Entorno

Del auge de Polonia al frenazo de China: el escenario para el negocio de la moda en 2025

I. P. Gestal / S. Riera

9 mar 2016 - 04:53

Polonia se erigirá como el mayor mercado europeo en diez años, mientras Rusia y China acentuarán su desaceleración. Estas son algunas de las predicciones que ha realizado la agencia de inteligencia estadounidense Stratford para la próxima década, en las que se traza un nuevo escenario macroeconómico global. ¿Cómo afectará el nuevo orden económico mundial de 2025 al negocio de la moda?

 

Stratfor, que ha sido definida por algunos medios estadounidenses como “la CIA en la sombra”, es una de las agencias de inteligencia y espionaje del mundo. El organismo realiza el informe cada diez años desde 1996.

 

 

Berlín

 

Alemania pierde gas mientras Polonia despega

Europa, el principal mercado de destino de las exportaciones españolas de moda, profundizará aún más su división. A la Europa de las dos velocidades se sumarán otros dos bloques: los países de la Europa del Este y, por otro lado, la región escandinava junto con Reino Unido. En este contexto, Alemania, la cuarta economía mundial y el motor de crecimiento de toda la Unión Europea, perderá fuelle.

 

Según estas previsiones, Alemania iniciará un declive económico profundo, provocado en parte por el parón de sus exportaciones al resto de países europeos, que le llevará a perder influencia política en el conjunto de la Unión Europea (UE). La principal economía europea es en la actualidad el primer país del continente por consumo de moda. El 2014, el mercado alemán de prendas de vestir se situó en 64.144 millones de euros, registrando un crecimiento del 0,9% respecto al año anterior, según datos de Euromonitor recogidos por la escuela de negocios EAE.

 

Alemania cerró 2015 con un retroceso del 0,1% en las ventas del comercio minorista de moda, según la agencia europea Eurostat. La caída en el último año viene precedida de un ascenso del 0,8% en 2014 después de dos años consecutivos de caídas. Para la moda española, el mercado alemán es el cuarto país de destino de sus exportaciones. Sólo el año pasado, las ventas españolas del sector a Alemania aumentaron un 8,1%, hasta 1.596 millones de euros, según el Icex.

 

Sin pretenderlo, el descenso económico y político de Alemania vendrá acompañado del auge de Polonia, el país que ha marcado los mejores registros macroeconómicos de todos los países europeos en los últimos años. Polonia ganará influencia a nivel europeo, pero también internacional, sobre todo con Estados Unidos.

 

El mercado polaco de la moda creció entre 2009 y 2014 un 12,1%, hasta 8.369 millones de euros, todavía por debajo de otros mercados maduros como Alemania, Francia o España, pero superior a Hungría o República Checa. En 2015, las ventas del comercio minorista de moda en el país crecieron un 12,4% respecto al año anterior y encadenaron una década de ascensos. De hecho, Polonia es el único país de la UE en el que el retail de moda se ha expandido cada año desde 2006.

 

De hecho, el mercado polaco se ha colado en el top ten de los principales países de destino de las exportaciones españolas de moda. En 2015, Polonia impulsó sus compras de moda española a doble dígito, arrebatando a Bélgica el octavo puesto en el ránking. En concreto, el país elevó sus importaciones de moda a España el año pasado un 22,8%, hasta 610,6 millones de euros.

 

 

 China


Del ‘fin’ de la Federación Rusa al nuevo orden en China

Rusia y China han sido los dos mercados que más dolores de cabeza han levantado en la industria de la moda durante el último año, y según las previsiones de Stratfor, el futuro no es mucho más halagüeño.

 

“No creemos que la Federación Rusa pueda existir en su forma actual durante la próxima década completa”, sentencia la agencia. El motivo es que, por un lado, Rusia no ha logrado transformar sus ingresos por las exportaciones de recursos energéticos en una economía autosuficiente, lo que ha vuelto a la economía rusa muy vulnerable a las fluctuaciones de precio del petróleo, hoy en caída libre.

 

Por otro lado, dada la organización de la federación, los ingresos entran por Moscú antes de ser distribuidos directamente por el Gobierno central o por las administraciones regionales lo que, sumado a la vulnerabilidad de los precios, hace que el flujo de ingresos varíe radicalmente.

