China se reafirma en su giro económico y acentuará su reajuste industrial

China se reafirma en el cambio de rumbo de su economía hacia el sector servicios. El reajuste industrial del país será “doloroso”, pero es necesario, según ha declarado un alto cargo del Gobierno de Pekín, que señala que esta reforma estructural es “un paso que hay que dar”. A las puertas de la aprobación del nuevo plan quinquenal 2016-2020, China ha colocado el recorte de su sobrecapacidad productiva entre una de sus prioridades económicas.

El subdirector de la Oficina del Grupo Líder Central para Asuntos Financieros y Económicos, Yang Weimin, ha asegurado que “la reforma estructural, especialmente el recorte de la sobrecapacidad, afectará de manera inevitable el estatus de muchos trabajadores y los ingresos de muchas personas, pero es un paso que hay que dar”, según la agencia oficial Xinhua.

El alto funcionario ha realizado estas declaraciones durante un encuentro sobre la economía de China entre 2015 y 2016, donde también ha señalado que el Gobierno activará mecanismos de ayuda para asegurar la estabilidad social y evitar que crezca el desempleo. El foro ha tenido lugar después de la conferencia anual de trabajo económico, en la que acudió el presidente de China, Xi Jinping, y en la que se situó el reajuste de su sobrecapacidad productiva entre una de las cinco prioridades de la política económica del país.

La economía china marcó su giro estratégico en el plan quinquenal que está a punto de expirar y en el que ya se sentaron las bases para pasar de una economía apoyada sobre todo en la industria a otra orientada a los servicios. El exceso de la capacidad productiva de las empresas del país ha presionado a la baja la demanda y los precios, lo que ha repercutido en una caída de la producción del país y ha frenado sus expectativas de crecimiento.

Viéndolas venir, China ha avanzado la creación de un nuevo marco legal para regular las situaciones de insolvencia y de liquidación de las empresas, así como de fusiones y adquisiciones. Por otro lado, el Gobierno también establecerá controles más estrictos para evitar la sobrecapacidad. El propósito es desvincular cada vez más las finanzas de las empresas de las subvenciones del Ejecutivo y evitar lo que se ha denominado “empresas zombi”. No obstante, este tipo de compañías se encuentra sobre todo en los sectores del acero y del carbón.