Entorno

Desde Kangaroos a Casas: las ‘pymes’ españolas se suman a la fiebre de las operaciones corporativas

Custodio Pareja

16 dic 2014 - 04:50

¿Puede una empresa de 22 millones de euros de facturación crecer con compras? En plena crisis, es posible. Es lo que ha ocurrido en varias ocasiones en el sector de la moda en España durante los últimos años, cuando no sólo grupos internacionales como Alhokair o gigantes como Puig han realizado compras para crecer, sino que también empresas de la dimensión de Casas, Kangaroos o Pieldevelur han aprovechado las oportunidades del mercado para aumentar su estructura con la adquisición de otras marcas.

 

Una de las últimas compañías que ha decido crecer a través de compras ha sido Calzados Lamolla, que controla la cadena de zapaterías Casas y que se hizo el pasado junio con el control de Vialis tras entrar en concurso de acreedores, tal y como adelantó Modaes.es

 

Completan la lista otras empresas del sector, también de un tamaño medio, como Pieldevelur, compañía liderada por un ex directivo de Zegna que se hizo el pasado octubre con la unidad productiva y la marca Torras, o Globalmarks, propietarios de la firma de calzado Furiezza, que engordó su cartera de marcas con Farrutx. Todas ellas en situación concursal. Kangaroos, Teximbor o Maluvi Moda, con la adquisición de la firma del diseñador Joaquim Verdú, son otras pequeñas empresas que se han lanzado a las operaciones corporativas.

 

“Son empresas pequeñas, en su mayoría industriales, que han capeado el temporal y que quieren crecer en el sector”, explica Manuel Rodríguez, director de PwC. A menudo son compañías de carácter familiar y en cuya gestión ya ha entrado la segunda generación.

 

El perfil del comprador se completa, en muchas ocasiones, con el adjetivo de “buscagangas”. “Compran oportunidades, empresas que están alejadas de su valor real, que encajan bien en su negocio y que les ayudarán a aumentar su volumen”, dice Vicente Bosque, socio de One to One Corporate Finance.

 

Este tipo de operaciones corporativas se ha dado en un momento marcado por la crisis financiera, la caída del consumo y el alto número de concurso de acreedores. Si en 2011 se presentaron un total de 97 expedientes en el sector de la moda, en 2012 esta cifra aumentó hasta 119, para crecer hasta 138 en 2013, según datos del Baremo Consursal, publicado por PwC.

 

Las compras las realizan empresas con una posición financiera sólida y con dinero para invertir. “Se fijan en empresas que no han sido capaces de esquivar la crisis económica y la caída del consumo”, explica Borja Oria, director y responsable de retail de Arcano Investment Banking. “Son marcas buenas, con mucho potencial pero que financieramente no eran sostenibles, por lo que otras empresas que sí lo son han apostado por adquirirlas y darles una segunda oportunidad”, añade.

 

Para fomentar este tipo de operaciones, el Gobierno llevó a cabo una modificación de la ley concursal para que las empresas en liquidación pudieran deshacerse de su unidad productiva y dar continuidad a la compañía. La última reforma se llevó a cabo el pasado septiembre, con el objetivo de  facilitar los acuerdos que permitan la supervivencia de empresas que entren en un proceso concursal. “Las deficiencias en el proceso concursal español han provocado que en el año 2013, el 95% de las empresas declaradas en concurso acabara en liquidación”, recoge el texto sobre Real Decreto Ley (RDL) aprobado entonces por el Gobierno

 

“La norma completa las medidas ya implantadas para la fase preconcursal y persigue dar solución a algunas carencias y problemas detectados en la fase concursal. En concreto, se establece un mejor engranaje entre el convenio concursal y los acuerdos de refinanciación y se eliminan los obstáculos legales para la venta de empresas o unidades productivas sin cargas”, afirma en su comunicado

 

La venta de este tipo de empresas en España, donde el sector está muy atomizado, ha favorecido a la creación de grupo que gestionan varias marcas. El caso más significativo es el de la toledana Kangaroos. A su marca propia, Kangaroos sumó a finales de 2011 Coronel Tapiocca y en 2013 reforzó su cartera con la adquisición de Bonaventure y de la histórica firma sevillana El Caballo. La cuarta operación corporativa ha tenido lugar en 2014 con la adquisición de la marca Devota & Lomba. Tanto Coronel Tapiocca, como El Caballo y Devota & Lomba estaban en proceso de liquidación.

 

Pero ¿continuarán produciéndose este tipo de operaciones protagonizadas por pequeños inversores el próximo año? Las operaciones corporativas, en su mayoría, tienen como denominador común el concurso de acreedores y, según datos del Baremo Concursal de PwC, 2014 está siendo el año en que la moda española abandona los juzgados.

 

Según los últimos datos, los concursos de acreedores del sector han retrocedido un 23% en los nueve primeros meses del año, con un total de setenta expedientes presentados en el periodo, frente a los 91 de los tres primeros trimestres de 2013.

 

No obstante, aunque las oportunidades atractivas para las empresas españolas, protagonizadas en su mayoría por compañías en los juzgados, empiecen a escasear, el interés por el sector sigue vivo y se refuerza con la entrada en escena de operadores internacionales.

 

“Es más fácil comprar cuando la empresa está en concurso de acreedores, pero no es una condición –explica Rodríguez-; en los últimos meses se ha visto un gran interés de grupos chinos por adquirir empresas españolas de diversos sectores”.

 

“España está en una posición favorable de cara a los grupos internacionales: son empresas que han esquivado la crisis y continúan registrando buenas cifras de negocio –explica Bosque-; las operaciones corporativas en España tienen un buen futuro por delante”.