El Foro Social de la Moda, encallado en la ‘buena voluntad’ un año después de su fundación

No sólo buena voluntad. El Foro Social de la Industria de la Moda, que se constituyó en abril de 2018, busca cómo reactivarse después de un año de baja actividad. En los últimos días, la plataforma, que se formó en defensa de los derechos fundamentales de los trabajadores en el textil, ha dado su apoyo a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el rechazo a cualquier forma de violencia o acoso en el trabajo.

El Foro se creó hace un año en Madrid con el apoyo de grandes grupos de distribución de moda en el país, como Inditex, El Corte Inglés y Mango, así como las mayores organizaciones empresariales de la industria del país, como el Consejo Intertextil Español (CIE), la Federación Española de Empresas de la Confección (Fedecon), la Agrupación Española el Género de Punto (Aegp), y los dos sindicatos mayoritarios del país, CCOO y UGT.

También participan en este organismo ONGs y otras instituciones relacionadas, como el Observatorio de RSC, OCU, Intermon-Oxfam, Economistas sin Fronteras, Ecoembes o Asgeco, entre otras. Así como investigadores de la Uned y de las universidades de Nebrija y de Segovia. En el transcurso de este periodo se han sumado a la plataforma Tendam y la Federación de Industrias del Calzado Español.

Parte de los integrantes del foro presiona para consensuar recomendaciones sobre los temas de debate

Sin embargo, desde su constitución, poco se ha avanzado. Una parte de los firmantes acusa la falta de implicación de algunos miembros que frenan su avance hacia el trabajo conjunto sobre acciones concretas. Para el grueso de los socios no se trata de una plataforma para “quedar bien” o para realizar charlas, sino que la misión es llegar a conclusiones concretas, no hasta el punto de obligar, pero sí de recomendar.

El próximo encuentro del foro tendrá lugar a finales de septiembre, en una reunión que servirá para poner en común los trabajos realizados y, en especial, sobre debida diligencia y economía circular. El primero de los casos consiste en el seguimiento de la cadena de valor de las empresas de distribución, el equivalente en Francia a la obligada vigilancia. No obstante, no se ha alcanzado aún un documento consensuado.

La plataforma se creó con miras a trabajar de manera conjunta para ayudar al sector a ser más sostenible en lo social y ambiental en las cadenas de suministro, pero también en el consumo y en su práctica fiscal. Se trata de crear un punto de encuentro y reflexión, de intercambio de experiencias y mejores prácticas, y para realizar un seguimiento de los acuerdos que se alcancen de forma consensuada.

Además de la constitución del foro, se firmó un documento base con los principios y objetivos, en el que se subraya el papel y la responsabilidad de los grupos de interés, sus formas de interlocución y participación. Se estableció un grupo coordinador y diferentes grupos de trabajo centrados en consumo, fiscalidad y cadenas de suministro.