Entorno

Bangladesh se consolida como el país más barato para el textil, pese a casi duplicar los salarios

S. Riera

27 nov 2013 - 04:50

La moda presume de costes laborales más justos. Aunque el Gobierno de Bangladesh ha aprobado un incremento salarial del 77%, hasta los 50,15 euros mensuales, el país continúa siendo el que tiene la mano de obra más barata en Asia. Por su parte, H&M se ha comprometido a garantizar un salario mínimo “justo”, que “alcance para vivir”, para los trabajadores de las fábricas con las que trabaja.

 

Tras la tragedia del Rana Plaza, fueron muchas las voces que se alzaron para exigir a Bangladesh que mejorara las condiciones laborales de los trabajadores de la confección, un sector que emplea en este país asiático a cuatro millones de personas. Después de nueve meses de negociaciones, el Gobierno bengalí ha anunciado un incremento salarial que sitúa el salario base de un empleado de la confección en 5.300 takas (50,15 euros). Hasta ahora, el sueldo de un trabajador bengalí de la confección era de 3.000 takas (28,4 euros).

 

A pesar del incremento, la industria textil de Bangladesh continúa siendo la que tiene un coste salarial más bajo entre los principales países productores de Asia. En Camboya, donde el pasado marzo se aprobó el último incremento salarial, el sueldo base en la industria de la confección se sitúa en 80 dólares (59,1 euros). Los trabajadores camboyanos del textil son los que cuentan con una mayor retribución salarial en comparación con los empleados de los países de su entorno.

 

En India, el salario base de un trabajador de la confección se sitúa en 71 dólares (52,5 euros); en Sri Lanka, en 73 dólares (54 euros); y en Vietnam, en 78 dólares (57,6 euros), según consta en el informe Bangladesh, seeking better employment conditions for better socieoeconomic outcomes, que ha publicado la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

 

A pesar de la tragedia del Rana Plaza y de otras similares que ha vivido la industria textil de Bangladesh en los últimos años, el aumento de la actividad textil en el país ha generado una importante migración del campo a la ciudad en busca de mejores expectativas, así como un incremento de la riqueza en el país. Aun así, el estudio de la OIT subraya que el 76% de la población del país vive con menos de dos euros al día.

 

H&M y el salario justo

Por su parte, H&M se ha comprometido con los empleados de las fábricas con las que trabaja a garantizarles un salario justo, “un salario que alcance para vivir”, según lo ha calificado la directora global de sostenibilidad del grupo sueco,Helena Helmersson.

 

La compañía ha desarrollado una hoja de ruta para que los trabajadores puedan vivir de su salario y lo ha reflejado en su Código de Conducta. Según H&M, todos sus proveedores deberán pagar “un salario justo y digno que cubra las necesidades básicas de todos los trabajadores”. Para ello, las fábricas con las que trabaje deberán contratar mano de obra cualificada que obtenga salarios negociados y revisados cada año, además de involucrar a sindicatos y representantes de los trabajadores elegidos democráticamente.