Entorno

Calma tensa en la recta final: los mercados ‘refugio’ de la moda frenan y debilitan el consumo

La incertidumbre que desde hace un par de años se ha instalado en el comercio exterior ha forzado un viraje hacia los mercados maduros que ahora acusan una ralentización de sus economías y un parón en su comercio.

S. Riera

19 sep 2019 - 05:00

Calma tensa en la recta final: los mercados ‘refugio’ de la moda frenan y debilitan el consumo

 

 

Una calma tensa tiñe la recta final del año en el negocio de la moda. El sector contiene la respiración mientras atiende a la evolución de las economías maduras que, en los últimos años, se han convertido en refugio. Sin embargo, los mayores mercados de la moda acusan una ralentización económica que conlleva un freno en su consumo interno.

 

Después de años de globalizar la distribución, la incertidumbre que se ha adueñado del comercio exterior en esta última etapa ha provocado que muchas empresas del sector optasen por racionalizar sus redes internacionales y focalizar sus esfuerzos en los mercados maduros buscando seguridad y estabilidad. Pero la batalla comercial entre Estados Unidos y China, la amenaza del Brexit y el auge de la extrema derecha en Europa repercuten ya en su crecimiento y en su consumo.

 

Estados Unidos continúa siendo el mayor mercado mundial de la moda con ventas de 328.070 millones de dólares en 2017, según Statista. Le sigue China, con ingresos de 281.979 millones de dólares. Y a gran distancia se sitúa Reino Unido, donde la facturación del comercio minorista de moda en 2017 alcanzó los 58.400 millones de libras. Italia, Alemania y Francia son otros de los mayores mercados del sector en los que también se anuncian turbulencias.

 

 

 

 

La economía de Estados Unidos creció en el segundo trimestre un 2% en relación al mismo periodo del año anterior, una décima menos de lo previsto. El dato muestra una fuerte desaceleración respecto a la expansión del 3,1% registrada en los tres primeros meses de 2019, según los últimos datos publicados por la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio del país.

 

El gasto en el consumo privado, que creció un 4,7% entre abril y junio, impulsó el Producto Interior Bruto (PIB) estadounidense, pero fue por el tirón de la compra de bienes duraderos, como coches o equipos electrónicos. Sin embargo, la evolución de las ventas minoristas de moda fue más débil. Hasta agosto, el comercio del sector avanzó sólo un 0,1% en relación a los ocho primeros meses del año anterior.

 

El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), Jerome Powell, destacó el pasado agosto la fortaleza de la economía del país en cuanto a estabilidad de precios y empleo, aunque la política monetaria penaliza las exportaciones. De ahí que ya haya voces expertas que pronostique que el país entre en recesión en 2020 o, como muy tarde, 2021.

 

 

 

 

China, por su parte, está acelerando la evolución del sector secundario al terciario a contrarreloj para compensar el parón del comercio exterior apoyándose en el consumo interno. El PIB del gigante asiático avanzó un 6,2% en el segundo trimestre del año, marcando el ritmo más bajo en tres décadas.

 

A finales de agosto, el Gobierno de Pekín aprobó una batería de medidas para fomentar el consumo interno, entre las que se incluían incrementar los espacios comerciales, desde la apertura de centros comerciales y grandes almacenes a la peatonalización de áreas urbanas. Las ventas minoristas del país continúan por ahora avanzando por encima del 7%, aunque el ritmo se debilita. En julio, crecieron un 7,6% y, en agosto, un 7,5%, por debajo de las expectativas, que situaban la subida al 7,9%.

 

En Europa, el Brexit está agitando al mercado británico de la moda, el mayor de Europa para el sector. El PIB de Reino Unido cayó un 0,2% en el segundo trimestre del año, registrando la mayor contracción desde 2012, según la Oficina Nacional de Estadística del país (ONS). En los tres primeros meses del año, la economía británica había avanzado un 0,5%.

 

 

 

 

El sector servicios fue el que aupó la economía del país ante los retrocesos en la producción de bienes y la construcción. Hasta ahora, el comercio de moda en Reino Unido ha esquivado la agitación política del país con incrementos del 3,2% en junio y del 1,7% en julio.

 

La mayor economía europea, Alemania, también está a las puertas a la recesión. A pesar de ser uno de los territorios europeos con una mayor estabilidad política, el PIB del país se contrajo un 0,1% y los expertos señalan que su economía continúa deteriorándose. El Instituto de la Economía Mundial de Kiel (IfW, por sus siglas en alemán) prevén que el crecimiento alemán continúe contrayéndose al menos hasta 2021, cuando el país pierda su superávit comercial.

 

La incertidumbre que planea sobre la evolución de la economía alemana empieza a pasar factura a las ventas minoristas de moda, que desde el inicio de año han registrado fuertes altibajos. La facturación del comercio de moda en Alemania cayó un 1,9% en julio, tras subir un 1,9% en el mes anterior y regresando a las tasas negativas de abril y mayo, cuando los ingresos se contrajeron un 5% y un 3,6%, respectivamente, según la Oficina Federal de Estadística Destatis.

 

 

 

 

El PIB francés, a diferencia del británico y el alemán, aún no ha retrocedido, aunque su crecimiento está en mínimos. En el segundo trimestre, el PIB del país avanzó sólo un 0,2% arrastrado en parte por una ralentización en el consumo de los hogares. Para el tercer trimestre del año, se prevé una subida del 0,3%.

 

Pese a ello, de los mayores mercados europeos de la moda, Francia es donde peor está evolucionando el consumo de moda. En abril (último dato disponible), las ventas del sector se contrajeron un 6,7%, siendo el descenso más acusado de los últimos siete meses y el sexto mes consecutivo de caídas.

 

Italia, por su parte, inició a finales de agosto un nuevo ciclo político tras el pacto entre el Movimiento Cinco Estrellas y el Partido Democrático. La principal preocupación del nuevo Ejecutivo pasa por restablecer la estabilidad económica del país una vez superada la agitación política de los últimos meses.

 

La economía italiana se estancó en el segundo trimestre con una caída del 0,1% frente a las previsiones de crecimiento del 0,2% que realizó el anterior equipo de Gobierno entre Movimiento Cinco Estrellas y la ultraderechista Liga. Las ventas de moda no han escapado a la convulsión política del país en lo que va de año. En julio, las ventas minoristas del sector aumentaron un 1,7%, aunque el ritmo fue menor al de junio, del 3,2%, según el Istituto Nazionale di Statistica (Istat).