Entorno

Egipto, cuatro años más de inmovilismo en la cuna del ‘oro blanco’

El país norafricano, que aplicó hace un par de años un duro ajuste económico en acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, celebra unas elecciones que con toda posibilidad revalidará en el poder a Al Sisi, después de que la mayoría de sus opositores quedasen fuera de la carrera electoral.

L. Molina

27 mar 2018 - 04:57

Egipto, cuatro años más de inmovilismo en la cuna del ‘oro blanco’

 

 

Egipto revalida su tablero político. El país norafricano, productor de uno de los algodones más reconocidos del mundo por su calidad, celebra hasta el miércoles unas elecciones en las que con toda posibilidad saldrá victorioso el militar Abelfatá Al Sisi, renovándose al frente de la presidencia en el país tras liderar un golpe de estado en 2013. La cita con las urnas, envuelta en polémica por la ausencia de debates televisados ni mítines electorales de los candidatos, tiene lugar en un estado que aún arrastra las graves consecuencias provocadas por la crisis económica que estalló en 2011, agravada por la disminución de las ayudas por parte de sus aliados del Golfo Pérsico.

 

En paralelo, Egipto lucha por volver a impulsar las exportaciones de su materia prima más preciada: el algodón, conocido como oro blanco por la calidad alargada de sus fibras. La producción de este material ha caído en picado desde el fin del régimen de Mubarak en 2011, que coincidió con la llegada de una regulación comercial más laxa que deterioró su competitividad. En la actualidad, el algodón egipcio cubre tan solo en torno al 3% de la demanda mundial de esta materia prima, que tiene a Estados Unidos como el mayor exportador a escala global.  

 

Abelfatá Al Sisi ha dirigido Egipto con mano de hierro desde principios de 2014, cuando asumió la presidencia del país tras un golpe de estado. Entonces, la economía egipcia ya se encontraba sumida en una profunda crisis, fruto de la caída de los visitantes extranjeros, que redujo drásticamente las reservas de divisas en el país. El encarecimiento del coste de la vida, unida a un desempleo al alza, agravó la situación de los hogares.

 

 

 

 

De ganar las elecciones, Abelfatá Al Sisi permanecerá en el poder al menos hasta 2022, aunque el líder podría enmendar la Constitución para eliminar la limitación de dos mandatos vigentes, que le obligaría a abandonar el poder al final de esta nueva legislatura. La más que probable victoria de Al Sisi, sin embargo, ha sido puesta en entredicho por muchos analistas, dado que sus mayores opositores, como el conservador Ahmed Shafiq, el progresista Jaled Ali o el liberal Anuar Sadat, se retiraron de la carrera electoral por varias razones, aunque todas ellas apuntan a una presunta presión por parte del aparato del régimen egipcio, según El País.

 

Egipto cuenta con una población de 97,04 millones de habitantes y un Producto Interior Bruto (PIB) per cápita de 13.000 dólares (10.520 euros) en 2017, un 1,5% superior al del año anterior, según CIA Factbook. No obstante, el aumento de la riqueza no ha favorecido a las clases medias del país, que han visto su poder adquisitivo notablemente mermado desde 2016, cuando el país solicitó un préstamo de 12.000 millones de dólares (9.710,7 millones de euros) a tres años al Fondo Monetario Internacional (FMI) para suplir la persistente escasez de dólares y la disminución de las ayudas por parte de sus aliados del Golfo Pérsico.

 

Para obtener los fondos pactados, el Gobierno egipcio devaluó la moneda egipcia, introdujo nuevos impuestos y cortó los subsidios a la energía, medidas que han disparado la inflación en el país por encima del 30% durante gran parte de 2017. Desde que se aprobasen los ajustes, la inversión extranjera en bonos del tesoro egipcio ha crecido exponencialmente.

 

 

 

 

El ‘oro blanco’ egipcio reivindica su lugar

Dentro de las exportaciones vinculadas al textil, el algodón es una de las de mayor importancia para Egipto. El país exportó fibras e hilados de algodón por valor de 366,4 millones de dólares (296,5 millones de euros) en 2016, según datos del Observatory of Economic Complexity. Sin embargo, esta materia prima representó solo el 1,6% del negocio exterior del país ese año, que ascendió a 22.400 millones de dólares (18.126,6 millones de euros).

