Entorno

Camboya frente a Vietnam: ganadores y perdedores de la tensión global

La guerra comercial entre China y Estados Unidos, la presión de la Unión Europa sobre Camboya y las protestas por los salarios en Bangladesh desestabilizan a tres de los mayores hubs globales de la industria de la moda.

Silvia Riera

31 ene 2019 - 18:01

Camboya frente a Vietnam: ganadores y perdedores de la tensión global

 

 

El mapa global del sourcing de moda podría dar otro vuelco por las tensiones políticas. La guerra comercial entre China y Estados Unidos, la presión de la Unión Europea sobre Camboya, y las protestas por los salarios en Bangladesh desestabilizan a tres de los mayores hubs globales de la industria de la moda. Este escenario favorece a otros dos polos del aprovisionamiento del sector: Turquía y Vietnam.

 

En el caso de Turquía, las previsiones de la patronal local de empresas exportadoras de la confección (Ihkib, en sus siglas en inglés) indican que en 2019, las ventas al exterior del sector crecerán un 10%. En 2018, el país ha incrementado las exportaciones de ropa un 3,6% respecto al año anterior, hasta situarlas en 17.600 millones de dólares.

 

La Unión Europea continúa siendo el mayor mercado de la industria turca de la confección. En 2018, el 71% de sus ventas ha tenido como destino los países europeos. El único temor que tiene el sector turco es un Brexit duro, que pudiera poner en jaque exportaciones a la Unión Europea por valor de 2.000 millones de dólares.

 

 

 

 

A pesar de las incertidumbres globales, la industria turca de la confección de prendas de vestir confía en un crecimiento a doble dígito para 2019 apoyándose en su inversión en tecnología y mano de obra. En este sentido, el Gobierno turco se ha comprometido a ayudar a la industria local de la confección a mejorar sus instalaciones con un plan de 570 millones de dólares.

 

De hecho, las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China pueden favorecer a Turquía como proveedor global de moda. De hecho, la industria local mantiene el reto de alcanzar ventas en el exterior por 18.000 millones de dólares a medio plazo. También Vietnam quiere mejorar su posicionamiento aprovechando las malas relaciones entre el mayor mercado de consumo de moda y su principal proveedor.

 

La industria vietnamita del textil y la confección prevé elevar un 11% sus exportaciones en 2019, hasta 40.000 millones de dólares. El sector contempla apoyar este crecimiento a partir de la consolidación del tratado de libre comercio transpacífico (Ttp), así como de un incremento de la inversión extranjera que abandona China por los efectos de la guerra comercial.

 

 

 

 

Por otro lado, Vietnam está a las puertas de firmar un tratado de libre comercio con la Unión Europea, que suprimiría la práctica totalidad de aranceles existentes en el intercambio de bienes entre ambas partes.

 

Camboya y Bangladesh, por su parte, no han avanzado por el momento previsiones para 2019 ante la complejidad e incertidumbre por la que atraviesan sus respectivas industrias de la confección. En el caso de Camboya, la Comisión Europea avanza en la expulsión del país del programa Everything but Arms, que le otorga arancel cero en sus exportaciones a la Unión Europea.

 

Pese a ello, las últimas previsiones realizadas por el Gobierno del país situaban a la industria de la confección como uno de los pilares de su crecimiento económico para 2019 junto con la construcción y el turismo. El Ejecutivo contemplaba que, en 2018, las ventas del sector al exterior se dispararan un 24,7%.

 

 

 

 

Bangladesh, por su parte, está en el punto de mira de los gigantes de la distribución de moda ante una nueva oleada de manifestaciones de los trabajadores de la industria textil del país. El alza salarial que ha entrado en vigor este año resulta insuficiente para los representantes de los trabajadores y todo parece indicar que el clima de protestas en las principales zonas industriales persistirá.

 

En la primera mitad del ejercicio fiscal 2018-2019, las exportaciones bengalíes de textil y confección crecieron un 14,42% respecto al mismo periodo del año anterior, hasta alcanzar 20.500 millones de dólares. Sólo las exportaciones de prendas de vestir se dispararon en estos seis meses un 15,6%, hasta 17.080 millones de dólares.

 

No obstante, de moderarse la tensión laboral y social en las factorías del país, Bangladesh aspira también a sacar tajada del conflicto comercial entre Estados Unidos y China, y la tensión política entre la Unión Europa y Bangladesh.