Entorno

El calzado español ‘tropieza’ y reduce sus exportaciones por primera vez en tres años

I. P. Gestal

4 may 2016 - 04:53

calzado

 

 

El impulso exportador del calzado tropieza en el comienzo del año. Después de encadenar impulsos a doble dígito durante casi dos años consecutivos, las ventas al extranjero de calzado español frenaron en seco en febrero, con un descenso del 6,9% interanual. Se trata peor resultado en un mes de febrero desde 2009, cuando las exportaciones del sector experimentaron un retroceso el 7,2%.

 

El calzado es de los sectores más internacionalizados de la moda española, y marcas como Pretty Ballerinas, Camper o Pikolinos han logrado hacerse un hueco en las plazas extranjeras. De hecho, el último mes que el sector redujo sus exportaciones al extranjero fue en diciembre de 2012, cuando descendió un 7,9%.

 

En total, España vendió calzado al exterior por valor de 272,3 millones de euros, frente a los 292,7 millones de euros de febrero del año anterior, según datos del Instituto de Comercio Exterior (Icex). Con este resultado, el sector, tradicionalmente el único que lograba registrar una balanza exterior positiva en la industria de la moda, se acerca al déficit exterior.

 

 

 

 

En febrero, las ventas de calzado excedieron a las ventas en 5,6 millones de euros, lo que supone una drástica caída del 88,7% en relación al mismo mes del año anterior. La evolución del sector contrasta con la registrada por el resto de sectores que componen la industria de la moda. De hecho, tanto las ventas de textil como de confección mantuvieron el impulso de exportaciones al extranjero, reduciendo en ambos casos su déficit con el exterior.

 

La principal causa del descenso de las ventas de calzado al exterior fue la caída de las exportaciones a Francia. El mercado galo, que continúa siendo, a gran distancia, el primer cliente extranjero del calzado español, redujo sus compras por primera vez desde 2009.

 

En concreto, las exportaciones a Francia registraron un descenso del 7,54% en enero, hasta 61,3 millones de euros. El país vecino también redujo el año pasado sus compras de moda española por primera vez desde el inicio de la crisis, con un descenso del 1,11% en los nueve primeros meses del año. A cierre de año, las ventas de moda a Francia lograron mantenerse al alza, aunque con un aumento de tan solo el 0,1%.

 

 

 

 

En el caso del calzado, el descenso de las exportaciones se extendió a casi la totalidad de sus mayores clientes en el extranjero. Sólo Italia y Estados Unidos, que ocupan el segundo y quinto puesto entre los principales destinos de las exportaciones del calzado español, lograron salvar la caída e impulsaron sus compras a España un 12,6% y un 20,6%, respectivamente.

 

Estados Unidos es uno de los países por los que más están apostando en los últimos meses las compañías españolas de calzado, aprovechando el efecto positivo del tipo de cambio euro-dólar.

 

En septiembre del año pasado, Alma en Pena entró en el mercado estadounidense a través de la ferias de Las Vegas, Miami y Nueva York, y no descarta comenzar a tejer también una red de tiendas propias. A final de año, Cuplé puso también un pie en el país con un primer establecimiento en Los Ángeles.

 

También México está ganando terreno como destino de las exportaciones españolas de calzado. En febrero, las ventas al país se dispararon un 30,67%, hasta cuatro millones de euros.  Durante el último año, firmas como Menbur o Coolway han apostado por México como puerta de entrada al mercado latinoamericano.

 

En cambio, las ventas a Alemania, Reino Unido, Portugal, Bélgica, Holanda, Japón y Polonia, todos entre los diez primeros clientes exteriores del sector, descendieron a doble dígito. De continuar esta tendencia en los meses posteriores, el mapa de los destinos del calzado español podría variarse, con los mercados americanos ganando importancia y los europeos, que actualmente copan el 80% de las ventas, perdiendo posiciones en el ránking.