Entorno

De la distribución al ‘real estate’: vuelta de tuerca por la disrupción tecnológica

Los trabajos más susceptibles de ser automatizados son aquellos en los que más de un 70% de la jornada laboral se basa en tareas repetitivas y previsibles.

Amelia Pijuán

9 oct 2017 - 04:49

El término disrupción tecnológica se ha colado sutilmente en el vocabulario de la sociedad, pero ya hace tiempo que ha impactado de lleno en algunos de los modelos de negocio más tradicionales. En los almacenes de Amazon, cientos de robots se encargan de gestionar el inventario de algunos centros logísticos. En Estados Unidos, hay empresas que construyen casas con impresoras 3D, y en las calles de San Francisco circulan coches sin conductor.

 

Y este es sólo el principio. Distribución, sanidad, real estate, transporte, seguros, medios de comunicación, gestión de activos, defensa... Todos estos sectores se han visto afectados por la disrupción digital y son el campo de pruebas perfecto para la  evolución de otras tecnologías como la inteligencia artificial, Internet of Things, vehículos autónomos, blockchain o impresión en tres y cuatro dimensiones.

 

Así se desprende del informe elaborado La disrupción tecnológica ya está aquí, elaborado por Arcano, que identifica estas cinco tecnologías como las próximas tendencias que darán una vuelta de tuerca al conjunto de la economía. ¿Qué cambios se avecinan?

 

Distribución: robótica y vehículos autónomos

Es el caso del sector de la distribución, que experimentará importantes cambios en sus redes de suministro a medida que ganen peso los camiones autónomos. La robótica también jugará un papel fundamental en esta encrucijada a la hora de realizar inventarios, organizar entregas y otras muchas tareas.

 

El informe de Arcano destaca la evolución de los almacenes logísticos de Amazon, que tilda de “campo de pruebas” en referencia a la introducción de robots en los almacenes y a la iniciativa Amazon Go, supermercados sin dependientes ni colas y equipados con sensores.

 

Pero Amazon no es el único que ya se ha adelantado a lo que está por llegar. Inditex, por ejemplo, ya trabaja con robots para gestionar el inventario de sus almacenes y lo está probando en sus tiendas fuera de horario comercial. “La robótica en el sentido más amplio del término [...] está a punto de convertirse en una parte esencial del negocio de distribución minorista”, aseguran desde Arcano.

 

 

Sanidad: inteligencia artificial para prevenir enfermedades 

La sanidad será uno de los sectores donde la disrupción tecnológica se deje ver con más fuerza. Por una parte, el Internet of Things permitirá que, por ejemplo, las camisetas detecten los primeros síntomas de un ataque al corazón.

 

El blockchain, por su parte, permitirá agilizar el análisis de la ingente cantidad de datos procesados cada día; mientras que la inteligencia artificial será clave para los ámbitos de prevención e investigación.

 

A modo de ejemplo, la tecnología aplicada a la sanidad permitirá que los inodoros de las casas puedan analizar la orina y detectar cualquier anomalía. La longevidad y su control será otro asunto que cada vez cobrará más fuerza en la agenda de los profesionales del sector, y se prevé que la figura del doctor vaya diluyéndose cada vez más para dejar paso al smartphone. La parte negativa, sin embargo, radica en cómo se garantizará la privacidad e intimidad de los usuarios.

 

 

‘Real estate’: transformación de la ciudad gracias al vehículo autónomo 

Si el comercio electrónico ha impactado de lleno en los centros comerciales durante estos últimos años, otra de las tecnologías que tendrá efectos importantes sobre esta industria será el vehículo autónomo. Con este, el tiempo de desplazamiento se convertirá en tiempo de provecho, bien para descansar o incluso para trabajar.

 

Todo ello hará que la distancia se convierta en un elemento relativo y no en un escollo, por lo que vivir en zonas residenciales alejadas de las urbes ya no será un factor negativo. Con el coche autónomo, además, los aparcamientos van a desaparecer, por lo que la estructura de las ciudades cambiará por completo.

 

El blockchain, por su parte, permitirá a los futuros inquilinos conocer quiénes fueron los propietarios de un edificio, el histórico de precios de alquiler, medir la demanda y la oferta del mercado de alquiler.... “Se va producir una explosión de eficiencia ya que se reducirán considerablemente los aspectos burocráticos, y no tendrá razón de ser el pago de las comisiones de intermediación”, señala el informe.

 

En Suecia, de hecho, se está ensayando un registro de transacciones inmobiliarias a través de esta tecnología y, si funciona, previsiblemente se trasladará a otros países de la Unión Europea.

 

 

 

¿Y los empleados?

Crónicas periodísticas escritas por robots, reducción de la demanda de coches tras el auge de Uber, el desarrollo del tren supersónico de Hyperloop, uso de drones por parte de las fuerzas aéreas... La tecnología no dejará indiferente a ningún sector, ni tampoco a sus empleados.

 

Sólo la introducción de tablets y robots en el sector de la restauración, por ejemplo, podría poner en jaque el empleo de miles de camareros en España. El papel de los agentes inmobiliarios, por otra parte, también se verá cuestionado, porque tanto la implantación de beacons como el desarrollo de la realidad virtual permitirá a los visitantes moverse con total libertad por el edificio y obtener la información necesaria.

 

Del estudio de Arcano se desprende que los trabajos “más susceptibles de ser automatizados” son aquellos en los que más de un 70% de la jornada laboral se basa en tareas repetitivas y previsibles, como por ejemplo aquellos relacionados con la agricultura, el transporte o el apoyo administrativo.

 

 

 

 

Se espera, no obstante, que no sólo se hable de destrucción de empleo en los próximos años, sino de transformación. “El imparable avance tecnológico se verá acompañado por la creación de nuevos puestos de trabajo en ámbitos como el desarrollo y la supervisión de la inteligencia artificial”, aseguran los autores del estudio.

 

Uno de los interrogantes que planteará esta transformación, sin embargo, es qué ocurrirá con aquella parte de la población menos cualificada. Para ello, una de las soluciones que más protagonismo ha ganado en estos tiempos es la renta básica universal.  “La disrupción en el mercado laboral se centrará entre la gente con menor nivel educativo e ingresos, lo que podría empeorar los niveles de desigualdad, y por lo que se hacen necesarias políticas preventivas”, concluye.