El comercio de Barcelona percibe una mejora moderada en el segundo trimestre del año

La mejora de la situación económica y el mayor optimismo de los consumidores no terminan de traducirse en los resultados de los comercios barceloneses. Según el último Indicador del Comercio de Barcelona, correspondiente al segundo trimestre del año, las ventas continúan cayendo, aunque de manera más moderada, pese a que la actitud del consumidor frente a la compra ha mejorado.

El informe, elaborado por Esade con los datos obtenidos de los comercios asociados a la Fundación Barcelona Comerç, apunta que los comerciantes de la ciudad han percibido, durante este periodo, una mejora en la afluencia de clientes en las tiendas. Además, según los encuestados, la actitud de los consumidores frente a las compras es más animada, y 3,26 de cada cinco percibieron una actitud “muy animada”.

El repunte del tráfico y la mayor disposición de los clientes se complementa, además, con una caída de la facturación y los tickets de caja más moderada que en el mismo periodo del año anterior (-0,5%, frente al -0,8% en el mismo trimestre de 2014). Los costes, por su parte, se han estabilizado en términos generales y los costes relacionados con la compra han caído un 0,1%.

El inicio de la temporada de rebajas de verano ha sido ligeramente mejor al del año pasado: la primera semana de julio, los comerciantes barceloneses facturaron un 0,53% más que en el mismo periodo del año anterior. En 2014, el incremento se situó en un 0,44%, y un año anterior en casi la mitad: 0,23%.

“Con unos cuantos meses de retraso, el sector comercial barcelonés se suma a los síntomas de mejora del consumo”, ha apuntado Jose-Francesc Valls, director del estudio y profesor de Esade. “De esta forma, se reducen los números negativos, lo que supone una mejora parcial de los resultados, muy afectados por la crisis”, añadió.

En lo que se refiere a la competencia, el informe señala que los comerciantes han percibido un aumento de la competencia en las ofertas y los descuentos. Un 71,3% de los encuestados declaró que había aumentado o había aumentado mucho, y más de la mitad afirmó que también habían percibido una mayor presión sobre los precios.

Además, el estudio subraya el aumento de la implantación de las nuevas tecnologías en los comercios de Barcelona. En el último año, el número de establecimientos con apps propias se ha doblado, pasando del 9,2% al 19,5%, y también aumentaron las apps de ofertas y descuentos.

El Indicador señala también que el 78,2% de las tiendas de la capital catalana tiene un ordenador y conexión wifi, mientras que un 10,2% no cuentan con un ordenador conectado a la red.