Entorno

El Brasil de los Juegos Olímpicos seduce de nuevo a la moda española, que remonta sus ventas un 4,7%

S. Riera

13 ene 2016 - 04:55

El Brasil de los Juegos Olímpicos seduce de nuevo a la moda española. El sector recupera el interés por el mercado brasileño al calor de la celebración de la cumbre deportiva, que tendrá lugar este verano en Río de Janeiro, y eleva sus ventas al país durante los primeros diez meses de 2015 un 4,7% interanual. La subida contrasta con un retroceso del 0,3% en el mismo periodo del año anterior, el primero tras varios ejercicios de crecimientos a doble dígito.

 

La moda española vuelve a poner a Brasil en el punto de mira. Entre enero y octubre de 2015, las exportaciones del sector alcanzaron 112,1 millones de euros, según datos del Icex. A pesar de que la cifra es casi un 70% superior a la de cinco años atrás, cuando en este mismo periodo las ventas españolas de moda al mercado brasileño alcanzaron 66,8 millones de euros, el sector frenó en seco su actividad en el país en 2014, ante los primeros síntomas de ralentización de la economía.

 

 

 

 

Inditex, Pretty Ballerinas, Camper, Rosa Clará o Etnia son algunas de las empresas españolas que continúan apostando por el mercado brasileño, a pesar del clima económico y político del país y de las trabas fiscales y administrativas a las que deben hacer frente las compañías extranjeras que quieran operar en él. Inditex, por ejemplo, cuenta con 68 establecimientos en Brasil, 55 de ellos de Zara y 13 de Zara Home.

 

Sin embargo, empresas como Desigual o Mango han decidido en los últimos años dejar a un lado el mercado brasileño entre sus destinos objetivo. Mango salió del país en 2013 tras cerrar su única tienda en Río de Janeiro; Desigual, por su parte, paralizó sus planes en Brasil a mediados de 2015 a la espera de cómo se resuelva su situación económica. La devaluación de la divisa local y la inflación han complicado los planes de aquellas marcas foráneas que buscan competir en precio.

 

La economía del país continúa sufriendo los efectos de los recortes presupuestarios del Gobierno, la incertidumbre política ante los casos de corrupción, la caída del precio de las materias primas, la devaluación de la divisa, la inflación, el aumento del paro y un descenso de la confianza del consumidor. A pesar de ello, Brasil continúa estando en el top ten del Global Retail Development Index, que elabora la consultora AT Kearney. En la edición de 2015, el informe situaba al mercado brasileño en la octava posición, por detrás de Emiratos Árabes Unidos.

 

El estudio sostiene que, a pesar del clima económico y político del país, en 2014, el comercio minorista del país logró crecer un 2,2% hasta 776.000 millones de euros. Por otro lado, un estudio de EAE Business School recogía que, en 2014, el gasto concreto en prendas de vestir en Brasil aumentó un 2,9%, marcando la cota más baja de los últimos seis años.

 

No obstante, otros informes, como Retailing in Brazil, de Euromonitor, afirman que las turbulencias en el mercado carioca del retail están lejos de desaparecer tanto en 2015 como en 2016. En ese caso, se sostiene que la ralentización de la economía paralizará aún más el consumo y que el único segmento que mantendrá las ventas será el del low cost.

 

 

 

 

Y es que, a las puertas de un evento de la magnitud de los Juegos Olímpicos, la situación económica sigue sin dar síntomas de mejora. La última campaña navideña ha sido la peor de los últimos diez años en facturación. La Associaçao Brasileira de Lojistas de Shopping (AlShop) aseguró que, durante el periodo navideño de este año, las ventas retrocedieron un 3% en relación a 2014, situándose a niveles de 2005. La organización también señala que los subsectores que registraron las peores marcas fueron los de la ropa, con una caída interanual del 5,8%.

 

El ambiente que respira el país a seis meses para iniciar los Juegos Olímpicos es totalmente opuesto al que se vivía en 2009 cuando ganó la convocatoria. En la actualidad, el país vive su peor recesión en los últimos 25 años. Mientras el país todavía no ha asimilado las grandes infraestructuras para el Mundial de Fútbol de hace dos años, el Ejecutivo afronta ahora los primeros Juegos Olímpicos de América del Sur en plena recesión.

 

Según las últimas previsiones del Banco Mundial, el PIB del país retrocederá un 2,5% en 2016. Brasil, con una población por encima de los 204 millones de habitantes, ha ido disminuyendo su PIB por cápita desde que tocara techo en 2011, hasta situarse en 8.707 euros en 2014.

 

 

Los ejes comerciales conservan músculo

Pese a la situación, compañías como Tommy Hilfiger, Ralph Lauren, Next, Forever 21 o Bestseller son algunas de las que se han lanzado al mercado brasileño en los últimos meses. Los principales ejes comerciales de Sao Paulo y Rio de Janeiro han continuado atrayendo a operadores internacionales, que incluso han seguido presionando al alza el precio de sus alquileres.

 

La calle Garcia D’Avila, en el barrio de Ipanema, en Río de Janeiro, continúa siendo la segunda cara más cara de América del Sur, por detrás de la calle Florida de Buenos Aires. Según el último informe Main Streets Across the World 2015, de Cushman&Wakefield, esta popular vía en Río de Janeiro elevó en el último año el precio medio de sus alquileres un 4,8% hasta 1.127 euros por metro cuadrado al año.

 

El estudio constata además que en el último año los demás núcleos comerciales del país han elevado también sus rentas medidas. En Sao Paulo, la calle Oscar Freire ha incrementado el precio de sus alquileres un 3,3%, hasta 728 euros por metro cuadrado, situándose como la cuarta vía más cara en toda América del Sur.