Entorno

El gasto turístico, a contracorriente: cierra el primer trimestre en positivo y encadena seis años al alza

I. P. Gestal

10 may 2016 - 04:57

El gasto de los turistas mantiene el impulso en España. Desde el inicio de la crisis, mientras las ventas minoristas y el comercio de moda encadenaban una caída tras otra, el gasto de los viajeros extranjeros se ha mantenido al alza cada año casi sin excepción, llegando a marcar su subida récord en 2013. En el arranque de 2016, la tendencia se ha mantenido: mientras que el comercio de moda ha cerrado el peor trimestre desde 2013, el gasto de los turistas acumula ya una subida del 7,4%.

 

En 2007, la caída de Lehman Brothers comenzó a tumbar las fichas de dominó de las finanzas internacionales, lo que culminaría en la crisis económica mundial. Sin embargo, ni el comercio ni el gasto de los extranjeros se vieron afectado todavía en España: el Índice del Comercio Minorista (ICM), elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), se elevó aquel año un 4,5% interanual, y el desembolso de los extranjeros en territorio español se elevó un 6,3%.

 

Con 2008, llegó la primera señal de alerta: el gasto turístico frenó en seco, hasta marcar un aumento de sólo el 0,77%, el ICM retrocedió un 2,5% y el Indicador del Comercio de Moda, elaborado a partir de datos de Acotex, se desplomó un 11,02%.

 

 

Al año siguiente, la crisis tocó fondo y el gasto turístico tampoco logró salvarse. El gasto de los extranjeros en España se redujo por primera vez desde el inicio de la serie, con una caída del 7,22%, según datos de la Encuesta de Gasto Turístico (Egatur) realizada entonces por Turespaña.

 

 

 

 

 

Los extranjeros de todas las nacionalidades dejaron menos dinero en el país que el año anterior, excepto los alemanes, que incrementaron su gasto un 5,2%, y los nórdicos, que lo elevaron un 1,3%. El comercio también aceleró su descenso y se contrajo un 5,9%, mientras que el Indicador del Comercio de Moda marcó una caída del 6,51%.

 

Sin embargo, a partir de entonces los datos de Egatur comenzaron a remontar, mientras que las ventas minoristas y de moda no hacían más que acelerar su caída. En 2011, el desembolso de los turistas superó por primera vez la barrera de los 50.000 millones de euros, después de impulsarse un 6,31%. En cambio, tanto el ICM como los datos de Acotex revelaron un descenso de la facturación del comercio del 2,6%.

 

 

En 2012 llegó la segunda embestida de la crisis pero, en esta ocasión, el gasto turístico se libró del descenso, con una subida del 2,71%, hasta 53.931 millones de euros. El aumento del desembolso total fue incluso superior a la subida en el número de viajeros, que ascendió un 2,7%, lo que revela un aumento del gasto por persona.  

 

Entre 2011 y 2013, el descenso de turistas procedentes de países europeos se vio compensado por el efecto de la Primavera Árabe, que trasladó parte del flujo de viajeros de Túnez y Egipto a las costas mediterráneas españolas.

 

Precisamente en 2013, cuando el ICM y las ventas del comercio minorista de moda continuaban a la baja, el gasto de los turistas extranjeros registró una subida récord, del 9,9%, hasta quedarse a las puertas de los 60.000 millones euros.

 

Aunque no hay datos de qué parte de este gasto está destinado a moda, el impacto que el boom turístico de España tiene en el sector puede calibrarse con los datos de devoluciones de impuestos, que corresponden a los visitantes procedentes de fuera de la Unión Europea.

 

 

 

 

 

En 2014, el textil y la confección coparon el 62% del gasto tax free de los turistas en España, frente al 59% del año anterior. El terreno perdido por las prendas y los productos textiles fue ganado por joyería y relojería, que pasaron de copar el 12% en 2013 al 14% en 2014.

 

Este desembolso por parte de los extranjeros de visita en España pudo ayudar a amortiguar la caída de las ventas minoristas de moda, ya de por sí aguda durante estos años: en 2013, el sector contrajo su facturación un 2,3% y, un año después, un 2,2%.

 

El año pasado, la recuperación llegó por fin al comercio minorista, mientras que el desembolso de los turistas en España se impulsó otro 6,8%, hasta rozar los 70.000 millones de euros. Sin embargo, justo cuando parecía que la facturación del comercio y el desembolso extranjero volvían a coincidir en la senda positiva, el sector de la moda tropezó en el comienzo del año, con una caída del 5,3%, la más elevada desde mayo de 2013.

 

 

En febrero, el gasto turístico se disparó un 8,02%, lo que quizás contribuyó a moderar la caída de las ventas minoristas de moda, que en febrero retrocedieron sólo un 0,7%. En marzo, sin embargo, la diferencia entre ambos se agrandó: mientras el gasto marcaba un nuevo máximo con un aumento del 9,9%, la facturación de las tiendas minoristas de moda también marcaron un récord, aunque en negativo.

 

Impactado por el revés climatológico y la incertidumbre política, el sector cerró el peor trimestre desde 2013, con un descenso del 9,9% en marzo y una caída acumulada del 5,7%, mientras que el desembolso de los turistas extranjeros culminó el trimestre con un aumento acumulado del 7,4%.

 

A falta de datos de Egatur (que desde octubre del año pasado realiza el INE) de abril, parece que el comercio de moda ha retomado la senda del crecimiento, con un aumento del 4,8% en el cuarto mes del año.

 

Sin embargo, el efecto Semana Santa, positivo para el comercio (el año pasado cayó en abril, así que este año hubo más días de apertura en relación a 2015), podría perjudicar el dato de gasto turístico que, en cambio, se vio beneficiado en marzo por el desfase de festivos.