Entorno

Del despegue español a la guerra de divisas: claves ‘macro’ para el nuevo curso en el sector de la moda

I. P. Gestal

1 sep 2015 - 04:57

El negocio de la moda encara un nuevo curso con un nuevo entorno macroeconómico, que dibuja una situación totalmente diferente a la de doce o veinticuatro meses atrás para las empresas españolas del sector. Después de meses de mejora de la economía interna y de repunte del consumo y la confianza de los consumidores, los retos se centran ahora en los mercados internacionales, con un panorama incierto en mercados tan importantes para la moda española como China y Rusia.

 

1. La economía española se recupera

La economía española continúa en la senda positiva que comenzó el año pasado. Aunque la moda española está muy internacionalizada, la mejora de la economía nacional supone un revulsivo para las empresas del país y aumenta el atractivo de España para la inversión de compañías extranjeras.

 

El producto interior bruto (PIB) acumula ocho trimestres en racha alcista, tras registrar una variación del 1% en los tres primeros meses de 2015. El aumento, el mayor desde el comienzo de la crisis, fue impulsado, según el Banco de España, por una mayor demanda interna.  

 

El Gobierno prevé que la economía española crecerá un 3,3% en 2015 y un 3% el año que viene, mientras el Banco de España relaja estas previsiones hasta el 3,1% para este año y el 2,7% para 2016. En 2014, el PIB registró un alza mayor de la estimada y creció un 1,4% tras tres años en descenso.

 

2. El consumo mantiene el pulso alcista

Impulsados por la mejora del panorama económico, los datos del consumo en España también recuperaron la tendencia alcista en el curso pasado. Tras remontar las ventas en junio, el Índice del Comercio al por Menor (ICM) registró en julio un incremento del 3,6% respecto al mismo mes del año anterior. Por su parte, ICM registró un alza del 5% en los productos de equipamiento personal, donde se inscriben los artículos de moda.

 

Tras siete años de contracción del consumo de moda, a partir de 2014 la mejora del consumo se ha trasladado al sector de la moda, y continúa haciéndolo en 2015. Según los resultados provisionales del Indicador del Comercio de Moda, elaborado a partir de datos de la Asociación Empresarial del Comercio Textil y Complementos (Acotex), el comercio de moda nacional registró en junio su tercera mejor marca del año, y alcanzó un crecimiento acumulado del 5,3%.

 

Además, según un estudio elaborado por Statista, el consumo en toda Europa aumentará en los próximos diez años y para 2025 los europeos consumirán más moda que los ciudadanos de Estados Unidos, que registraría un crecimiento menor. En 2025, el consumidor gastará una media de 804 dólares al año en moda en Europa, un 21,2% más que lo que destinaba en 2012, según un estudio elaborado por Statista.

  

3. Reducción del desempleo

El elevado desempleo continúa siendo el talón de Aquiles de la moda española y su evolución será clave para la economía nacional en general y para el consumo de moda en particular. Según la última Encuesta de Población Activa (EPA), la tasa de paro cayó en España al 22,4% en el segundo trimestre, frente al 23,8% del primero y el 25,9% del primer trimestre de 2014.

 

La industria de la moda está contribuyendo a esta mejora del mercado laboral español. En los últimos meses, los datos de la Seguridad Social y la EPA revelan una recuperación del sector y una mayor confianza en la mejora de la economía.

 

La industria española de moda generó en junio 5.100 nuevos puestos de trabajo hasta 138.463 trabajadores, aproximándose a la barrera de los 140.000 empleados que abandonó tras la crisis.

 

Según la EPA, el empleo en moda en España registró en el segundo trimestre su mayor alza desde 2008. Entre la industria del cuero y el calzado, la de la confección de prendas de vestir y la industria textil se generó un 6,8% más de empleos respecto al mismo periodo del año anterior.

 

4.  Los consumidores confían en la recuperación

Con la llegada del nuevo curso, las compañías nacionales de moda deberán mantenerse atentas a otro indicador, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) que elabora el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), y que permite anticipar las decisiones de consumo de los españoles en base a sus expectativas sobre la economía familiar y nacional.

 

Tras contraerse en febrero y junio, la confianza de los consumidores españoles volvió a aumentar en el séptimo mes del año, cuando alcanzó la cifra récord de 105,6 puntos, el máximo de la serie del índice.

 

Desde marzo, el indicador de confianza se ha situado por encima de los 100 puntos, lo que supone una valoración positiva de los consumidores. En julio, el aumento estuvo apoyado en la mejora del índice de expectativas y el índice de situación actual.

 

5. China y Rusia, en el punto de mira

En los mercados internacionales, sin embargo, las empresas españolas de moda tienen varios frentes abiertos: mientras el PIB mundial modera el ritmo de expansión (el Fondo Monetario Internacional rebajó en julio las previsiones para el crecimiento mundial del 3,5% al 3,3% en 2015), algunos mercados emergentes hacen encender las alarmas.

 

La crisis rusa y la desaceleración de China, donde compañías como Inditex, Mango o Cortefiel cuentan con una amplia presencia, mantienen en vilo a los mercados y a los gigantes de la moda que han apostado por crecer en los dos países.

 

En Rusia, las expectativas se desinflaron tras la anexión de la provincia ucraniana de Crimea y las posteriores sanciones de la comunidad internacional al Gobierno de Moscú. El turismo y las importaciones del país se contrajeron y, a finales del año pasado, la situación empeoró con el desplome del rublo y el descenso del precio del petróleo.

 

Con todo, la moda española parece seguir confiando en el mercado ruso: en 2014 las exportaciones volvieron a crecer por sexto año consecutivo, si bien registraron la tasa más baja de los últimos años.

 

Otro de los focos de atención de las empresas españolas es China, que, tras años de un crecimiento que parecía imparable, comienza a resentirse y despertar las sospechas de la comunidad internacional.

 

El frenazo económico de ambos países impacta también en las empresas dentro de las fronteras españolas, que en los últimos años han tenido un importante filón en el turismo procedente de ambos países.

 

La marcha de China y Rusia, la situación financiera de Grecia (con un potencial impacto en toda la zona euro) y la evolución de Estados Unidos son algunos de los aspectos clave para el nuevo curso.

 

6. Guerra de divisas

Para un sector altamente internacionalizado como la moda, las divisas tienen un impacto directo en el negocio de muchas de las empresas españolas del sector. La devaluación del yuan por parte del Gobierno chino ha provocado durante el pasado mes de agosto un terremoto en las bolsas internacionales. Además, ha añadido presión sobre la Reserva Federal de Estados Unidos, en un momento en que se proponía elevar los tipos de interés y contribuir así a la apreciación del dólar.

 

Una guerra de divisas podría representar un verdadero dolor de cabeza para las empresas españolas del sector, que verían reducirse los costes en su aprovisionamiento, pero elevarse sus precios de distribución en algunos mercados internacionales.

 

7. Exportaciones, al alza pese a la recuperación interna

Ante la incertidumbre de los mercados internacionales, otro de los factores clave a tener en cuenta son las exportaciones del sector. Con la crisis, las compañías nacionales apostaron por los mercados extranjeros para compensar la débil demanda interna, y las ventas en el exterior continúan ganando terreno en las facturaciones de las empresas del sector.

 

En junio, las ventas de productos textiles al exterior cerraron un semestre con una subida interanual del 10,3%, un alza que supera ampliamente la registrada en 2014, cuando las exportaciones del sector se elevaron sólo un 4,1%.

 

El incremento registrado en junio fue especialmente significativo, ya que las ventas al extranjero de productos textiles de confección aumentaron un 20,6% en relación al mismo mes de 2014.