El Banco Mundial urge a Bangladesh a mejorar las condiciones salariales en el textil

Bangladesh pone en riesgo su competitividad si no mejora sus condiciones laborales. El país asiático, el segundo exportador mundial de ropa por detrás de China debe aplicar con rapidez alzas salariales y mejoras en la seguridad de los trabajadores del sector si quiere reforzar su actividad industrial, según datos del Banco Mundial, organismo dependiente de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

El sector en Bangladesh precisa contemplar lo más rápido posible este periodo de transición para recuperar la confianza de los operadores globales. El Banco Mundial sostiene que las ventajas competitivas con las que el país ha catapultado su industria textil ya no funcionan y que su liderazgo en el aprovisionamiento global podría erosionarse si no mejora en política laboral.

“Todavía queda mucho por hacer en la implantación de incrementos salariales y en una nueva legislación en materia laboral en el país, así como en reclutar a más inspectores para la seguridad en las fábricas textiles”, subrayan los autores del informe. El Banco Mundial considera que el país ha frenado las actuaciones en el establecimiento de estándares en cuestiones laborales y de seguridad y podría perder el acceso preferente a mercados estratégicos, como el europeo.

Sin embargo, el informe sostiene que, al margen del debate sobre los temas de seguridad laboral, los planes de los operadores internacionales pasan por incrementar sus compras en Bangladesh al menos hasta 2020. La competitividad del país continúa estando en los bajos costes laborales y en una abundante mano de obra. En este sentido, Bangladesh continúa teniendo el salario mínimo más bajo del sudeste asiático, a excepción de Myanmar.

Por otro lado, el país cuenta también con la ventaja de tener capacidad para realizar grandes pedidos en los tiempos establecidos. Sin embargo, la catástrofe humanitaria del hundimiento del Rana Plaza y otros episodios trágicos que ha vivido la industria textil del país en los últimos años ha provocado que los grupos de distribución se replanteen su aprovisionamiento en Bangladesh y busquen alternativas.

El informe considera que la modificación de la ley laboral del país es extremadamente lenta y que el país necesita contundencia y seguridad en este ámbito. Por otro lado, en la cuestión de la seguridad, los expertos del Banco Mundial aseguran que existe una falta de coordinación entre los grandes grupos internacionales y los fabricantes del país, que acaba generando confusión.

Por último, el documento también señala que existe poca cooperación entre las empresas locales del sector y cita una encuesta que realizó la patronal del textil en Bangladesh (Bgmea, en sus siglas en inglés) donde se asegura que el 40% de las fábricas no aplicaron el aumento salarial aprobado el año pasado.