 

En este escenario, Stratfor cuestiona que Moscú sea capaz de mantener su autoridad y sostener la infraestructura nacional. En consecuencia, la Rusia que existirá dentro de una década no será una federación sino pequeños fragmentos que, si bien a efectos formales seguirían unidos, operarían ya de manera independiente de Moscú. Esta situación podría provocar posibles saqueos o contrabando de armas nucleares, con la consecuente intervención de Estados Unidos. “Esto creará la mayor crisis de la próxima década”, asegura el informe.

 

El tsunami que esta situación puede ocasionar para la moda es impredecible. Ya desde hace dos años muchos operadores internacionales han replegado su expansión en el país, a causa de la devaluación del rublo y las sanciones de la comunidad internacional tras la anexión de Crimea.

 

En 2015, las exportaciones de moda desde Europa a Rusia se desplomaron un 29%, situándose como el mercado a donde más se contrajeron las ventas de moda europea. En total, Europa exportó moda al país por 2.102 millones de euros. Compañías españolas como Desigual o Inditex, que recientemente frenó su expansión en Rusia con su cadena Lefties, han replanteado su estrategia en el país.

 

En el caso de China, el futuro no se presenta tan dramático. En 2010, cuando el gigante asiático era la mayor promesa de la economía mundial y los analistas sugerían que podría llegar a adelantar a Estados Unidos, el informe de Stratfor predijo una desaceleración, que finalmente comenzó el año pasado.

 

Para la agencia, esta ralentización continuará durante los próximos diez años, causando un descontento entre la sociedad e incluso un rechazo hacia el Partido Comunista. Para evitar una posible revuelta, el Gobierno chino aumentaría la opresión sobre la población.

 

Con todo, el país continuará siendo una potencia económica mundial, si bien no el motor que impulse el crecimiento global. Ese papel, en cambio, caerá sobre un nuevo grupo de países que el informe denomina Post-China 16 y que abarca gran parte del Sudeste Asiático, el este de África y partes de Latinoamérica.

 

Como consecuencia, China podría perder también su papel como país refugio para el crecimiento en la industria de la moda, un rol que ya comenzó a perder durante el último año.  Con una clase media creciente y un PIB que crecía a ritmos galopantes, la moda internacional apostó en bloque por el gigante asiático, que continuaba impulsando crecimientos a doble dígito aun cuando Occidente padecía una profunda crisis financiera.

 

Sin embargo, el año pasado el país comenzó a moderar su crecimiento, y la moderación del consumo impactó en las ventas de algunas de las compañías de moda que operan en el país. En 2015, el país cayó del top ten de los mayores clientes de la moda española, con ventas de  526,40 millones de euros.  En cambio, el conjunto de la moda europea mantuvo su apuesta por el mercado chino, con un impulso del 19% de las exportaciones en 2015.

 

 

Nueva York

 

Estados Unidos mantiene el liderazgo económico

Junto a los mercados emergentes y los cercanos mercados europeos, la moda del viejo continente y, en particular, la española, mira cada vez más hacia Estados Unidos, un mercado muy maduro, pero también con una gran competencia que, según el informe de Stratfor, seguirá siendo la primera potencia mundial durante la próxima década.

 

La agencia estadounidense apunta que el país tiene una política imperativa, casi automática, de intervención cuando surge una potencial hegemonía europea. Esto es lo que está ocurriendo ahora con Rusia, y previsiblemente se incrementará durante los próximos diez años. Estados Unidos buscará una alianza fuera de la OTAN, con los países bálticos o Bulgaria y Turquía, principalmente para evitar una expansión política, militar o económica de Rusia y, en segundo lugar, para evitar un desastre nuclear en el caso de un eventual colapso ruso.

 

Además, el informe señala que los ciclos económicos estadounidenses duran cincuenta años, como el que comenzó con la elección de Franklin Roosevelt en 1932 y culminó con la presidencia de Jimmy Carter. Ahora, faltan quince años para el final del ciclo actual, que culminará con una crisis que podría hacerse visible en la segunda mitad de la segunda década y que afectará principalmente a la clase media. “El problema no es la desigualdad, sino la capacidad de la clase media de vivir como clase media”, añade.

 

Durante el año pasado, Estados Unidos disparó sus compras de moda a Europa un 21%, hasta 3.093 millones de dólares. También está ganando terreno entre las exportaciones de las empresas españolas del sector, que cruzan el charco atraídos también por el efecto divisa. En 2015, las ventas al país americano se situaron en 810,7 millones de euros, un 24,1% más que en 2014.