Entorno

Camboya se cuela en el ‘top ten’ de los grandes proveedores españoles de moda en plena revisión salarial

En el primer semestre de 2016, las importaciones españolas de prendas de vestir procedentes de Camboya se dispararon un 48%, hasta 225,2 millones de euros.

S. Riera

14 sep 2016 - 04:50

 

Camboya gana posiciones en el ránking de los proveedores españoles de prendas de vestir. El país asiático ha adelantado a Pakistán y Vietnam en la clasificación y se ha colado en el top ten, por detrás de Francia, a quien pisa los talones. En el primer semestre de 2016, las importaciones españolas de prendas confeccionadas procedentes de Camboya se dispararon un 48% en relación al mismo periodo del año anterior, según datos del Icex.

 

Entre enero y junio, las ventas a España de industria textil camboyana ascendieron a 225,2 millones de euros, frente a los 152,4 millones de euros de un año atrás. En relación al primer semestre de cinco años atrás, el país asiático ha triplicado sus ventas de ropa al mercado español. En la actualidad, Camboya ocupa la novena posición en el ránking de los principales proveedores españoles de ropa, que sigue liderado por China y Bangladesh.

 

Camboya gana interés como proveedor mundial de moda mientras continúan las negociaciones para reestructurar su mercado laboral y tratar de evitar nuevas manifestaciones. Esta semana, patronal, sindicatos y Gobierno local han vuelto a sentarse para fijar de nuevo otro salario mínimo. Por primera vez, las distintas organizaciones de trabajadores del país se han puesto de acuerdo para reclamar la misma cifra: 180 dólares mensuales, cerca de un 30% más que el sueldo actual.

 

 

Uno de los principales motivos por los cuales los diferentes actores sociales y políticos se sientan a negociar es para tratar de evitar manifestaciones multitudinarias y huelgas masivas que generan repercusión mediática e incomodan a los grandes clientes de la industria textil del país, que son los gigantes de la distribución de moda.

 

En los últimos años, Camboya ha aprobado diferentes alzas salariales. En 2012, el sueldo mínimo en el país se situaba en 66 dólares mensuales. En 2015, alcanzó los 140 dólares. Sin embargo, las fuerzas sindicales siguen reclamando remuneraciones superiores al considerar que continúa habiendo un desajuste con el coste real de la vida en el país. Respecto a su nueva propuesta para 2016, la patronal (Gmac, en sus siglas en inglés) ha avanzado que la industria no está preparada para asumir esta subida.

 

En paralelo a esta negociación, los grandes grupos de distribución de moda continúan trabajando para impulsar en el país la negociación colectiva. Compañías como Inditex, H&M, Primark, Esprit o C&A son algunos de los implicados en la plataforma ACT (siglas de acción, colaboración y transformación), que también aglutina a industriales y sindicatos locales y que tiene como fin establecer el marco laboral de relaciones entre empresa y trabajadores.

 

Esta plataforma se puso en marcha hace un año y, desde entonces, han ido sucediéndose las negociaciones. El próximo encuentro entre sus representantes está previsto para finales de octubre. Pese a celebrarse diferentes encuentros, fuentes cercanas a la negociación aseguran que todavía no se ha alcanzado ningún acuerdo.

 

 

Estas medidas puedan contribuir a incrementar los costes productivos en el país, que en los últimos años ha impulsado su industria textil con el traslado de producciones low cost que China ha dejado de asumir. Sin embargo, sus exportaciones continúan creciendo a buen ritmo. En 2015, las exportaciones del sector alcanzaron 7.000 millones de dólares, el 80% del total de las ventas exteriores del país. En el primer trimestre de 2016, la industria de la confección y del calzado disparó sus exportaciones un 39%, superando la barrera de los 2.000 millones de dólares.

 

La industria textil del país está potenciando también el desarrollo económico del país. Las previsiones para 2016 pasan por un alza de su Producto Interior Bruto (PIB) del 7,2%. No obstante, los retos para colocar este sector al nivel de Bangladesh pasan por diversificar mercados, ya que hasta ahora sus exportaciones están muy enfocadas en países con los que mantiene acuerdos favorecedores, como Canadá, Japón y la Unión Europea. Sólo ha este último, Camboya exporte el 45% de sus ventas textiles.

 

Por otro lado, no todas las fábricas pueden soportar el ascenso de los costes laborales, en especial las de menor tamaño. Desde la organización empresarial del país sostienen que el año pasado, se cerraron en Camboya setenta talleres y sólo abrieron 35. En la actualidad, el músculo productivo del sector es de 557 fábricas y más de 550.000 trabajadores.