Entorno

De Next a Marks&Spencer: la moda británica pierde tirón y se enfrenta a su peor año desde el inicio de la crisis

Iria P. Gestal

8 abr 2016 - 04:45

Londres

 

 

El clima, los precios, la amenaza del Brexit. Los argumentos varían, pero todos los resultados apuntan en la misma dirección: los retailers británicos no pasan por un buen momento. Compañías como John Lewis, Karen Millen, Marks&Spencer, Debenham’s o French Connection han acusado retrocesos en sus ventas durante el pasado año, al tiempo que desde Next alertan que este podría ser “el año más duro desde 2008”.

 

Los malos resultados de la campaña navideña fueron el primer síntoma. En diciembre, las ventas minoristas descendieron un 0,1% en Reino Unido, lo que supuso la primera caída desde mayo de 2009. Las ventas de ropa, en particular, descendieron un 4% interanual en el último mes del año pasado. Operadores como Marks&Spencer, Karen Millen o French Connection calificaron la campaña de decepcionante y culparon del descenso a las altas temperaturas.

 

La contracción de las ventas continuó también a principios de año. A los factores tradicionales como el clima se sumó también la decisión del Ejecutivo británico de elevar el salario mínimo. Lo que al principio se pensó que podría impulsar el consumo supuso también un aumento de los costes de los retailers, lo que terminó contrayendo su beneficio. Además, sobre el sector continúa pendiendo la espada de Damocles de una posible salida de Reino Unido de la Unión Europea, con el referéndum previsto para el próximo 23 de junio.

 

 

 

 

El último grupo que ha acusado el descenso de las ventas ha sido Marks&Spencer, que ayer presentó sus resultados correspondientes al último trimestre de su ejercicio. El grupo registró un descenso del 1,9% en sus ventas de moda y añadió que todavía queda “mucho por hacer” en esta categoría.  Marks&Spencer atribuyó la caída a un mercado “estancado” y a un descenso de los precios.

 

Los precios de calzado y prendas de vestir en Reino Unido acumulan ya 35 meses de caídas. En marzo, el sector contrajo sus precios un 6,9%, frente al descenso del 6,8% de febrero, según el BRC-Nielsen Shop Price Index. Sólo los accesorios para mujer y la moda femenina redujeron su tasa de deflación en marzo, mientras que el calzado y la moda masculina e infantil lideraron el descenso de los precios.

 

 

 

 

Por su parte, el consejero delegado de Next, Simon Wolfson, aseguró el mes pasado que “este año podría ser el más duro al que nos hemos enfrentado desde 2008”. El directivo explicó que “preveía una ralentización del consumo” en 2016, año para el que el grupo moderó sus previsiones de crecimiento.

 

Ante este escenario, la moda española se mantiene expectante. El mercado británico es el quinto más importante para el sector nacional, que en 2015 exportó moda por valor de 1,25 millones de euros al país. 

 

Reino Unido es, además, el país que más ha incrementado sus compras de moda a España entre los cinco primeros clientes del sector. En 2015, las exportaciones al mercado británico se elevaron un 9,75% respecto a 2014. En la última década, las ventas al país se han elevado un 55,35%, con picos de hasta el 16,21% de subida en 2013.