Entorno

Colombia: elecciones polarizadas en el corazón latinoamericano de la moda

El próximo domingo, el país cafetero enfrenta unas nuevas elecciones presidenciales con la industria textil en un momento crítico tras los altibajos de 2017 y la incertidumbre en todo Latinoamérica.

J. Cevallos / M. Bertero

24 may 2018 - 04:47

Colombia: elecciones polarizadas en el corazón latinoamericano de la moda

 

 

Producción textil, marcas locales e inversión extranjera. Colombia, un mercado clave para la moda internacional, se enfrenta nuevamente a las urnas con la opinión pública más dividida que nunca. Iván Duque y Gustavo Petro, situados en las antípodas ideológicas, emergen como favoritos para imponerse en una justa electoral en la que los candidatos Germán Vargas Lleras, Humberto de la Calle, Sergio Fajardo y Jorge Trujillo apenas tienen posibilidades.

 

El próximo domingo, Colombia realizará la primera vuelta de sus elecciones presidenciales, tras ocho años con Juan Manuel Santos en el poder. Iván Duque, candidato de la derecha y delfín de Álvaro Uribe, y Gustavo Petro, candidato de la izquierda, ex militante del movimiento subversivo M-19 y ex alcalde de Bogotá, son la prueba viviente de una división que Gabriel García Márquez plasmó en Cien años de soledad, cuando se refería a las guerras entre conservadores y liberales.

 

A pesar de eso, el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que la economía de Colombia crecerá un 2,8% en 2018, gracias a la aplicación de políticas más laxas y a un entorno mundial cada vez más favorable para el país sudamericano.

 

 

 

 

En la actualidad, Colombia está ejecutando una política fiscal levemente expansiva, basada en un mayor gasto público a nivel interno. Esto, más los efectos rezagados de la distensión de la política monetaria en 2017, incentivarán la demanda interna. En el último año, el Producto Interior Bruto (PIB) del país anotó su menor expansión de los últimos ocho años, cuando la economía colombiana registró un incremento del 1,7% en 2009.

 

El FMI predijo que en Colombia se producirá un aumento vigoroso de la inversión en virtud de los proyectos de infraestructura enmarcados en el programa Cuarta Generación (concesiones de autopistas), proyectos en el sector petrolero y a los efectos de la reforma tributaria de 2016.

 

Los precios más altos del petróleo y el alza de las exportaciones no tradicionales permitirán a Colombia reducir su déficit en cuenta corriente. Sin embargo, el país sigue expuesto al riesgo de una evolución adversa en los mercados financieros mundiales.

 

 

 

 

Juan Manuel Santos deja su gestión con un sabor amargo para la moda. En 2017, el sector se vio afectado por diversos factores económicos, que hicieron que muchas empresas locales e internacionales pusieron en stand by sus planes de expansión en el país cafetero.

 

A finales de 2016 se elevó el IVA, lo que generó un encarecimiento de los costes de producción y las ventas. En 2017, la balanza comercial fue negativa para la moda colombiana, ya que las exportaciones se situaron en 844,1 millones de dólares, frente a los 2.208,2 millones de dólares importados en el último año. Las exportaciones españolas de moda a Colombia ascendieron a 136,4 millones de euros (160,7 millones de dólares) en 2017, frente a los 119,5 millones de euros (140 millones de dólares) registrados en 2016.

 

Según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) de Colombia, la confección fue uno de los sectores más vulnerables en 2017. La producción de prendas de vestir mantuvo a la baja sus ventas durante los doce meses, así como también sus puestos de trabajo. La producción, en cambio, creció únicamente en marzo y en diciembre.

 

 

 

 

En este contexto, los trabajadores del sector salieron a la calle en varias ocasiones para reclamar mejores condiciones laborales. Otro de los retos en ha enfrentado la moda colombiana en los últimos años fue el aumento de productos provenientes del comercio ilegal, que ingresan al país a muy bajo precio.

 

El Gobierno ha fomentado diferentes medidas en los últimos meses para salvaguardar la industria colombiana de la moda. Una de ellas fue el reglamento de etiquetado de prendas de vestir para verificar el país de origen de la ropa y hacer frente al contrabando ilegal, que actualmente representa pérdidas anuales de 4.500 millones de pesos colombianos (1,5 millones de dólares) para la industria de la moda.

 

A su vez, Inexmoda junto con el Programa de Transformación Productiva (PTP) y el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo del país cafetero, anunciaron a principios de mayo la puesta en marcha de Colombia Transforma Moda para potenciar la competitividad del sector.

 

 

 

 

La industria colombiana de la moda es una de las actividades principales de la economía del país sudamericano, ya que se trata de un sector tradicional, con trayectoria y que genera numeras fuentes de empleo.

 

Pero además de ser un hub textil de trascendencia en Latinoamérica, Colombia es el país de la región que más marcas locales generó. Compañías de la talla de Totto, Studio F, Cueros Vélez o Arturo Calle han sabido hacer frente a los gigantes internacionales que desembarcaron en el país en la última década.

 

De hecho, en 2017 H&M y Decathlon iniciaron sus operaciones en el mercado colombiano. Además, el país ha sido de gran atractivo para la inversión extranjera, ya que L Catterton entró el año pasado en el capital de Maaji, especializada en trajes de baño.