Entorno

EEUU: empleo y PIB al alza con el apoyo de Wall Street en el primer año de Trump

Estados Unidos cerrará 2017 con un crecimiento del 2,2%, según el FMI, inferior al previsto inicialmente. Sin embargo, el Dow Jones no ha dejado de escalar desde la llegada de Trump a la Casa Blanca.

Iria P. Gestal

6 nov 2017 - 04:56

EEUU: empleo y PIB al alza con el apoyo de Wall Street en el primer año de Trump

 

Menos desempleo, crecimiento sostenido y el Dow Jones por las nubes. El balance económico del primer año de Trump en la Casa Blanca no tiene ni una mancha que empañe el expediente. Sin embargo, los expertos coinciden en que la mayoría de la mejoras no son consecuencia directa del republicano, sino que son fruto de las medidas implantadas por su antecesor, Barack Obama, mientras que los organismos internacionales alertan sobre el impacto de la incertidumbre política.

 

El primer indicador económico en aplaudir la victoria de Trump, hace ahora un año, fue la bolsa. Wall Street desafió la incertidumbre que dominó el mundo tras la jornada electoral y el Dow Jones se despidió de la primera jornada de Trump como presidente electo con un alza del 1,3%, hasta rozar los 18.590 puntos.

 

Desde entonces, el selectivo ha mantenido el pulso alcista. En agosto, el Dow Jones batió por primera vez la barrera de los 22.000 puntos, y en octubre anotó un nuevo récord al superar los 23.000 puntos. Desde el día de la elección del republicano, el selectivo se ha disparado más de un 25% y ha registrado 66 máximos históricos.

 

 

 

 

El impulso se debe en parte a las promesas del presidente en política fiscal, gasto en infraestructuras y desregulación, si bien las dos primeras todavía no han sido abordadas por el congreso.

 

El desempleo, por su parte, ha ido menguando. Cuando Trump juró su cargo en enero de 2017 la tasa de paro en Estados Unidos llegaba al 4,8%. Nueve meses más tarde, el indicador ha descendido hasta el 4,2%, su mínimo en dieciséis años.

 

Sin embargo, el mayor avance se produjo durante el mandato de Barack Obama. Cuando tomó posesión del cargo, en enero de 2009, el desempleo se situaba en el 7,8%. Cuatro años después, al comienzo de su segunda legislatura y en plena crisis económica, la tasa había escalado hasta el 8%, pero cuando dejó la Casa Blanca en enero de 2017 se había reducido hasta el 4,8%.

 

 

 

 

 

El Producto Interior Bruto (PIB), por su parte, también ha acompañado a Trump. Tras una pequeña desaceleración en el primer trimestre, cuando la economía estadounidense creció sólo un 1,2% lastrada por la demanda interna, el PIB recuperó el impulso, con un ascenso del 2,6% en el segundo trimestre.

 

Sin embargo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) moderó en octubre sus previsiones de crecimiento para el país, que pasaron de situarse del 2,3% al 2,2% para 2017 y del 2,5% al 2,3% para 2018.

 

El organismo presidido por Christine Lagarde aludió a las previsiones de que la política fiscal no estimule tanto la demanda como se había previsto, si bien añadió que hay “unas condiciones financieras muy propicias y una firme confianza entre las empresas y consumidores” del país.

 

Por otro lado, el FMI subraya que “dada la significativa incertidumbre que rodea a las políticas, el pronóstico macroeconómico supone como escenario de base que las políticas no cambiarán, en tanto que la edición de abril de 2017 del informe contemplaba un estímulo fiscal generado por los recortes previstos a los impuestos”.

 

Por último, el dólar también concluye el primer año de Trump con un balance positivo. La presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos, Janet Yellen (sustituida la semana pasada por Jerome Powell), ha subido los tipos tres veces desde la victoria del republicano. Las tres alzas, todas ellas de un cuarto de punto, han dejado el precio del dinero entre el 0,75% y el 1%. El dólar ha salido fortalecido de estas medidas, si bien en los últimos meses el euro ha recuperado camino y acumula una apreciación del 15,2% en lo que va de año.