 

El elevado coste del algodón egipcio provoca que la industria local del país, que emplea algodón de fibras cortas para competir en precio, importe a su vez esta materia prima en grandes cantidades de productores extranjeros. Las compras al exterior de algodón por parte de Egipcio se situaron en 464 millones de dólares (375,5 millones de euros) en 2016, un valor casi cien millones por encima al de las exportaciones.

 

 

 

 

A mediados de 2017, el ministerio de agricultura de Egipto anuncio un plan a dos años con el objetivo de duplicar las exportaciones de algodón en el ejercicio fiscal iniciado en julio de 2017, hasta 1,4 millones de quintales (160 kilogramos), frente a los 700.000 quintales (80 kilogramos) del año anterior, según Reuters. Asimismo, el ejecutivo indio estima que el precio de cada quintal se eleve hasta 3.000 libras (137,5 euros).

 

Egipto implantó de manera temporal una prohibición temporal a las importaciones de algodón en el país en 2015, con el apoyo de los agricultores locales pero las quejas de la patronal local del textil. Sin embargo, pocos días después de anunciar la medida, el Gobierno dio marcha atrás después de oír a los fabricantes egipcios de tejido, que argumentaron que el país produce solo un tipo de algodón orientado a un segmento de mercado muy elevado, en el que no todos los tejedores del país trabajan.

 

 

La moda internacional toma posiciones en la cuna de los faraones

Egipto fue uno de los países de la región árabe más interesantes para la moda con una de las desde mediados del siglo pasado, cuando existía en el país una amplia red de modistos y costureros, mayoritariamente de origen italiano y griego, realizando creaciones para la alta sociedad del país.

 

Posteriormente, el mercado indio vio nacer uno de sus mayores operadores de retail en la actualidad: Baraka Group. Fundado en 1979 de la mano de Ahmed Farid, el grupo inició su andadura como licenciatario de gafas de sol para empresas como Luxottica, Saint Laurent y Armani. Con los años, la compañía diversificó su cartera con la adopción de moda, óptica, joyería y mobiliario. En la actualidad, Baraka Group opera con quince marcas y cien tiendas en Egipto y otros países de Oriente Medio y el este de África, y da empleo a medio millar de personas.  

 

En la primera década de los 2000, los operadores extranjeros de moda también tomaron posiciones en el país, aupados por una clase media cada vez más pudiente. Sin embargo, las revueltas contra el Gobierno del dictador de Hosni Mubarak en 2011, dando lugar a la conocida como Primavera Árabe, ralentizó el crecimiento de algunas empresas del sector como Inditex.

 

El grupo operaba con 24 tiendas en el mercado egipcio en 2012 y sumó cuatro más a cierre del ejercicio 2013. Sin embargo, entre 2014 y 2016, el gigante gallego estancó su red comercial en el país, con veintinueve establecimientos. Sólo en 2017, Inditex reactivó las aperturas, sumando siete nuevos puntos de venta, hasta un total de 36 tiendas, repartidas homogéneamente entre todas sus cadenas, con la excepción de Uterqüe.

 

 

 

 

A la hora de operar con tiendas en Egipto, los principales retailers extranjeros escogen El Cairo, la capital del país y uno de sus focos turísticos. La urbe, con 9,5 millones de habitantes, cuenta con un elevado número de centros comerciales, preferidos por las compañías del sector frente a las ubicaciones a pie de calle. Entre los complejos de El Cairo destacan Mall of Arabia, Citystars Heliopolis o Maadi, que albergan tiendas de Zara, Oysho, Vans, Mango, Gap, Promod, Quiz, Ecco, H&M, Timberland, Adidas, Clarks, Armani Exchange, Hugo Boss y American Eagle Outfitters, entre muchos otros.

 

Más allá de titanes como Inditex, otras compañías españoles también han apostado por el mercado egipcio en los últimos dos años. Punto Blanco puso en marcha en 2016 su segunda tienda franquiciada en Egipto y, ese mismo año, Textil Lonia desembarcó en el mercado egipcio con CH Carolina Herrera, que abrió su primera tienda en el complejo Cairo City Stars Mall de la capital egipcia.