Entorno

Bangladesh condena a tres años de cárcel al propietario del Rana Plaza

El derrumbe del inmueble, que albergaba cinco fábricas textiles, costó la vida a más de 1.100 personas y está considerado como una de las mayores catástrofes industriales de la historia.

Modaes

29 ago 2017 - 15:44

El derrumbamiento del edificio Rana Plaza tuvo lugar en 2013.

 

Primera condena por el Rana Plaza. La justicia de Bangladesh ha condenado este martes al propietario del inmueble, Sohel Rana, a tres años de cárcel y una multa de unos 625 dólares. La tragedia, que ocurrió el 24 de abril de 2013 y que causó la muerte a más de 1.100 personas e hirió a otras 2.500 más, es una de las mayores catástrofes industriales de la historia.

 

El juez K.M. Imrul Kayes, que instruye el caso en Dacca, la capital del país, ha condenado al empresario bengalí por un delito de acumulación ilícita de bienes. Según la acusación, Sohel Rana construyó con dinero negro tres edificios, uno de ellos el Rana Plaza, en las afueras de Dacca.

 

El juicio contra el propietario del Rana Plaza empezó el pasado marzo después de que la Comisión Anticorrupción de Bangladesh le denunciara en 2015, dos años después del hundimiento y con él ya entre rejas. Esta comisión le denunció entonces por negarse a entregar un informe detallado de su patrimonio. Sohel Rana tiene aún pendientes juicios por asesinato, corrupción y violación de la legislación laboral.

 

El empresario es el primer condenado por la tragedia. En la actualidad, en relación a esta tragedia hay cuatro acusados en prisión, 29 libres bajo fianza y siete prófugos.

El hundimiento del Rana Plaza supuso un antes y un después en las políticas de aprovisionamiento de los grandes distribuidores de moda. El inmueble albergaba cinco fábricas textiles, algunas de las cuales trabajan para grupos internacionales, como Primark, El Corte Inglés, Joe Fresh o Benetton, entre otras.

 

Por primera vez, la prensa internacional vinculó una catástrofe industrial con nombres comerciales de alcance global poniendo en entredicho sus prácticas de suministro. Desde entonces, la distribución ha empezado a tener en cuenta las condiciones laborales de las fábricas de sus proveedores en todo el mundo.