Entorno

Bangladesh digiere la tragedia tras aumentar un 10% las exportaciones de ropa en abril

Modaes

8 may 2013 - 04:53

Bangladesh asume las críticas y el desconcierto internacional por la tragedia de hace diez días en la que fallecieron cerca de 800 personas, según las últimas cifras oficiales, al tiempo que constata un incremento del 10% en las exportaciones de ropa en abril, hasta los 2.080 millones de dólares (1.587,3 millones de euros). Con los resultados de abril, la industria textil bengalí suma diez meses de aumento en las ventas internacionales de prendas textiles, según datos de la Oficina de Promoción Exterior del Gobierno del país.

 

El derrumbe de un edificio en las afueras de Daca, la capital del país, en el que había cinco fábricas textiles, ha desatado multitud de comentarios, presiones y amenazas sobre las políticas de aprovisionamiento de las grandes marcas por parte de gobiernos, agrupaciones empresariales, sindicatos y ONGs.

 

La organización sindical de Naciones Unidas (ONU) presentará ante el Gobierno de Bangladesh un paquete de medidas para impulsar una reforma laboral en el país. Además de mejoras en las condiciones laborales y salariales de los trabajadores de la industria textil del país, la ONU propone contratar a 200 inspectores en los próximos seis meses para constatar que se apliquen las medidas.

 

El Ejecutivo sigue presionando a los empresarios del sector del país a que aseguren a sus empleados sueldos justos y condiciones de trabajo óptimas tras la amenaza recibida por parte de la Unión Europea con retirarle el arancel cero a las importaciones. En el momento del siniestro, Bangladesh negociaba con Estados Unidos, su principal destino de prenda confeccionada, entrar en el sistema general de preferencias (GSP, en sus siglas en inglés), que implica eliminar el arancel.

 

Bangladesh es el segundo proveedor global de ropa por detrás de China desde la temporada 2010-2011. El país asumió el puesto por la sinergia que su industria mantiene con las empresas textiles de China, que desde 2008 deriva los procesos de acabado y confección de prendas ante el aumento de los costes en el gigante asiático y las ventajas arancelarias con Estados Unidos y la Unión Europea de las que disfruta Bangladesh.

 

Por otro lado, las marcas internacionales han ido aterrizando en el país del sudeste asiático atraídas por los bajos costes laborales de su industria. Mientras que en China, el principal proveedor mundial de textil y confección, un empleado de esta industria gana entre 188 y 300 euros mensuales, en Bangladesh, cobra entre 45 y 60 euros mensuales.

 

Esta última tragedia se suma a otros acontecimientos que han puesto en jaque el suministro de prendas textiles en Bangladesh. En noviembre, un incendio en un centro de producción costó la vida a 112 operarios, y en enero, otro incendio en otro taller textil provocó la muerte a doce personas más.

 

Además de los siniestros, las huelgas y las manifestaciones han azotado la industria textil del país en el último año. En febrero, los trabajadores del sector se sumaron a las protestas que se sucedieron durante un mes en el país por la sentencia a muerte dictada contra el líder del partido islamista, Delware Hossain Sayeedi, y que paralizaron las fábricas.

 

El pasado septiembre, más de 100.000 empleados del textil del país de Bangladesh salieron a la calle en una manifestación que terminó de manera violenta por el enfrentamiento con agentes de la policía. En junio, explotó la tensión entre trabajadores y policía, hubo más de un centenar de obreros heridos y decenas de fábricas dañadas. El de este verano fue un capítulo más en las protestas obreras por la mejora de las condiciones laborales y salariales, que vienen sucediéndose en el país desde 2010.