudadanía, con mejoras sociales, programas de vivienda, educativos y sanitarios.