Entorno

El acelerón de la economía china pone al país de nuevo en la diana de la moda internacional

El gigante asiático, que creció más de lo previsto en el primer trimestre de 2017, ha despejado las dudas sobre la marcha de su economía. Tras disminuir sus ventas en el país en ejercicios anteriores, grupos de lujo como LVMH y Burberry hablan de una recuperación del consumo en 2017. 

Lorenzo Molina

26 abr 2017 - 04:44

El acelerón de la economía china pone al país de nuevo en la diana de la moda internacional

 

 

China recupera terreno en los planes de crecimiento de la moda internacional. En el primer trimestre de 2017, la economía del país creció un 6,9%, cuatro décimas por encima del objetivo de crecimiento marcado por Pekín y superando la previsión de los analistas. Las medidas de estímulo puestas en marcha por el gobierno chino parecen estar dando sus frutos y han reactivado también las ventas de muchas compañías internacionales en el país, que en los últimos dos años sufrieron en sus resultados el impacto de la desaceleración del mercado chino.

 

Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial mantienen sus previsiones de crecimiento para el conjunto del año. El Banco Mundial anticipa que la riqueza del país crecerá un 6,5% durante 2017. La aceleración de la economía en este mercado ha provocado que muchas empresas de moda internacional redoblen su apuesta por China. De Hermès a LVMH, pasando por Adidas y VF Corporation tienen al mercado chino como foco de sus políticas de expansión en los próximos años.

 

El escenario actual es radicalmente opuesto al de hace tan sólo dos años. Un crecimiento económico menor de lo esperado, unido a la falta de una estructura económica sólida, un sistema político poco transparente y la todavía enorme desigualdad entre sus habitantes sembró dudas sobre el desarrollo de la moda en el país.

 

El sector del lujo fue el que sufrió con más fuerza la ralentización del consumo de moda en China entonces, tras incrementar fuertemente su presencia en este mercado ante los crecimientos galopantes de su economía. En 2015, Gucci cerró cinco tiendas en el país, mientras Prada y Burberry bajaron la persiana de cuatro y dos establecimientos, respectivamente.

 

 

 

 

En su memoria anual de 2015, Prada recogía unas ventas en China continental de 705,8 millones de euros, un 8,3% inferiores que las del mismo periodo de 2014, debido principalmente por la bajada de ventas en Hong Kong y Macao, tradicionalmente destinos predilectos del turismo chino. Un precio de los productos mucho más caro en el país llevaron a los consumidores a comprar artículos de lujo en otros mercados, según BNP Paribas.

 

En consecuencia, Prada modificó su política de expansión a través de tiendas en China. De las 54 aperturas que llevó a cabo en el país en 2014, la compañía puso en marcha treinta en 2015.

 

A principios de 2016, Hugo Boss también decidió reducir su red de tiendas en el gigante asiático y bajó la persiana de una veintena de establecimientos en el país tras la drástica caída de la demanda, que castigó los resultados globales del grupo en el ejercicio 2015. El beneficio de la empresa cayó un 5% ese año, hasta 319,4 millones de euros. En la memoria de 2015, el grupo señaló que la “inesperada” devaluación del yuan realizada por el gobierno chino y los “grandes descensos” en el mercado bursátil del país debido a la ralentización de su desarrollo económico afectaron directamente su negocio.

 

 

 

 

Afortunadamente, esta etapa de freno en el país ha llegado a su fin. Varios indicadores demográficos apuntan que el consumo de moda en China tomará impulso en los próximos años. Según un estudio elaborado por la EAE Business School, el país registrará el mayor incremento del gasto medio por hogar en prendas confeccionadas en 2019, hasta alcanzar los 293 euros.   

 

En paralelo al aumento del desembolso en moda, China duplicará el número de ciudadanos de clase media-alta en sus ciudades pequeñas hasta 2020, según un estudio de Boston Consulting Group. De los 45 millones de habitantes con rentas anuales por encima de los 24.000 dólares que había en 2015, se prevé pasar a 98 millones de individuos con esos ingresos en 2020.

 

Las halagüeñas perspectivas socioeconómicas y del consumo de moda en el país han impactado el desarrollo de las compañías del sector. En sus resultados para el primer semestre (cerrado el 31 de marzo), Burberry señala que la “fortaleza de China continental condujo el crecimiento en Asia-Pacífico”, donde las ventas se elevaron un 19%, hasta 659 millones de libras. China continental anotó un crecimiento porcentual a un solo dígito alto, acelerando a lo largo del periodo. Asimismo, las ventas a través de la tienda online de Burberry en el país prácticamente se duplicaron.

 

 

 

 

En sus resultados anules de 2016, Hermès apunta que “en China continental, el grupo continúo desarrollándose pese a que el escenario permanece desafiante”. En la región Asia-Pacífico, la facturación de la compañía creció un 7,1%, hasta 1.778 millones de euros.

 

Otro de los conglomerados de lujo que ha mejorado sus resultados en China es LVMH. El grupo, propietario de marcas como Louis Vuitton, Loewe y Céline, hace hincapié en sus resultados para el primer trimestre de 2017 en “robusto crecimiento de la facturación” en el país, al mismo tiempo que “confirma la recuperación” en dicho mercado. Las ventas de moda y artículos de cuero de LVMH se elevaron un 15% en el periodo, hasta 3.405 millones de euros.

 

Aparte del segmento del lujo, la gran distribución y el deporte también apuestan por el consumidor chino. Adidas se alío recientemente con Wanda, uno de los mayores grupos inmobiliarios del país, para acelerar su expansión en el gigante asiático y convertirse en la primera marca deportiva del continente, donde cuenta con unas 9.000 tiendas y planea abrir otras 3.000 hasta 2020.

 

 

 

 

Topshop también tiene un ambicioso plan de aperturas en China. De la mano del ecommerce Shangpin, la compañía británica del grupo Arcadia se prepara para dar el salto al retail con la puesta en marcha de hasta ochenta tiendas en el país.

 

Inditex, número uno mundial de la distribución de moda por volumen de negocio, no se vió afectado por la bajada del consumo que experimentó el lujo en China. El país fue junto a Rusia y México uno de los focos de expansión del grupo en 2016. La compañía pasó de operar con 566 tiendas de todas sus cadenas en 2015 a tener 620 establecimientos en este mercado a cierre del ejercicio 2016.

 

En su plan estratégico de crecimiento hasta 2021, VF Corporation también planea “aumentar su inversión en Asia, con un mayor foco en China”. Los objetivos de la empresa pasan por crecer entre un 4% y un 6% cada año gracias a sus principales marcas hasta el fin del plan.