Entorno

Casi alemanes: el juego de las siete diferencias entre el consumidor español y el europeo

Más gasto en vivienda y suministros y menos en salud, alcohol o transportes: los consumidores españoles, más comprometidos que los europeos por gastos básicos.

C. De Angelis

13 ago 2020 - 05:00

Casi alemanes: el juego de las siete diferencias entre el consumidor español y el europeo

 

Menos dinero ocioso por el alto peso ligado a los gastos derivados de la vivienda. Es, a grandes rasgos, una de las principales características de la distribución del gasto de los consumidores españoles frente al conjunto de los consumidores europeos, donde el porcentaje sobre el gasto total es más alto que en España en partidas como salud, transportes o bebidas alcohólicas.

 

¿Qué círculos pueden hacerse en el juego de las siete diferencias entre el consumidor español y el del conjunto de la Unión Europea? Según datos de Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea, y el Instituto Nacional de Estadística (INE), las diferencias más significativas entre la distribución española del gasto y la que se da en el conjunto de la UE se produce precisamente en la partida llamada “alquileres imputados de vivienda”, cuya concentración en el presupuesto total de las familias va del 12,3% en el caso de la Unión Europea al 19,8% en España.

 

El llamado alquiler imputado es el alquiler que sería pagado por el hogar propietario de una vivienda como la que ocupa si fuera inquilino de la misma. Es decir, es una valoración que aplica tanto a la vivienda familiar habitada por el hogar propietario como, en su caso, al uso de la vivienda cedida gratuita o semigratuitamente a sus ocupantes.

 

 

 

 

A este gasto, el más importante de la cesta de la compra en España, se le debe sumar el de los alquileres reales de vivienda, que comprometen el 3,45% del presupuesto total de una familia tipo española. En el caso del conjunto de la Unión Europea, el alquiler de la vivienda llega al 4,3% del gasto total.

 

Los alimentos y los suministros básicos de la vivienda (agua y otros) son otros dos elementos que condicionan el gasto de los residentes en España más de lo que lo hace en el conjunto de la Europa comunitaria. En particular, en España el gasto en alimentos llega al 13,1% del total, casi dos puntos más que en el conjunto de la Unión Europea.

 

En el caso del suministro de agua y otros servicios relacionados con la vivienda, en España concentran el 2,7% del gasto, por el 1,5% de media en el conjunto de la Unión Europea. En el gasto ocioso, es decir, no comprometido por partidas ineludibles como el recibo del agua o el alquiler, en el presupuesto de las familias españolas destaca particularmente el peso que tienen los servicios de restauración y catering. En el conjunto de la Unión Europea, las familias le dedican a esta partida el 6,7% de gasto total; en España, el 8,8%.

 

Por el contrario, las bebidas alcohólicas son menos gravosas en España, con el 0,66% del gasto total (1,5% en el conjunto de la unión), y las familias españolas también gastan menos que las del conjunto de la región comunitaria en aspectos como transportes (12,7% en España frente a 13,2% en la UE), ocio y cultura (5,5% vs. 9,1%) y sanidad (3,4% en España frente al 3,9% de la UE).

 

¿En qué otras partidas se gasta menos en España? Una gran diferencia se da por ejemplo en los servicios financieros, una partida residual en España (sólo compromete el 0,05% del gasto) que en el caso de Europa llega al 3,6% del consumo total. En mobiliario se da también una diferencia importante: mientras en España sólo alcanza el 0,86% del presupuesto de las familias, en la Europa comunitaria llega al 2% del total.

 

En moda, las familias europeas destinan el 4,7% de su presupuesto a moda, una cifra que coincide exactamente con la que se da en España. El sector fue la partida que más redujo su peso en los presupuestos el año pasado, con un descenso de 0,21 puntos porcentuales. También perdieron relevancia, aunque en menor medida, los muebles, los restaurantes y las comunicaciones.